Es una cuestión obvia, pero es necesario afirmar:
1. No todos los judíos son sionistas. Algunos creen en el socialismo universal, otros apoyan a los palestinos, otros sostienen que sólo Dios puede crear un Estado Judío, y otros se han decepcionado desde que, en 1977, la derecha asumió por primera vez al poder en Israel. Algunos odian abiertamente a Israel, otros fingen su existencia, y los más astutos se presentan como sionistas.
2. Muchos no judíos son sionistas. El sionismo cristiano empezó en el siglo XIX en Gran Bretaña, e incluyó a muchas de las principales personalidades de América, llegando a su máximo punto con Lord Balfour y Harry S. Truman, y hoy, como lo dije en 2003, "además de las Fuerzas de Defensa de Israel, los sionistas cristianos de América pueden ser el principal beneficio estratégico del Estado Judío".
Por lo tanto, es inexacto suponer que los judíos apoyan a Israel. Suponerlo tendría también dos implicaciones lamentables: que los anti-sionistas judíos tendrían privilegios ("Soy judío, pero…") aun cuando fueran marginalizados los sionistas no-judíos.
Los judíos son seguidores de una fe, no de un movimiento político. Cuando se refiere a política, se debe hablar de la "comunidad pro-Israel" o de "sionistas", pero no de "judíos".