"'Intelectuales violentos", percibió Rashid Khalidi, ahora de Columbia University. "Ciber-acechando", gimoteó Juan Cole de la University of Michigan. "McCartinismo crudo" olisqueó David Bartram de la University of Reading. "Totalitario" tronó Jenine Abboushi de la New York University.
¿Qué es tan ultrajante para estos académicos especialistas en Oriente Medio?. Se llama Campus Watch (campus-watch.org), y es un proyecto que empecé hace un año para "revisar y criticar los estudios de Medio Oriente en Norteamérica, con la intención de mejorarlos".
Campus Watch proporciona revisión in situ de un tema vital - piense en la cantidad de problemas que surgen de Oriente Medio. Dada la centralidad de esta región para la actual política mundial, cómo se desenvuelvan los académicos no es un asunto recóndito sino un asunto de importancia para nuestra seguridad y bienestar.
El problema es, que los estudios de Oriente Medio se han convertido en el Enron intelectual. Los académicos especializados en Medio Oriente son:
- Incompetentes: cogen las bases mal consistentemente. El Islam Militante que retratan como una fuerza democratizadora. Osama bin Laden y al Qaeda los despiden como irrelevantes. Predicen que la Autoridad Palestina será democrática. Los académicos son tan malos y lo son tan consistentemente que los funcionarios del gobierno han dejado de pedirles consejo desde hace tiempo.
- Enemigos: Muchos Académicos Americanos son hostiles a los intereses nacionales de los Estados Unidos. Así, la junta de la Middle East Studies Association (MESA) ha recomendado a sus miembros "no competir ni aceptar" becas subvencionadas por el gobierno. Esos tres especialistas que fueron recientemente procesados por terrorismo no causaron ninguna alarma entre sus colegas.
- Intolerantes: El campo está jalonado de uniformidad política y de una voluntad de no permitir puntos de vista alternativo. En un caso infame en Berkeley, el líder se sección de un curso sobre poesía Palestina hizo patentes explícitamente sus ideas en el catálogo del curso ("se insta a pensadores conservadores a mirar en otras secciones").
- Apologetas: Los especialistas generalmente evitan temas que reflejan la pobreza de la región, como la represión en el Iraq de Saddam Hussein, el antisemitismo Musulmán y la esclavitud móvil en Sudán. El presidente de MESA despreció el estudio de lo que llamó "terrorología". Los especialistas mienten activamente en algunas ocasiones, por ejemplo, negando que Jihad ha significado históricamente ofensiva guerrera.
- Abusivos: Los especialistas coaccionan a menudo a los estudiantes que se cuestionan una línea partidista regurgitada y penalizan a los librepensadores con notas más bajas.
Campus Watch intenta remediar estos problemas con un enfoque a dos bandas: ofrece a los especialistas una crítica seria, informada y constructiva; y alerta a los apoyos de la universidad - estudiantes, filántropos, padres de estudiantes, regentes, gobiernos fundadores - de los fracasos de los estudios de Oriente Medio.
El profesorado respondió a la inauguración de Campus Watch el pasado 18 de Septiembre con alegaciones furiosas de "McCartinismo" y peores. Esta intensa reacción a nuestro trabajo sugiere que (aunque se resisten) oyen nuestro mensaje. Con el tiempo, la histeria ha sido desplazada, reemplazada por aparente resignación a nuestra revisión continuada de su enseñanza y acciones.
En su primer aniversario, Campus Watch puede decir que ha tenido un impacto. El U.S. House Subcommittee on Select Education celebró una auditoría sin precedentes acerca de "cuestiones de parcialidad" en programas de estudio de Oriente Medio y otras áreas. En la Columbia University, estudiantes, facultativos y alumnos han comenzado a agitarse contra la cobertura parcial de Oriente Medio en su institución. La University of Michigan cerró un website que diseminaba la extrema versión Wahhabi del Islam.
El personal de Campus Watch dio conferencias en 48 instituciones educativas durante el pasado año académico, ofreciendo un paréntesis entre presentaciones parciales de Oriente Medio. Desgraciadamente, nuestra presencia en ocasiones inflamaba tanto a la oposición que se necesitó de guardaespaldas, detectores de metales, y (en una ocasión memorable) policía montada para asegurar nuestro derecho a hablar. En el lado positivo, tal furor incitó a una amplia cobertura mediática y debates útiles sobre Oriente Medio y la necesidad de puntos de vista diversos.
Nuestro website ha atraído más de medio millón de visitas y Campus Watch ha recibido cálidas críticas, de especialistas en Oriente Medio ("un paso importante", "un servicio incalculable").
Los estudiantes de estudios de Oriente Medio informan de que nuestro trabajo ha terminado con su sensación de abandono; en Brandeis, los estudiantes se han congregado para formar un club inspirado en Campus Watch. Además, la atmósfera ha cambiado para mejor, escribe un estudiante de la University of Chicago; la existencia de Campus Watch significa que el profesorado "ha dejado por completo de lanzar ataques personales contra los estudiantes que no están deacuerdo con ellos".
En resumen, Campus Watch ha llevado los estudios de Medio Oriente un paso más cerca del forum abierto que debería ser.