En un Oriente Próximo sacudido por derrocamientos e insurrecciones civiles, la República de Turquía se ofrece de forma solvente como referente gracias a su impresionante crecimiento económico, su sistema democrático, su control político del ejército y su orden secular.
Pero en realidad, Turquía podría ser, junto a Irán, el estado más peligroso de la región. Son múltiples las razones:
Recep Tayyip Erdoğan compró en la práctica los comicios de junio de 2011 inyectando liquidez a la economía turca. |
Una oposición aún peor: Irónicamente, los turcos seculares tienden a ser más anti-occidentales que el AKP. Las dos formaciones del parlamento, el CHP y el MHP, condenan las políticas más ilustradas del AKP, como su enfoque sobre Siria y el emplazamiento de un radar de la OTAN.
Inminente catástrofe económica: Turquía está abocada a una contracción fulminante del crédito, ignorada casi por completo a la luz de las crisis de Grecia y el resto de lugares. Como señala el analista David Goldman, Erdoğan y el AKP llevaron al país de parranda económica: el crédito bancario proliferaba mientras el déficit actual por cuenta corriente se disparaba, alcanzando niveles insostenibles. La maquinaria de dirección del partido contrajo cantidades masivas de deuda a corto plazo con el fin de financiar una burbuja del consumo que en la práctica sirvió para comprar los comicios de junio de 2011. Goldman llama a Erdoğan "un hombre fuerte del Tercer Mundo" y compara a la Turquía actual con el México de 1994 o con la Argentina del año 2000, "lugares en donde un breve ciclo de crecimiento financiado a través de la entrada de capital exterior a corto plazo conduce a la devaluación de la divisa y a una acusada recesión económica".
Enviar a Gaza el Mavi Marmara vino a ser una provocación deliberada. |
Erdoğan, el héroe de la calle árabe: Siguiendo las tradiciones de Gamal Abdel Nasser y de Saddam Hussein, el primer ministro turco despliega la retórica antisionista con el fin de establecerse como astro político árabe. Uno se estremece al pensar dónde puede acabar, estando emocionado con esta adulación.
En busca de enfrentamientos con Israel: Después de que Ankara respaldase un buque protesta con destino a Gaza en mayo de 2010, el Mavi Marmara, cuya agresión condujo a efectivos israelíes a abatir a ocho ciudadanos con pasaporte turco y un turco, ha explotado sin cesar este incidente para atizar la indignación nacional hacia el estado judío. Erdoğan ha considerado públicamente los muertos casus belli, habla de guerra contra Israel "si es necesario" y tendría planes de enviar otro buque a Gaza, esta vez con escolta militar turca.
Estímulo a una facción anti-turca: La hostilidad turca ha renovado las relaciones históricamente cálidas de Israel con los kurdos y dado un vuelco a sus frías relaciones con Grecia, Chipre e incluso Armenia. Más allá de la cooperación a nivel local, este grupo va a hacer difícil la vida cotidiana de los turcos en Washington.
Imponer los derechos sobre las reservas energéticas mediterráneas: Las empresas que operan en los límites de Israel descubrieron reservas de gas y petróleo potencialmente inmensas en el yacimiento Leviathan, entre otros yacimientos ubicados entre Israel, el Líbano y Chipre. Cuando el ejecutivo de Chipre anunció sus planes de iniciar las labores de prospección, Erdoğan respondió vertiendo amenazas y enviando "fragatas, cañoneras y... las fuerzas aéreas" turcas. Este enfrentamiento, todavía en pañales, contiene los elementos potenciales de una crisis colosal. Ahora mismo, Moscú estaría enviando submarinos en solidaridad con Chipre.
El yacimiento gasista Leviathan es el mayor de los descubiertos recientemente entre Israel y Chipre. |
Mientras el Ministro de Exteriores Ahmet Davutoğlu anda presumiendo de que Turquía se encuentra ""justo en el centro de todo", la beligerancia del AKP ha deteriorado su pregonada política de "cero problemas" con los vecinos, transformando esto en una hostilidad generalizada e incluso en hostilidades militares potenciales (con Siria, Chipre e Israel). A medida que los problemas económicos se vayan presentando, el socio de la OTAN ejemplar en tiempos podría perder todavía más el rumbo; saltan a la vista los indicios de que Erdoğan se ha puesto a emular a su venezolano amigo Hugo Chávez.
Esa es la razón, junto al arsenal nuclear iraní, de que considere la Turquía sin careta la amenaza más grave de la región.