Hoy, 26 de julio del 2004, es el día en que cualquiera de vosotros, estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de Pensilvania, debéis entregar vuestra presentación y notas si queréis participar en el novedoso seminario anunciado de "derecho penal islámico: esbozando un código criminal para las Maldivas".
La Secretaria de la facultad de derecho, Gloria Watts, envió un aviso a los estudiantes informando de los cambios en la oferta de cursos del semestre de otoño, tal como LittleGreenFootballs.com destacó. Uno de ellos es que Paul H. Robinson, distinguido profesor Colin S. Diver de derecho, canceló su "Seminario de Teoría del Derecho Penal" y lo sustituyó por el proyecto de las Maldivas, de tres créditos. La descripción del curso de Robinson explica las razones del cambio en el tema del seminario y su urgencia:
El seminario girará en torno a un único proyecto: esbozar un nuevo código penal para las Maldivas. El trabajo ha sido solicitado por el gobierno de las Maldivas y está patrocinado por el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas. Dado que las Maldivas son una nación islámica por mandato constitucional y, como en lo que a la ley respecta, todos los ciudadanos son musulmanes, el código será el primer código penal del mundo de formato moderno que se base en los principios de la Shari`a.
Tras estudiar los estatutos del derecho penal existentes en las Maldivas y los principios legales contenidos en la Shari'a, los equipos de estudiantes propondrán provisiones del código y criticarán las propuestas de otros.
Los estudiantes seleccionados tendrán la posibilidad de viajar a las Maldivas como parte de la misión de la ONU para coordinar el trabajo de esbozo del código criminal. (Las Maldivas es una nación formada por 1200 islas en el Océano Índico que ha sido durante siglos un punto de tránsito entre África, Oriente Medio, y Asia y continúa teniendo fuertes vínculos culturales con los tres).
Requisito previo: Es deseable pero no obligatorio que el estudiante haya tomado o esté tomando parte en Derecho Penal Avanzado. La inscripción requiere permiso del profesor:
A los estudiantes aceptados en el curso se les notificará el 29 de julio.
¿Quién es Paul H. Robinson?. La descripción que de él hace la facultad de derecho de Pensilvania a bombo y platillo le presenta como "uno de los eruditos más importantes a nivel mundial en derecho penal" y sus credenciales son ciertamente impresionantes. Incluyen su servicio como fiscal federal, como consejero del Subcomité de Derecho y Procedimientos Penales del Senado norteamericano, y ha escrito docenas de libros, entre los que se cuentan los libros de referencia en defensa penal, una monografía internacionalmente conocida de Oxford en teoría del derecho penal, un tratado altamente recomendado de derecho penal, un libro de texto popular e innovador de casos de estudio, y un estudio empírico sobrecogedor del conflicto entre las leyes criminales y las provisiones establecidas de la justicia.
También ha publicado artículos académicos en casi todas las publicaciones de derecho - de California, Chicago, Columbia, Georgetown, Harvard, Northwestern, Oxford, Stanford, Tejas, UCLA, Virginia, o Yale. Finalmente, lidera "los dos únicos proyectos de reforma del código criminal en Estados Unidos", los de Illinois y Kentucky.
Es fácil suponer que el profesor Robinson se apuntaría a la oportunidad de desarrollar lo que llama "el primer código criminal de formato moderno que se basa en los principios de la Shari`a". He aquí una oportunidad para que una figura del derecho penal practique algo totalmente diferente - no derecho común anglosajón, no código napoleónico, sino Shari`a. Ni qué decir tiene que cerró su seminario estándar.
Y encuentra el actual sistema criminal de justicia de las Maldivas inadecuado, hasta el punto de que sistemáticamente fracasa al hacer justicia y regularmente comete injusticias. Ve la necesidad de vastas reformas, y cree que sin un cambio dramático, es probable que el sistema se deteriore más. Los pensamientos preliminares de reforma de Robinson incluyen fundamentos tales como hacer del judicial una rama independiente del gobierno, limitar el derecho a registrar de la policía , establecer el derecho a que los acusados sean legalmente asesorados, o poner fin a la actual práctica de depender principalmente de confesiones como la base de la fiabilidad del derecho penal establecido.
Éstos son objetivos dignos, seguro, pero el profesor Robinson debería dar la espalda a su proyecto y valorarlo de nuevo. Este erudito relevante, a través de su trabajo en las Maldivas, rendirá provisiones de la Shar`ia más aceptables tales como matar a los apóstatas del Islam, denigrar a la mujer, tener esclavos, o reprimir a los no musulmanes (en esta línea, obsérvese el comentario, de hecho en la descripción del curso, acerca de que "como en lo que a la ley respecta, todos los ciudadanos [de las Maldivas] son musulmanes").
