Fawaz Damra, el líder de origen Palestino de la mezquita más grande de Ohio, fue condenado ayer por mentir acerca de sus conexiones con organizaciones terroristas cuando solicitó la ciudadanía Americana. En consecuencia puede ser condenado a hasta cinco años de prisión, ser multado con 5.000 dólares, y afrontar la deportación.
El caso del alto tribunal dio un vuelco por cintas de video en las que Damra aparece llamando a los Judíos "los hijos de monos y cerdos" y diciendo que la nación Musulmana no recuperará su gloria hasta su "eliminación".
Retado con la tarea desalentadora de justificar estas y otras declaraciones, el equipo de la defensa invitó a dos especialistas académicos en el Islam y Oriente Medio para colocarlas en contexto y neutralizarlas. Una tarea nada fácil, seguro, pero muy del tipo que los profesores de estudios de Oriente Medio, versados en teoría post-moderna y todo eso, están bien preparados para hacer.
El dúo consistía en Scott Alexander, director de estudios Católico -Musulmanes en la Unión Teológica Católica de Chicago, y Michael Dahan, profesor de ciencias políticas en la Universidad Hebrea en Jerusalén. Estaban listos para hacer su trabajo. Alexander explicó en testimonio pre- juicio:
Tan incuestionablemente lleno de odio y en consecuencia moralmente reprensible como tal lenguaje es, cuando los Palestinos se refieren a los Judíos como "descendientes de los monos y los gorrinos" o cuando animan a apoyar a aquéllos que "matan a Judíos", ellos lo hacen con la autoimagen razonablemente justificable de víctima y perseguido, no de victimizado y perseguidor.
Por su parte, Dahan afirmó en el testimonio que "Las declaraciones que Fawaz Damra hizo en las cintas eran ejemplos de retórica política utilizada con frecuencia por los Palestinos durante ese período de tiempo".
Por otra parte, anunció a lo grande que "llegó a esta conclusión basándose en el uso de la metodología de análisis del discurso". El Análisis del Discurso es una teoría oscura y altamente compleja que se aplica generalmente a pueblos indígenas en análisis de diálogo conversacional. Dahan lo utiliza para insistir en que uno no puede tomarse declaración violenta y llena de odio alguna en serio. Es decir, Damra realmente no quería decir lo que dijo.
¿Con tal poderoso equipo de testigos alineados, con sus creativas argumentaciones, cómo podría la defensa perder?.
Pero entonces algo inesperado ocurrió.
Ambos académicos se arrugaron.
En la víspera del juicio, Alexander dio un giro inesperado. Dijo a la corte que no proporcionaría experto testimonio por Damra. Y entonces, en lugar de alejarse en silencio, tomó la medida sorprendente de escribir una carta a la prensa en la que abiertamente condenaba las mismas declaraciones de Damra que había tan vigorosamente defendido previamente. Su carta indicada: "El Sr. Damra sí promovió de hecho la violencia y el odio. Condeno sin reservas los discursos y las acciones del Sr. Damra a comienzos de los años 90 cuando defendía y recaudaba fondos para movimientos que perpetran ataques violentos contra ciudadanos Israelíes".
No menos asombroso, durante la investigación del caso, es que la Sra. Blumenfeld descubriera que el testimonio jurado de Dahan fue plagiado a partir de dos fuentes, una tomada totalmente fuera de contexto referente a las percepciones Finlandesas de los medios de comunicación y la otra de una definición de un libro de texto de Análisis del Discurso. Dahan había citado partes sustanciales del texto original en su testimonio. Lo que es aún más incriminatorio, su bibliografía le expuso, porque Dahan copió inadvertidamente de su fuente una referencia a un libro que no citó.
Comprensiblemente, la defensa no utilizó los testimonios escritos de estos eruditos. Y uno sólo puede imaginarse cómo, en el estrado, un arrepentido Alexander o un expuesto Dahan habrían dañado el caso de Damra. Así se encontró el imán privado de los testimonios de estas grandes estrellas en su firmamento.
Sin contar con la ventaja de estas mentes brillantes y dedicadas, el jurado no pudo ser persuadido de que los exabruptos de Damra eran perfectamente aceptables. Así que hizo lo que tenía que hacer y, tras una corta deliberación, encontró a Damra culpable de mentir.
Quizá haya una lección que aprender para abogados en la autodestrucción de la defensa de Damra: elijan a su especialista en Oriente Medio sabiamente, dado que el incorrecto puede minar su cuidadosamente construida defensa.
Daniel Pipes es director del Middle East Forum. Teri Blumenfeld es una escritora en Silicon Valley, California.