Inadvertida entre los medios internacionales convencionales, una breve polémica avivaba en Oriente Próximo durante los primeros días de mayo de 1995, cuando el Presidente turco Süleyman Demirel concedía varias entrevistas a periodistas turcos en las que instaba a alterar las fronteras turcas con Irak. Si bien la polémica se esfumó con rapidez, se plantea una cuestión que podría reaparecer.
ANTECEDENTES
Tras la Primera Guerra Mundial, los victoriosos Aliados imponían en agosto de 1920 el Tratado de Sèvres al derrotado Imperio Otomano. Este texto asignaba a Rusia Estambul y la zona de los estrechos, y a continuación repartía Anatolia entre regiones helenas, italianas, galas y rusas; los turcos conservaban la soberanía exclusivamente dentro de un resquicio al noroeste de Anatolia que quedaría limitado por múltiples barreras a su autoridad. Gracias a las victorias militares de Kemal Atatürk durante el periodo entre mayo de 1919 y octubre de 1922, Sèvres nunca llegaría a implantarse, no obstante. En su lugar, en julio de 1923 se firmó el mucho más ecuánime Tratado de Lausanne, refrendando la mayor parte de las actuales fronteras de Turquía.
De hecho, el tratado de Lausanne especifica cada una de las actuales fronteras turcas menos una -- la que linda con Irak, donde se introdujo una frontera provisional solamente (bautizada "frontera de Bruselas"). Esta cuestión se dejó en el aire con vistas a "un acuerdo amistoso a rematarse entre Turquía y Gran Bretaña en nueve meses". A falta de eso, la cuestión sería remitida a la Liga de Naciones.1 El gobierno turco se opuso a renunciar a su vieja provincia de Mosul, por varios motivos: el deseo político de la población de Mosul, sus muchos turcoparlantes,2 sus reservas de crudo y el sentido de su actividad comercial. Foster 144-5 Además, efectivos británicos se encontraban a 20 kilómetros del municipio de Mosul el 30 de octubre de 1918, jornada en que Londres firmaba el Armisticio de Mudros que puso fin a su guerra contra los turcos; esto hacía muy dudosa la legalidad de la presencia británica en Mosul.
A pesar de la reivindicación turca de Mosul, Londres reclamó la provincia para Irak en su totalidad; también rechazó de plano la propuesta de Ankara de celebrar un plebiscito para valorar las opiniones en la provincia. Incapaces de alcanzar un "acuerdo amistoso", las dos partes remitieron el conflicto a la Liga de Naciones, que dio el visto bueno a que Mosul pasara a formar parte de Irak. Tras un período de tensiones prolongado, que incluyó amenazas de enfrentamiento armado en la prensa turca, Ankara firmó eventualmente un tratado3 en julio de 1926 que convertía la frontera de Bruselas en frontera internacional, dejando en Irak la región de Mosul y sus alrededor de 600.000 habitantes.4
La cuestión desapareció entonces durante 60 años, sólo para reaparecer durante la Guerra Irán-Irak, cuando el gobierno de Saddam Hussein perdió el control efectivo de la región norte de Irak. En cuatro ocasiones después de mayo de 1983 autorizó la incursión en territorio iraquí de tropas turcas que combatían a insurgentes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (Partiya Karkerana Kurdistan -- PKK). La prensa turca comenzó a plantear la cuestión de las reivindicaciones turcas sobre la región de Mosul, y el gobierno turco informó al parecer a sus aliados de la intención de hacerse con Mosul caso de caer el régimen iraquí. La guerra de Kuwáit en 1991 y el posterior derrumbe de la autoridad iraquí al norte del trigésimo sexto paralelo suscitaron la advertencia turca de que no quedarían sin réplica las violaciones territoriales sirias o iraníes de la zona de Mosul. Durante la horquilla del 20 de marzo al 2 de mayo de 1995, en una iniciativa bautizada Operación Acero, unos 35.000 efectivos turcos fueron destacados al norte de Irak en un intento de sanear las plazas fuertes del PKK.