En lugar de limpiar y modernizar el código de la Shar`ia, invito al profesor Robinson a rechazar la comisión Maldivas y tomar un enfoque completamente diferente en su seminario, criticando las provisiones penales de ese código desde un punto de vista occidental. Sus estudiantes del seminario y él demostrarían después cómo este sistema legal basado en la religión contradice virtualmente cada asunción que el americano hace, como la separación entre iglesia y estado, la abolición de la esclavitud, el derecho a no sufrir castigos inhumanos, las libertades de religión o expresión, igualdad entre los sexos, y demás.
La Shari`a necesita ser rechazada como código legal del estado, no embellecida.
Contestación de Paul H. Robinson. En respuesta a la crítica antedicha, el profesor Robinson me ha escrito lo siguiente:
Usted se opone a mi plan de asistir a las Maldivas en el trazado de un nuevo código penal. Pienso que la oportunidad debe ser abrazada con entusiasmo.
Las Maldivas no permite los castigos bárbaros clásicos de la Shari'a, tales como la amputación de las manos a los ladrones o lanzar piedras a las adúlteras hasta matarlas. De hecho, Amnistía Internacional informa de que el país abolió de facto la pena de muerte para todos los castigos hace más de medio siglo. (Y cada una de las reformas que usted menciona - sistema judicial independiente, limitaciones explícitas al poder de la policía, asesoría en la defensa en todas las etapas, y dejar atrás el sistema de confesión - es algo que en las Maldivas están haciendo por sí mismos hoy o se han comprometido a hacer bastante antes de que yo apareciera en escena).
¿Impone el país fiabilidad criminal o castigo que yo encuentre desagradable?. Sí, lo cual es precisamente la razón que dirige mi interés en ayudar.
Practico la consultoría legal para muchos países. Hace unos días, un cliente, China, decapitó a una persona por malversación. (Peor de lo que han hecho en las Maldivas nunca). ¿Debo ahora rehusar aconsejarle más acerca de lo que pienso que es un código penal?. Su estrategia de retirada voluntaria parece un modo extraño de llevar más justicia al mundo.
Las Maldivas están en medio de un gran cambio social. Un parlamento especial hizo un llamamiento a que se resolviera una nueva constitución por primera vez hace dos años; los desacuerdos entre los miembros desembocaron en manifestaciones en las calles. Designaron recientemente a un joven e idealista Fiscal General, con bastante credibilidad entre la gente, después de que las palizas policiales a prisioneros degeneraran en disturbios. Este hombre y muchos otros en el país han hecho sacrificios personales serios para avanzar la causa de la justicia en las Maldivas. Él y otros como él representan las fuerzas de la ilustración que intentan hacer avanzar el país hacia los principios de la imparcialidad y justicia. Cuando este hombre me pide ayuda para esbozar un nuevo código penal para su país, ¿cómo podría rehusar con la mano en el corazón?.
Mis opiniones sobre justicia penal son bien conocidas. Nadie pensaría que soy partidario de tolerar castigos bárbaros, ni pensaría que renunciaría a mi juicio independiente y sería acobardado al silencio. (Fui el único que disentí en las directrices de la Comisión de Sentencias de Estados Unidos). Si alguien me contrata para ayudar a trazar un código penal, eso en sí mismo me dice algo acerca de la agenda de la persona. Si su meta no es la imparcialidad y la justicia, están contratando un problema. ¿Por qué lo harían?.
Si el mundo occidental hubiera golpeado este país hasta la sumisión a través del boicot económico y el aislamiento político, nos tomaríamos su solicitud de consejo occidental como una gran victoria. ¿Por qué debe ser la solicitud evitada si simplemente algunos líderes del país son gente de conciencia que de propia voluntad han buscado el consejo?.
Mi meta no es hacer su código "bonito", como usted sugiere, sino hacer que sea justo. Y la evidencia hasta la fecha sugiere que ésta es su meta también.
No sé cómo saldrá el proyecto del código penal de las Maldivas. Como muchos proyectos de código penal, puede acabar en medio de ninguna parte. No tengo ningún poder a excepción de la persuasión de mi consejo, el cual, la experiencia dice, es a menudo limitado. ¿Pero es una empresa que valga la pena?. Juzgaría vergonzoso rehusar.
Contestación de Pipes: la explicación del profesor Robinson de su proyecto deja patentes nuestras diferencias: Me centro en la sustancia de la Shari`a, y él en los medios de las Maldivas para llevarlo a cabo.