Chipre, una isla de alrededor de 1,3 millones de habitantes próxima a Turquía y a Siria, se encuentra en la encrucijada del cambio trascendental, con grandes oportunidades y peligros. Realiza de forma tardía el gran debut en el panorama mundial después de que las cuestiones nacionales de las minorías griega y turca hayan consumido sus 51 primeros años de independencia.
La "República Turca del Norte de Chipre" controla el 37 por ciento del territorio de la isla. |
Chipre no era en absoluto el único territorio rebosante de tensiones étnicas que Londres abandonaría con el tiempo frustrado (piense en la India, Irak, Palestina y Sudán), pero fue el único en el que se reservó un papel permanente y en el que incorporaría a los estados administradores, es decir Turquía y Grecia, como garantes del estado recién independizado.
Este concierto de apariencia engañosa agravó las tensiones entre las dos minorías de la isla y sus supervisores. Aquellas tensiones estallaron en 1974 cuando Atenas intentó anexionarse la totalidad de Chipre y Ankara respondió invadiendo la isla, haciéndose con el 37 por ciento del territorio del norte. La anexión griega fracasó tras unos comienzos prometedores pero la invasión condujo a la creación de la nominal "República Turca del Norte de Chipre" (TRNC) mantenida hoy a través de unos 40.000 efectivos militares regulares destacados por la República de Turquía. Cientos de miles de colonos han emigrado desde entonces procedentes de Turquía, alterando de forma fundamental la demografía de la isla.
Chipre permaneció así 35 años, dividida, encajonada e ignorada casi por completo por el mundo exterior hasta que dos recientes acontecimientos cortan por lo sano el anónimo pero infeliz estatus quo de la isla.
La plataforma Homer Ferrington de The Noble Corporation, construida en 1985, ha empezado a realizar labores de prospección en el yacimiento gasista Aphrodite en las costas de Chipre. |
En segundo lugar, el descubrimiento en junio de 2010 de yacimientos de crudo y gas ("Leviathan") en la zona de actividad económica del Mediterráneo exclusiva de Israel lindante justo con la zona de actividad económica exclusiva chipriota sitúa de la noche a la mañana a Chipre como actor del mercado energético mundial. Los chipriotas hablan de 849.000 millones de litros por valor de 4 billones de dólares. Tales cifras atraen miradas codiciosas, sobre todo procedentes de Ankara, que exige (a través de la República Turca del Norte de Chipre) su porcentaje de los futuros ingresos de la explotación del gas. Además, la escalada del antisionismo del partido AKP combinada con las ambiciones estratégicas del Ministro de Exteriores Ahmet Davutoğlu sugieren que las reclamaciones turcas se extienden a las aguas israelíes.
Juntos, estos dos acontecimientos -- la creciente ambición turca y los posibles yacimientos de gas valorados en billones -- vinculan a Chipre y a Israel en cuestiones de autodefensa. Destacadas figuras grecochipriotas del ejecutivo, los medios y los empresarios me contaban durante una visita recién concluida a la isla del apremiante deseo de fomentar las relaciones en materia de economía y seguridad con Israel.
El Piri Reis, la única nave de exploración marítima que posee Turquía, está siendo escoltado por naves turcas mientras recorre los límites de las aguas de actividad económica exclusiva de Chipre. |
En el ámbito de la seguridad, diversos interlocutores proponen una alianza integral con Israel. Chipre se beneficia de la fuerza militar mucho mayor de Israel, de la fortaleza económica y de la fuerza diplomática. Israel, que ya ha emprendido iniciativas de defensa de las aguas nacionales en nombre de Chipre, se beneficia del acceso a una base aérea ubicada en Paphos, a 185 millas marítimas (300 kilómetros) de sus costas, perteneciente a un miembro de la Unión Europea.
Una alianza así pone fin súbitamente a la herencia chipriota de no alineamiento y diplomacia discreta diseñada para convencer a los ejecutivos de no reconocer a la República Turca del Norte de Chipre, aunque presumiblemente esa estrategia no ha producido grandes beneficios.
Frente a un líder turco probablemente mesiánico y con excesos de confianza que muestra rasgos cada vez más disfuncionales , Washington, Bruselas, Atenas y Moscú tienen importantes papeles que interpretar alentando las relaciones entre Israel y Chipre y minando así la probabilidad de agresión turca encabezada por el AKP.