LAS INTERVENCIONES DE DEMIREL
Justo cuando las fuerzas turcas abandonaban territorio iraquí, Demirel realizó una intervención dramática en un periódico de Estambul:
La frontera está equivocada. La Provincia de Mosul se encontraba en territorio del Imperio Otomano. De haber formado el lugar parte de Turquía, ninguno de los problemas a los que nos enfrentamos en la actualidad se habría dado.5
En otro encuentro mantenido, con columnistas de cabecera, Demirel señaló un mapa de la frontera actual y argumentó:
La frontera está equivocada en esos extremos. Se trata en realidad de la frontera de la región del crudo. Turquía empieza donde acaba esa frontera. Los geólogos trazaron esa frontera. No es la frontera nacional de Turquía. Es una cuestión que hay que rectificar. Dije hace algún tiempo que "la zona sufrirá infiltraciones cuando nos retiremos [del norte de Irak]"... Los terroristas volverán. Nos enfrentaremos a una tesitura similar en dos o tres meses. Así que corrijamos el trazado de la frontera. Turquía no puede reajustar su frontera con Irak sola. El trazado fronterizo de los márgenes ha de ampliarse a las zonas llanas. Sólo quiero señalar que el trazado fronterizo se equivoca. De haber pasado por los llanos al pie de las cordilleras, los militantes [del PKK] no habrían podido concentrarse en esa región.6
En una tercera entrevista, Demirel acusa a Occidente de seguir deseando implantar el Tratado de Sèvres: "Quieren la zona más allá del Éufrates".7
REACCIONES EN ORIENTE PRÓXIMO
Estas declaraciones suscitaron fuertes reacciones inmediatas en Oriente Medio. Un portavoz del Consejo del Mando Revolucionario iraquí en el poder decía que "Irak rechaza cualquier debate de la cuestión y advierte a Turquía de llevar a cabo cualquier intervención unilateral que vulnere la frontera nacional. Irak se opondrá a cualquier actuación de esta naturaleza por todos los medios legítimos".8 La Agencia Iraquí de Prensa advertía que "el pueblo iraquí, que cierra filas en torno a sus líderes, se opondrá a cualquier incursión en las fronteras nacionales iraquíes y la integridad territorial por todos los medios legítimos. Mesopotamia siempre permanecerá unida del extremo norte al extremo sur".9 Un diario advertía a los turcos que "jugáis a un juego peligroso y ponéis en peligro la estabilidad de Irak y de Turquía en la misma medida".10 Un columnista recuperaba para Turquía el sobrenombre de "el apestado" y advertía de la represalia iraquí ("Amputaremos las manos de los que intenten perjudicarnos").11
Las fuerzas de la oposición convenían con Bagdad en esta cuestión. El Congreso Nacional Iraquí denunciaba las intervenciones de Demirel, que, afirmaba: "vulneran… el texto de las Naciones Unidas y violan la política de vecindad y la historia de Mosul".12
El régimen iraní hacía saber su parecer a través de la Asamblea Suprema de la Revolución Islámica en Irak (SAIRI), su movimiento de iraquíes anti-Saddam. SAIRI declaraba la intervención del presidente turco "una grave amenaza a la soberanía de un país que disfruta de fronteras reconocidas internacionalmente", condenaba "cualquier amenaza a la soberanía y la integridad geográfica de Irak" y llamaba al gobierno turco "a explicar de forma satisfactoria estas intervenciones y sus razones y pedir disculpas al pueblo iraquí".13
En Egipto, el Ministro de Exteriores Amr Musa anunciaba la oposición de su gobierno a "cualquier violación de la integridad territorial árabe, incluyendo la de Irak".14 Un funcionario egipcio anónimo comentaba que "hablar de derechos históricos sobre territorios árabes es una vieja cantinela" e invitaba a Ankara a abstenerse de realizar "pronunciamientos a tenor de derechos históricos" y "perjudicar la integridad territorial iraquí".15 El editor jefe de un diario cairota presentaba las palabras de Demirel como exigencia de que parte de Irak sea anexionada por Turquía y achacaba esto sobre todo a la "maldita agresión a Kuwáit" por parte de Sadam. Pero "lo que provoca indignación realmente", destacaba, "es el silencio de los países occidentales, notablemente Estados Unidos".16
RETRACTACIÓN
