The Washington Post llegó durante el fin de semana con un editorial que insta al Senado a rechazar la elevación de Daniel Pipes al United States Institute of Peace. Don Pipes es director del Middle East Forum, un grupo de estudio radicado en Filadelfia, y es columnista del New York Post y colaborador habitual de la publicación neoyorquina Commentary. Es uno de los articulistas del terrorismo islamista militante más documentados, de la amenaza que reviste para América y de cómo debería de abordarla nuestro país, cosas que son sin duda la razón de que su elección levante tanta polvareda. The New York Sun publicaba la pasada semana que los detractores de la elección vienen sustentando su oposición en parte sobre lo que Pipes ha llamado una cita inventada de una publicación que el American Israel Public Affairs Committee llama "ruidosamente anti-Israel". Otras citas adjudicadas por algunos de los críticos de Pipes están alteradas o sacadas de contexto.
El argumento del Washington Post en contra de la elección es más sofisticado que las prácticas fraudulentas utilizadas por algunos de los apologistas de los terroristas radicales, pero por poco. El Post dice que la elección debería ser considerada porque arroja "sal a la herida" de los musulmanes estadounidenses, más preocupados que nunca por ser objeto de especial escrutinio".
Bueno, es asombroso que el Washington Post realice una generalización tan abrumadora de las opiniones de la elección de Pipes de los musulmanes estadounidenses. Simplemente no es cierto. La publicación Pakistan Today, por ejemplo, informaba la pasada semana que: "Muchos musulmanes estadounidenses moderados, frustrados e indignados por las políticas radicales de organizaciones islamistas militantes dentro de Estados Unidos y por sus esfuerzos de retratarse como única voz del islam, han celebrado la elección de Daniel Pipes". El artículo cita a un escritor afincado en Washington, Jamal Hasán; a un estudiante de medicina, Jurshid Ajmed; a un erudito del islam, Jalid Durán; al presidente del Consejo para la Democracia y la Tolerancia, Tashbij Sayyed; a Jurshed A. Chowdhury, de Washington; a Younus Mansour; y a Nonie Darwish — partidarios todos de la elección de Pipes.
La votación de la elección de Pipes en el pleno será una forma útil de arrojar luz sobre la opinión legislativa en estas cuestiones. Los neoyorquinos pueden enorgullecerse de que uno de nuestros cuatro senadores, Charles Schumer, ya haya expresado apoyo a Pipes, informándonos de que se inclina por apoyar la elección. El Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones del Senado, que tiene jurisdicción sobre la elevación, alberga varias figuras relevantes, incluyendo a otro senador por Nueva York, Hillary Clinton; a un candidato presidencial Demócrata, John Edwards, y al senador por Massachusetts Kennedy, que tiene previsto intervenir la noche del miércoles en una cena de gala del Instituto Árabe Americano. El Instituto Árabe Americano ha difundido una encendida nota de prensa que insta al Senado a rechazar la elevación de Pipes a cuenta de lo que llama sin ningún fundamento "la retórica racista y con prejuicios" de Pipes — pero aun así, la cena del Instituto Árabe Americano está en parte patrocinada por ese faro de la tolerancia, el reino de Arabia Saudí.
Los musulmanes americanos moderados, junto a los americanos de toda confesión interesados en nuestra seguridad y la amenaza terrorista que plantea el islam militante, seguirán los acontecimientos para ver cómo se decanta el Senado en la elección de Pipes. Será una prueba de la disposición de los senadores a hacer frente a lo que con tanta precisión el Pakistan Today llama "las políticas extremistas de organizaciones islamistas militantes dentro de Estados Unidos".