La pizzería se encuentra en una de las intersecciones peatonales más transitadas de Israel y estaba llena hasta la bandera con familias cuando el terrorista palestino entró despreocupadamente el pasado jueves. Colocándose deliberadamente entre los niños y los bebés, detonó un paquete explosivo lleno de clavos y perdigones, destrozándose hasta la muerte a él mismo y a 16 israelíes, así como mutilando a otros más de 100.
Menos de dos horas después, tanto la Jihad Islámica como Hamas reivindicaban la masacre. Y más tarde ese día, miles de palestinos se manifestaban jubilosos en Ramala en celebración de la carnicería. Para demostrar su patrocinio, Hamas publicó una fotografía del terrorista blandiendo un kalashnikov en una mano y un Corán en la otra.
Historial de Contención
La masacre del jueves, y el atentado de ayer en un restaurante de Haifa, siguen a cerca de 80 atentados suicida o intentos de atentado suicida palestinos contra civiles israelíes (y nortemericanos) desde la firma de los Acuerdos de Oslo en 1993. Los asesinatos de la semana pasada elevan la cifra total de muertos israelíes a manos de terroristas palestinos a más de 450 desde septiembre de 1993.
Esta violencia contraviene abiertamente los acuerdos de Oslo -- en los que los palestinos renunciaban al uso de la fuerza y prometían utilizar solamente medios políticos para lograr sus objetivos. Y lo que es peor, la Autoridad Palestina ha patrocinado una infraestructura terrorista de proporciones aterradoras, donde las alabanzas a los terroristas suicida son una característica regular de la parrilla televisiva, y donde hay en posición un arsenal de armas automáticas, granadas de mano, morteros, misiles Katyusha y misiles anti-tanque.
Los últimos meses han demostrado que las propias fuerzas de la Autoridad Palestina (Tanzim, Fuerza 17 y luchadores de Fatah) apuntan a civiles israelíes desde organizaciones ilegales tales como Hamas, la Jihad Islámica, Hezbolá, Osama bin Laden, el Frente Popular para la Liberación de Palestina, y el Frente Democrático para la Liberación de Palestina.
A pesar de este incremento de la violencia, la mayoría de los israelíes ha mantenido la esperanza de llegar a un acuerdo. De hecho, apenas en mayo -- cuando tuvo lugar un atentado suicida a gran escala, asesinando a 21 adolescentes israelíes -- las autoridades de Jerusalén no hicieron nada en respuesta, esperando aún llegar a un acuerdo. Incluso las acciones israelíes del pasado viernes -- cerrar algunos edificios palestinos en Jerusalén y destruir una comisaría de policía completamente vacía -- fueron más simbólicas que un esfuerzo serio por reconstruir la seguridad del país.
La contención israelí es de admirar, entonces y durante los últimos ocho años. Pero uno tiene también que preguntarse: ¿Cuando va a empezar el gobierno a defender abiertamente a sus ciudadanos?.
El gobierno de Estados Unidos, por su parte, debería dejar de repetir el viejo mantra de volver a la mesa de negociaciones (como hizo precisamente Colin Powell en respuesta al atentado suicida de Jerusalén). En su lugar, debería darse a Israel luz verde para proteger a sus ciudadanos, animándole a tomar medidas contra el salvajismo terrorista.
También ha llegado el momento de que Estados Unidos apoye a Israel a la hora de hacer retroceder las fuerzas del terror. Los Estados Unidos tienen otras conexiones con el atentado de la pizzería. No sólo que el restaurante fuera parte de una cadena con sede en Nueva York. Ni que al menos dos de las víctimas sean norteamericanas, incluyendo una profesora embarazada natural de Passaic, N.J. La conexión americana es mucho más profunda: La mera existencia de Hamas o la Jihad Islámica es atribuible en gran medida a la organización y financiación provenientes ide particulares residentes en Estados Unidos.