Demirel respondió a éstas y otras intervenciones ofreciendo más entrevistas. El 8 de mayo se retractaba ligeramente: "La conversación del cambio [en la frontera] ha de proceder a través del diálogo y la coordinación con los países aludidos".17 (El uso del plural -- "países" -- sugiere incorporar al debate en Estados Unidos, lo que tiene sentido, al controlar parcialmente Irak al norte del trigésimo sexto paralelo). Cuando este pronunciamiento no logró acallar a sus críticos, Demirel fue todavía más allá y en la práctica desmintió que dijera lo que había dicho anteriormente:
Las opiniones que esbocé han sido malinterpretadas. La frontera entre Irak y Turquía no es problema. Sin embargo, esa tesitura no es una cuestión que pueda resolverse ahora. Turquía no tiene planes de hacer uso de la fuerza para resolver el problema ni para ganar territorios. Aun así, algo podría haberse logrado a través de la cooperación entre las poblaciones de los dos países. Es algo que sugerí hace algún tiempo. Ahora mantenemos ese enfoque.18
El embajador turco en Teherán negó explícitamente cualquier intención turca de ocupar Mosul e interpretó que Demirel no había hecho más que "insinuar que puede hacerse un pequeño cambio en algunos tramos fronterizos con el permiso de las dos partes".19 Demirel en persona se retractó de forma enfática de sus intervenciones previas en un periódico árabe:
Turquía no tiene ninguna reivindicación regional sobre ninguno de sus vecinos, Irak incluido. La cuestión de Mosul se zanjó en 1926 y hoy se considera un punto de la agenda exterior turca… Turquía carece de cualquier política a tenor de cualquier concierto fronterizo nuevo y no tiene planes de reabrir tales asuntos.20
Esta retractación enfática complació evidentemente a Bagdad, que replicó con palabras tranquilizadoras. El parlamentario iraquí de visita en Ankara Safa' al'Umar declaró que los dos países habían pasado una nueva página en sus relaciones.21 El Vicepresidente Taha Yasín Ramadán anunció el interés de su gobierno en mantener "fuertes vínculos vecinales con Turquía".22 Y de esa forma, el episodio se cerró aparentemente, de forma temporal por lo menos. Pero nada se resolvió realmente y la cuestión de Mosul podría escalar a crisis, sobre todo si el gobierno iraquí sigue debilitándose.
1 Para examinar el texto del acuerdo, consulte J. C. Hurewitz, ed., Oriente Próximo y el norte de África en la política mundial: una crónica documentada, segunda edición (New Haven, Conn.: Yale University Press, 1975-79), volumen 2, páginas 326-37.
2 De su importancia, consulte Koçsoy, Irak Türkleri (Istanbul: Bogzzzaziçi Yayïnlarï, 1991), páginas 4-8.
3 Texto en Oriente Próximo y el norte de África, volumen 2, páginas 372-74. A tenor del acuerdo de Mosul, consulte Stephen Hemsley Longrigg, Irak, 1900 a 1950: crónica política, social y económica (Oxford: Oxford University Press, 1953), páginas 152-56; Lord Kinross, Ataturk: biografía de Mustafá Kemal, padre de la Turquía moderna (Nueva York: William Morrow, 1965), páginas 463-66.
4 Como relato de esta cuestión, consulte Henry A. Foster, La creación del Irak moderno: producto de fuerzas mundiales (Norman: University of Oklahoma Press, 1935), capítulo VIII.
5 Zaman, 3 de mayo de 1995. Esto y las crónicas mediáticas siguientes proceden del Foreign Broadcast Information Service, el Daily Report y el Mideast Mirror.
6 Hürriyet, 2 de mayo de 1995.
7 Milliyet, 2 de mayo de 1995.
8 Agencia Iraquí de Prensa, 4 de mayo de 1995.
9 Ídem.
10 Al-Qadisiya, 8 de mayo de 1995.
11 Ath-Thawra, 7 de mayo de 1995.
12 Voz del Pueblo Iraquí, 8 de mayo de 1995.
13 Voz de la Revolución Islámica Iraquí, 4 de mayo de 1995.
14 Agencia de Prensa de Oriente Próximo, 5 de mayo de 1995.
15 Al-Hayat, 4 de mayo de 1995.
16 Jalal Duwaydar, Al-Ajbar, 4 de mayo de 1995.
17 Show Television, citado en el Al-Hayat, 10 de mayo de 1995.
18 Cumhuriyet, 19 de mayo de 1995.
19 Ajmet Midhat Balkan, entrevistado en el Abrar, 27 de mayo de 1995.
20 Ash-Sharq al-Awsat, 4 de junio de 1995.
21 Agencia de Prensa de Oriente Próximo, 7 de junio de 1995.
22 Agencia Jordana de Prensa, 14 de junio de 1995.