Llegó por sorpresa que Abdurahman Alamoudi, líder Islamista Americano, fuera arrestado en Septiembre del 2003 y acusado de estar implicado en actividades del estilo de James Bond. He aquí un extracto de las casi 800 palabras de "declaración jurada en apoyo de denuncia criminal":
Fue arreglado para que recibiera una donación importante en efectivo durante su estancia en el Londinense Metropole Hotel, en Edgware Road, Londres, entre el 11 y el 16 de Agosto del 2003. Alamoudi dijo a los funcionarios de la Rama Especial (de la Unidad Nacional de Investigaciones Financieras Terroristas, Reino Unido) que la mañana del miércoles, 13 de Agosto del 2003, recibió una llamada telefónica a su habitación de alguien que hablaba Árabe con acento Libio, informándole de que tenía "algo" para él. El individuo llegó a la habitación de Alamoudi y le dio un pequeño portafolios del estilo de un "Samsonite". Alamoudi declaró que no hubo conversación alguna y que el visitante salió precipitadamente de la habitación. Al abrir el maletín descubrió 340.000 dólares en divisa de los Estados Unidos.
¿En qué podría estar metido este tipo político de mediana edad, un inmigrante que había fundado varias organizaciones Islamistas en Estados Unidos, que había trabajado para el gobierno de Estados Unidos y había asistido a actos de la Casa Blanca?.
Tras ocho meses, finalmente tenemos algunas pistas de lo que Alamoudi estaba montando, gracias a un informe del New York Times de hoy de Patrick E. Tyler, revelando (de fuentes anónimas) que Alamoudi estuvo implicado en un complot Libio "para asesinar al rey de Arabia Saudí y desestabilizar el reino rico en crudo".
El próximo capítulo aparece en la Cumbre de emergencia de la Liga Árabe de Marzo del 2003 en Sharm El- Sheikh, cuando el Coronel Muammar el- Gadafi de Libia y el Príncipe Abdullah de la Corona de Arabia Saudí intercambiaron insultos en sesión abierta, acusándose mutuamente de venderse a poderes coloniales. Así es como el Christian Science Monitor informó del suceso:
El Coronel Muammar Gadafi acusó a los líderes de Arabia Saudí de hacer un "pacto con el diablo" - preparando el camino para la presencia Norteamericana en la región al permitir que tropas Americanas defendieran la península Arábiga durante la Guerra del Golfo hace doce años…
El enfermo Príncipe de la Corona de Arabia Saudí, con su cabeza cubierta por un kaffiye tradicional blanco, no disfrazó su rabia ante las observaciones de Gadafi. "Arabia Saudí nunca ha trabajado para los intereses de los Estados Unidos", dijo, sacudiendo su dedo índice frente al líder Libio. "Eres un mentiroso y tu tumba te aguarda". El príncipe de la corona estaba en pie y caminó hacia la puerta al tiempo que la "retransmisión en directo" de Egipto de los prolegómenos se quedaba súbitamente en blanco.
(La versión del New York Times cita más poéticamente a Abdullah diciendo a Gadafi, "tus mentiras te preceden y tu sepulcro está frente a ti").
Según se informa Alamoudi dijo a los fiscales que se reunió con Gadafi dos veces en el 2003 para discutir un plan de asesinato. Uno de los jefes Libios de inteligencia que informa directamente a Gadafi, Abdullah Senoussi, convocó la primera reunión en Junio del 2003. Alamoudi, "quién había sido reclamado desde Estados Unidos", escribe Tyler, estuvo presente en la reunión y se le dieron instrucciones de trabajar con el Coronel Mohamed Ismael, un oficial de inteligencia Libio bajo custodia Saudí, para iniciar una campaña de "desestabilización" reclutando gente de entre las fuerzas de la oposición Islamista en Londres.
Tan vital era Alamoudi para el plan que Gadafi hizo que todos los demás abandonaran la estancia para hablar en privado con él. "¿Por qué coopera usted con nosotros en contra del príncipe de la corona de Arabia Saudí?" le preguntó Gadafi. "Porque desapruebo lo que el príncipe de la corona le dijo", contestó Alamoudi (para el oído de este observador, muy poco convincentemente). Gadafi le dio instrucciones, "quiero al príncipe de la corona muerto mediante asesinato o por medio de un golpe". Alamoudi e Ismael viajaron al parecer a Londres para localizar y reclutar Islamistas Saudíes, gastando 2 millones de dólares en efectivo por el camino.
Alamoudi después volvió a Trípoli a principios de Agosto y de nuevo se reunió con Gadafi. "¿Cómo es que no he visto nada aún?. ¿Cómo es que no he visto rodar cabezas?". Gadafi le exigió resultados. Alamoudi le aseguró que sus planes progresaban.
El 13 de Agosto, Alamoudi recibió 340.000 dólares en Londres de la inteligencia Libia.
Tyler observa que el Coronel Ismael corroboró muchos detalles de esta trama y ha agregado otros propios - tales como el hecho de que cuatro terroristas Saudíes debían asaltar la caravana del príncipe Abdullah con misiles personales o lanzagranadas, al parecer desde una habitación del Hotel Hilton en La Meca mientras el Príncipe fuera camino de la Gran Mezquita.
Finalmente, Tyler informa de que "una persona cercana a Alamoudi" dice que Alamoudi se unió a la conspiración "porque necesitaba desesperadamente dinero". Esto es confirmado por la querella criminal, que observa que cuando fue interrogado el 11 de Agosto del 2003, Alamoudi "indicó que él es el Presidente de la AMF (Fundación Musulmana Americana) y que financiar el trabajo de la organización es una lucha constante".
Comentarios:
(1) Hay algo vagamente absurdo en Alamoudi, un burócrata residente en Washington, envuelto en una intriga internacional de esta clase, pero sí que apostar por la incompetencia parece un hábito del régimen de Gadafi.
(2) Que Alamoudi, un Islamista, estuviera dispuesto a trabajar contra el régimen Saudí señala para el que suscribe al lado más radical (léase estilo Talibán, antimonárquico) en la emergente guerra civil en ese país; en otras palabras, es tan radical que quiere destronar al régimen Wahabí.
(3) La conexión Libia no parece ser el único vínculo terrorista que Alamoudi mantuvo. El Boston Herald informó en Octubre que el Palm Pilot de Alamoudi, requisado por la policía Británica en Agosto, "contenía los nombres de siete hombres designados por el gobierno de Estados Unidos como terroristas globales", nombrando después a tres de esos "terroristas globales": Yassin al-Qadi, Youssef M. Nada, y Ahmed Nasreddin. El Herald también reveló contactos entre Alamoudi y la dirección de Hamas, una organización designada terrorista por los Estados Unidos.
(4) Que la Sociedad Musulmana Americana el 15 de Mayo del 2004, concediera su "Premio Especial al Servicio a la Comunidad" del 2004 a Alamoudi sugiere, tristemente, que él no es un punto gris de la red Islamista que domina la vida Musulmana Americana sino un símbolo de su extremismo.
(Para actualizaciones sobre esta materia, véase las últimas entradas en "Los Estados Unidos de América versus Abdurahman Muhammad Alamoudi").