Esto puede sonar chocante o increíble. Pero he aquí varios aspectos de las conexiones norteamericanas de la Jihad Islámica o de Hamas:
www.qudscall.com. Al igual que otros grupos del terror islamista, la Jihad Islámica ha montado páginas web desde la seguridad de Occidente. Sus dos páginas principales están registradas y son mantenidas en Houston, Texas (por una unidad llamada Web Site Source, Inc.) y en Toronto, Canadá. La página con base en Estados Unidos proporciona las circulares militares del grupo, incluyendo las que reivindican las operaciones terroristas. Además, qudscall.com incluye un llamamiento a las armas: "Nuestra lucha contra los hijos de Israel en Palestina es acerca de la civilización, la ideología, la historia, y la existencia. Nuestra guerra contra ellos es larga y difícil. Nuestra base es el Qur'an; nuestro camino la jihad". Otras secciones son más explícitas, llamando al asesinato de los judíos y el ataque a americanos. Más desvergonzadamente, la Jihad Islámica solicita donaciones en su página web para su violenta jihad (guerra santa) contra Israel. Para facilitárselo al usuario, proporciona tres direcciones para enviar donaciones a ciudades controladas por la Autoridad Palestina -- la Asociación de Caridad de Gaza, la Asociación de Caridad de Jenín, y la Asociación de Caridad de Belén. En cada caso, los números de cuenta y otros detalles son proporcionados atentamente. Un alto funcionario de la Autoridad Palestina ha testificado en un juzgado norteamericano que la Asociación de Caridad es una fachada de la Jihad Islámica. La página web afirma explícitamente el propósito de la donación: "Done dinero a la jihad militar".
www.palestine-info.net. Esta es la página web oficial de Hamas, mantenida y operada desde Florida, aunque albergada oficialmente en el Líbano. Contiene reivindicaciones del crédito por atentados terroristas, listas detalladas del "glorioso récord" de atentados terroristas de Hamas, entrevistas con líderes de Hamas, biografías de terroristas suicida, y virulentos llamamientos a atacar a los judíos.
La Asociación Islámica por Palestina, y la Holy Land Foundation for Relief and Development. Estas dos organizaciones con base en Estados Unidos (con oficinas en Texas, Illinois y Nueva Jersey) apoyan políticamente a Hamas.
El Islamic Committee for Palestine, y la World and Islam Studies Enterprise. El ICP era una de las diversas "organizaciones de caridad" con sede en Estados Unidos directamente vinculada a la Jihad Islámica. (Con este argumento, fue clausurada por el FBI en 1995). Una cinta hecha pública por el Servicio de Inmigración y Nacionalización muestra a Fawwaz Damra, un imán de Cleveland, anunciando orgullosamente que el ICP "es el brazo activo del Movimiento de la Jihad Islámica en Palestina". Añade que en Estados Unidos, "por motivos de seguridad", se llama Comité Islámico por Palestina. William West, del INS, describe al ICP, junto con otra organización, la World and Islam Studies Enterprise, como "tapaderas a efectos de actividades de recaudación de fondos para las organizaciones terroristas Jihad Islámica y Hamas". West también observa que estas dos organizaciones juegan otro papel: traer extranjeros "a Estados Unidos, que son líderes y/ u operativos de la Jihad Islámica, Hamas u otras organizaciones terroristas". Se refiere al hecho de que el ICP y la WISE preparasen los visados de entrada a Estados Unidos para los tres miembros de la directiva de la Jihad Islámica.
De mención especial es Ramadán Abdaláh Shalah, que trabajó durante muchos años como profesor de la Universidad del Sur de Florida en Tampa, pero que desde 1995 ha vivido y servido en Damasco nada menos que como líder supremo de la Jihad Islámica.
Mientras tanto, la persona a cargo del ICP y de la WISE era también un profesor permanente de la Universidad del Sur de Florida llamado Sami Al Arián. A pesar de lo que se ha sabido durante años del ICP y de la WISE, continúa en una buena posición en su universidad y hasta ha asistido a cuatro actos de la Casa Blanca en los cuatro últimos años.
Camuflaje Trivial
No es necesario ser un genio para figurarse lo que debería hacer el gobierno norteamericano, empezando por la exclusión de la Casa Blanca de los líderes de grupos tapadera del terror. Una vez se haga esto, las autoridades federales deberían utilizar las herramientas de las que ya disponen para clausurar estas páginas web y organizaciones. Una orden ejecutiva de 1995 firmada por el presidente les autoriza a prohibir cualquier transacción financiera en Estados Unidos a 12 grupos, dos de los cuales son la Jihad Islámica y Hamas. Una ley de 1996 da a Washington el poder para congelar los activos de tales grupos.
A pesar de estas leyes, no se ha hecho casi nada para cerrar las organizaciones tapadera de Hamas o la Jihad Islámica. El motivo es vergonzosamente simple: Ambos grupos son lo bastante inteligentes como para no registrarse con sus propios nombres. Este camuflaje trivial funciona; el gobierno norteamericano se encuentra en un callejón sin salida y deja a los grupos en paz.
Ha llegado el momento de clausurar las organizaciones terroristas en Estados Unidos, incluso si no llevan convenientemente sus nombres formales y completos.