En unas declaraciones típicamente torpes, el secretario de Estado estadounidense, John F. Kerry, se quejaba recientemente de que los israelíes están demasiado satisfechos como para acabar con su conflicto con los palestinos: "La gente en Israel no se levanta cada día preguntándose si mañana habrá paz porque hay un sentimiento de seguridad, realización y prosperidad."
Si bien Kerry malinterpreta a los israelíes (es el rechazo palestino, y no la prosperidad, lo que les hizo desistir de las negociaciones), acierta al decir que tienen "un sentimiento de seguridad (…) y prosperidad". En general, son gente feliz. Según una encuesta reciente, el 93% de la población está orgullosa de ser israelí. Sí, las armas nucleares iraníes acechan, y el enfrentamiento con Moscú es posible, pero las cosas nunca han ido tan bien. Veamos en qué sentido (gracias a Efraím Inbar, de la Universidad Bar Ilán, por parte de la información que he recopilado):
• Es necesario que cada mujer tenga 2,1 hijos para mantener la población de un país; Israel tiene una tasa de natalidad de 2,65, lo que lo convierte en el único país avanzado que supera la tasa de reposición. (El siguiente es Francia, con un 2,08; la más baja es la de Singapur: 0,79.) Si bien parte de esta saludable tasa se debe a los haredim y a los árabes, la clave son los judíos laicos.
• Israel tuvo un crecimiento del PIB del 14,5% durante la recesión de 2008-12, el mayor de la OCDE. (Las economías avanzadas, consideradas de forma global, crecieron un 2,3%; de ellas, Estados Unidos lo hizo un 2,9% y la zona Euro un -0,4%). Israel invierte el 4,5% del PIB en I+D, el mayor porcentaje del mundo.
• Walter Russell Mead señala que, gracias al descubrimiento de grandes yacimientos de gas y petróleo, "la Tierra Prometida podría ser, desde el punto de vista de los recursos naturales, (…) centímetro a centímetro, el país más valioso y rico en energía del mundo". Estos recursos mejoran la posición global de Israel.
• Devorados por problemas internos, la amenaza que antaño suponían Siria y Egipto para la existencia de Israel casi ha desaparecido, por el momento. Gracias a innovadoras tácticas, los ataques terroristas han sido prácticamente erradicados. Las Fuerzas Armadas disponen de unos recursos humanos excepcionales y se hallan a la vanguardia de la tecnología militar. En cuanto a la sociedad israelí, ha demostrado su disposición a combatir en un conflicto prolongado. Efraím Inbar, un estratega, concluye que "el diferencial de poder entre Israel y sus vecinos árabes crece continuamente").
• La cuestión palestina, que ha dominado la política israelí durante décadas, pierde peso. Sólo un 10% de los judíos israelíes considera que las negociaciones han de ser una prioridad nacional. Kerry puede obsesionarse todo lo que quiera con el tema, pero, en las cáusticas palabras de un político, "para la mayoría de los israelíes debatir sobre el proceso de paz es como debatir sobre qué color de camisa llevarás cuando aterrices en Marte".
• Incluso el problema nuclear iraní podría ser menos desesperante de lo que parece. Entre el poder destructivo del arsenal nuclear israelí, mucho mayor, y su cada vez más desarrollado sistema de defensa antimisiles, el analista militar Anthony Cordesman predice que un enfrentamiento con armas nucleares dejaría a Israel muy dañado, pero destruiría a su enemigo. "La recuperación de Irán no sería posible, en el sentido convencional del término". Por muy maníacos que sean los líderes iraníes, ¿de verdad lo van a arriesgar todo?
• Los éxitos del movimiento "Boicot, Desinversión y Sanciones" son, por el momento, bastante magros (¡Stephen Hawking desdeñó la invitación del presidente Peres! ¡Un organismo de Naciones Unidas emitió otra absurda condena!). Israel tiene relaciones diplomáticas con 156 de los 193 países miembros de la ONU. Tomando en consideración diversos índices, Inbar cree que, en general, "Israel está bastante bien integrado".
• En las encuestas de opinión en Estados Unidos, la nación más importante del mundo y el principal aliado de Israel, éste, por lo general, gana a los palestinos en preferencias en una proporción de 4 a 1. Y si bien las universidades son verdaderamente hostiles, yo pregunto a los agonías: ¿dónde preferiríais ser fuertes, en el Congreso o en los campus? La pregunta se contesta por sí sola.
• Las tensiones entre asquenazíes y sefardíes han ido disminuyendo con el tiempo, gracias a una combinación de matrimonios mixtos y cruce cultural. La cuestión de la no participación de los haredim por fin se está abordando.
• Los israelíes han realizado impresionantes aportaciones culturales, especialmente a la música clásica, lo que ha llevado al crítico David Goldman a denominar a Israel "una superpotencia de bolsillo en las Artes".
Escuchad bien, antisionistas y antisemitas, palestinos e islamistas, ultraderechistas y ultraizquierdistas: estáis librando una batalla perdida, el Estado de Israel prevalece. Y, como bien concluye Efraím Inbar, "el tiempo parece estar de parte de Israel". Rendíos y buscaos otro país al que atormentar.