Habiendo empujado a Turquía a emprender "un alejamiento drástico de su tradicional aislacionismo de estilo Atatürk" el colapso soviético, Fuller intenta esbozar de forma momentánea lo que significa esto para Turquía, para su región y (de forma limitada) para Estados Unidos.
En general, considera preocupantes las tendencias. Prevé que el triángulo Turquía-Irak-Irán cobre "un cáliz mucho más amenazador durante las próximas décadas" y se teme que la aparición de una república independiente de Azerbaiyán "parece destinada a agravar el conflicto entre Turquía e Irán, con independencia de lo que hagan cualquiera de los dos". Examinando la propia Turquía, Fuller destaca los principales cambios del trato de Ankara al problema kurdo durante los dos últimos años y plantea la posibilidad de que los turcos puedan estar preparándose para la eventual aparición de un estado kurdo - consolados por la idea de que tal estado estaría probablemente bajo la influencia turca.
Como en sus otros escritos (consulte ORBIS, primavera de 1992 y verano de 1993 para leer críticas), Fuller aporta a su obra lucidez y conocimiento del detalle. Cuando se suma su sentido común y su planteamiento transparente, estos rasgos siempre hacen relevantes sus estudios geopolíticos.