El gobierno de los Estados Unidos quiere que sepa que los Talibanes, que aún gobiernan parte de Afganistán, son malos Musulmanes. En su lugar, debería mostrarse que son violentos totalitarios. Hay una enorme diferencia.
Cuando los Talibanes destruyeron las antiguas estatuas Budistas en su país a comienzos de este año, Washington condenó repetidamente este derribo como anti-Islámico. Contradice "uno de los pilares básicos del Islam - la tolerancia hacia otras religiones", entonó el portavoz del Departamento de Estado. Es "un acto de intolerancia, el cual . . . no tiene, bajo nuestro punto de vista, nada que ver con el Islam", declaró uno de sus colegas.
Las atrocidades del 11 de Septiembre impulsaron al Imán George W. Bush a declarar que éstas "violan los pilares fundamentales de la fe Islámica". Su mujer emitió una fatwa condenando la represión de las mujeres en Afganistán como "un asunto ajeno a la práctica religiosa legítima".
De manera más genera, una Lista de Hechos del Departamento de estado asevera que los Talibanes "hacen mal uso del Islam" para justificar sus políticas "ilegales y no honorables". Los funcionarios Americanos hasta tienen el nervio de enseñar a los Musulmanes cómo vivir su fe.
"Aceptamos que el Islam es la religión de la mayoría de los Afganos. Pueden practicarla como quieran" según concedió el assistant secretary for South Asian Affairs. Pero, añadió, su Islam "debería encontrarse en un espíritu de tolerancia, en un espíritu de aceptación de otra fe y credos".
De modo poco sorprendente, los Talibanes rechazaron encarecidamente estas amonestaciones, Dos días después de que Bill Clinton hubiera llamado en 1999 a su trato hacia las mujeres "una terrible perversión" del Islam, contestaron: "Cualquier crítica en lo referente a los Musulmanes de Afganistán y los derechos de las mujeres debería venir de un Musulmán. Este Clinton no es un Musulmán y no sabe nada acerca del Islam o los Musulmanes".
En la misma línea, las peculiares declaraciones del Presidente Bush acerca de que el verdadero Islam sea "no violento" movieron al representante Talibán a contestar: "Me asombra el Presidente Bush cuando dice que no hay nada en el Corán que justifique la jihad o la violencia en nombre del Islam. ¿Es algún tipo de académico Islámico?. ¿Ha leído alguna vez el Corán?."
Los Talibanes tienen un punto, es muy extraño que sean los funcionarios del gobierno de los Estados Unidos los que proclamen qué es y qué no es el Islam de verdad. ¿Quiénes son ellos - ni Musulmanes ni académicos del Islam sino representantes de un gobierno secular - para enseñar a los Musulmanes su religión?. Y, siendo realistas, ¿qué Musulmanes aceptarían guía espiritual de la Casa Blanca?.
Es Interesante, la política de los Estados Unidos está deacuerdo en principio con que la intimidación es inaceptable. "No de lecciones a los Musulmanes acerca del Islam", dice un memorando interno que recibió el respaldo personal del secretario de estado. El anterior máximo funcionario del Departamento de Estado a cargo de Afganistán, Karl Inderfurth, está deacuerdo en que no es "apropiado que los no-Musulmanes den clases" sobre la fe Islámica y el Corán.
Bernard Lewis, la principal autoridad Americana en el Islam, lo dice menos diplomáticamente: "es con seguridad presuntuoso que aquellos que no son Musulmanes digan lo que es ortodoxo y lo que es hereje para el Islam".
Este es un consejo bueno y sensato. En lugar de iniciar una campaña de quijote y poco convincente para deslegitimar a los Talibanes (o a cualquier otra instancia del Islam militante) en el campo religioso, Washington debería ceñirse a su campo - la política. La opresión, pobreza, violencia, e injusticia de la ley Talibán ofrece muchas pruebas para procesarlo, sin tener que poner en tela de juicio también las credenciales Islámicas del régimen.
Vivir en Afganistán viene siendo un infierno en vida. Palizas y ejecuciones arbitrarias son un escenario común; por ejemplo, ocho chicos que se atrevieron a reírse de los soldados Talibanes fueron fusilados. En 1998, los Talibanes masacraron a 600 campesinos Uzbekos al oeste; a principios del 2001, siguieron con una masacre de 200 civiles en el centro. Para prevenir las deserciones hacia la Alianza del Norte, los Talibanes han tomado como rehenes a miles de familias de sus propios soldados y unos 400 de esos soldados fueron masacrados justamente para evitar que cambiaran de bando.
Los Estados Unidos tienen un papel poderoso en el mundo, un mensaje de individualismo, libertad, secularidad, ley, democracia y propiedad privada. Pero no debería tener nada que decir acerca de la correcta praxis del Islam (o de cualquier religión).
Es correcto que el Presidente Bush condene al gobierno Talibán por el hecho de que las mujeres sean "golpeadas por vestir calcetines que sean demasiado finos. Los hombres encarcelados por no asistir a reuniones de oración". Pero no debería dar su opinión de si estos castigos constituyen o no el Islam genuino.