Escuche con atención la sonora prosa acerca de la libertad académica por parte de Rima Kapitan, la abogada voluntaria en la sede de CAIR en Chicago.
Otra baja de la guerra contra las libertades civiles en este país desde septiembre del 2001 es el derecho a la libertad académica. Profesores y estudiantes que divergen de la presente ortodoxia económica y política son censurados en todo el país. Entre los más vulnerables se encuentran los profesores adjuntos, profesores y estudiantes extranjeros y profesores y estudiantes que apoyan los derechos nacionales palestinos o que se oponen a decisiones norteamericanas en materia de política exterior…
CAIR-Chicago se une a otras organizaciones y particulares en un esfuerzo por defender la libertad académica… CAIR-Chicago ha iniciado también la creación de una coalición de libertad académica llamada Free Campus Coalition, que defenderá los derechos en materia de libertad académica de estudiantes y profesores conforme tengan lugar violaciones. La coalición se compondrá de organizaciones de derechos civiles, profesores y estudiantes.
La libertad de las universidades es especialmente importante, a causa del papel formativo que las universidades juegan en las vidas de los estudiantes, y a causa del papel esencial que juegan en sus comunidades. Los estudiantes deberían ser expuestos a un amplio abanico de ideas y aprender a argumentar contra las ideas con las que no estén de acuerdo.
El beneficiario inmediato de esta retórica rimbombante, que data del 14 de agosto del 2006, es un tal Douglas Giles, de la Universidad de Roosevelt, que presuntamente perdió su empleo simplemente por mencionar el sionismo en su clase de "Religiones del mundo" y por permitir que los estudiantes hablasen acerca del sionismo. Según Giles, un estudiante de su curso hizo una pregunta acerca del sionismo, la cual respondió. Entonces, instantáneamente, fue despedido por la presidenta de su departamento, Susan Weininger. El conflicto tiene fecha en septiembre para una resolución amistosa. Cualquiera que sean los hechos de este incidente, la sede de CAIR en Chicago respalda por completo a Giles.
Pero en el otro caso de alto nivel de libertad académica en Chicago concerniente al conflicto árabe israelí, CAIR se encuentra exactamente al otro lado, intentando que se despida a un instructor.
Ese sería el caso de Thomas Klocek, profesor numerario desde 1991 en la Universidad DePaul, el mayor centro católico de Estados Unidos. En una concentración del campus, Klocek expresó opiniones pro-Israel, se metió en un altercado con dos grupos anti-Israel (Students for Justice in Palestine y United Muslims Moving Ahead), y, después de que se presentaran quejas contra él, fue suspendido por la universidad. CAIR no solamente aprobó su suspensión sino que, como articula Christina Abraham, la coordinadora de derechos civiles de CAIR-Chicago (y estudiante de derecho de la Universidad DePaul), quiere que sea castigado con mayor severidad.
Abraham concedía una entrevista en vídeo en junio del 2006 concerniente a la suspensión de Klocek, como desvelaba John Ruberry, en el curso de la cual, hablando en representación de CAIR, explicaba la postura de la organización sobre Klocek. Al cabo de un octavo de la cinta, ella afirma: "Estábamos muy preocupados por la situación y sí solicitamos que [Klocek] fuera expulsado". Confirmaba esto después diciendo (al cabo de alrededor de un sexto de la grabación) que CAIR-Chicago sugirió a la DePaul que "si la investigación llegase a mostrar que él hizo estas declaraciones y que actuó de esta manera hacia los estudiantes, sí, sí sugerimos que debería ser expulsado".
Comentarios: (1) La postura de CAIR sobre Klocek no encaja en absoluto en la descripción de un grupo que toma parte en la Free Campus Coalition con el fin de defender "los derechos de libertad académica de estudiantes y profesores conforme tienen lugar violaciones".
(2) Como señala Ruberry, CAIR se precia de ser una organización de derechos civiles, pero ¿la tarea usual de una organización de derechos civiles es recomendar que una institución privada despida a un empleado, privándole así de su modo de vida (por no hablar de la seguridad social necesaria para su serio problema renal)? Más de uno concluirá que CAIR no es ninguna organización de derechos civiles; eso encajaría ciertamente con mi propia percepción desde 1999.
(3) La inconsistencia documentada aquí va a la zaga del curso de CAIR; de manera rutinaria adopta posturas de principios ostensiblemente que en realidad se ajustan a sus políticas. (CAIR, por ejemplo, ha patrocinado programas conjuntamente con United Muslims Moving Ahead.) Para otros ejemplos de este patrón, ver
- "El inconsistente consejo de CAIR en materia de las fuerzas del orden". DanielPipes.org, 4 de julio del 2004. El consejo de CAIR: ayuda a la policía a protegerte, pero recházalos cuando soliciten tu ayuda con el contraterrorismo.
- "Mira quien esta fichando a la plantilla de CAIR". DanielPipes.org, 1 de agosto del 2003. CAIR odia fichar, excepto cuando lo hacen ellos.
- "La hipocresía del Islam radical [: los casos Ehrgott & Okashah]". The New York Sun, 18 de enero del 2005. CAIR cae en picado sobre los enemigos del Islam radical, pero suplica entendimiento hacia los musulmanes en circunstancias similares.
(4) Más en general, tal comportamiento señala la naturaleza poco fiable de la labor de CAIR, un tema que el lector puede explorar el mayor profundidad en "Bibliografía - mis escritos acerca de no confiar en CAIR".