Cuando el FBI nos informa que los padres están dispuestos a gastar hasta 6.5 millones de dólares en sobornos para que sus hijos ingresen a universidades de prestigio, nos dice esencialmente que todo —aparentemente todo— está yendo muy pero muy bien en las universidades estadounidenses. Pero Warren Treadgold nos cuenta que esto es una ilusión.
Treadgold es un profesor distinguido de historia bizantina en la Universidad St. Louis, y también ha enseñado en Berkeley, Florida International (FIU), Hillsdale, Stanford, y la Universidad de California (UCLA). Habiendo ingresado a la academia en 1967, se ampara en su larga experiencia para acusar y no obstante ofrecer soluciones, que buscan remediar la institución más importante de izquierda en Estados Unidos. Su libro, The University We Need (Encounter, 2018) —"La universidad que necesitamos"— presenta su caso con perspicacia y un toque ligero.
Warren Treadgold. |
Treadgold informa que hay una podredumbre profunda. Los comités que buscan profesores no suelen seleccionar a los candidatos más capaces, pues sus miembros temen verse suplantados por ellos. Sugiere incluso que hoy rechazarían a Albert Einstein. En cambio, generalmente favorecen "solamente a aplicantes negros, hispanos, y mujeres que mantienen el tipo de visiones que la universidad aprueba". No sorprendentemente, los estudiantes de posgrado preparan tesis oscuras, llenas de jergas raras, y "pocas publicaciones de moda", con la esperanza de ganarse el favor de los perezosos comités de búsqueda. Los profesores sobornan a los estudiantes con calificaciones altas para obtener de ellos evaluaciones positivas. Los administradores (es decir, "profesores desinteresados en la enseñanza y la investigación") se han duplicado en número en las últimas décadas.
Peor aún es el pensamiento ideológico de grupo. "La opinión dominante considera que la lucha contra el racismo, el sexismo y otras formas de opresión es tan vital que reemplaza a todo lo demás" —incluida la erudición seria y la enseñanza adecuada de los jóvenes (resultando en "cursos mediocres en asignaturas sin relación"). Reinando en casi todas las instituciones de educación superior se encuentra el dogma izquierdista; que insiste en juzgar el pasado según los estándares actuales, celebra a los grupos presuntamente oprimidos, reemplaza los hechos con "narrativas", y se postra ante la "justicia social".
Todo esto importa, argumenta Treadgold, porque lo que comienza en la universidad se extiende al país en su conjunto. Basta con mirar a la Corte de Apelaciones de los Estados Unidos para el Noveno Circuito, o a los demócratas radicales en la Cámara de Representantes. En efecto, "necesitamos buenas universidades del mismo modo en que necesitamos electricidad y agua potable confiable".
Portada de The University We Need. |
Pero, ¿dónde encontrarlas? Los intentos por arreglar las instituciones existentes fracasan, tal y como aprendió por las malas John Silber de la Universidad de Boston. Sin importar cuán dedicado y capaz sea, un presidente no puede darle a su universidad la vuelta de tuerca que necesita sin que eventualmente se afloje. Por eso, Treadgold prevé, en cambio, la construcción de una nueva gran universidad desde cero.
Esta nueva universidad contará con un debate real, nada de "zonas seguras" (safe zones); los administradores serán temporales, nunca permanentes; habrá excelencia académica, cero conformidad; también diversidad de ideas, no de color de piel; con educación general, no cursos idiosincráticos (¿"Momias, Zombis y Vampiros"?); viajes de estudio al extranjero, no a otros campus exteriores; departamentos fuertes antes que estudios interdisciplinarios; y verdadera erudición académica, ya basta de tonterías posmodernas.
La descripción del curso "Momias, Zombis y Vampiros" brindado por la Universidad de Florida Central (UCF). |
La visión de Treadgold presta cuidado a los detalles más específicos. Por ejemplo, en su planificación del campus, las camas son estrechas, pues "deberían ayudar a desalentar las pernoctaciones". Propone una ubicación a 25 millas de Washington D.C., accesible a los pasillos del poder, pero sin sentirse abrumada por ellos.
De interés particular, pide centrarse en temas que otras universidades evitan por ser demasiado controversiales, como "la ingeniería climática, las consecuencias de la ruptura familiar, y las inconsistencias filosóficas de la culpa colectiva". Él predice que esta recién llegada desafiará el formal mundo de las universidades elitistas, alterará el status quo, y creará un nuevo estándar de calidad.
En un análisis separado, Frederick M. Hess y Brendan Bell hacen las cuentas y concluyen que construir y dotar semejante universidad costará 3.4 mil millones de dólares. Es una suma considerable, pero vale considerar que en 2017 los donantes dieron 43.6 mil millones a la educación superior. Además, 3.4 mil millones son solo una fracción de la vasta riqueza de algunos conservadores (hola Charles y David, hola Sheldon, hola Rupert). Solos, o en combinación, podrían, al gran estilo del siglo XIX, financiar la "universidad que necesitamos".
Una cama angosta de dormitorio. |
Si este plan rompe drásticamente con los precedentes —pues hace más de un siglo que no se funda una gran universidad privada de investigación—, su impacto potencial podría inspirar la apertura de las billeteras. Treadgold sostiene que "nada que un donante pueda hacer hoy podría tener un impacto social, cultural o político tan grande y a largo plazo como la financiación de una nueva universidad líder". Pero esto debe ocurrir pronto. El tiempo se está acabando. Los académicos que formarían parte del personal de esta institución se están jubilando o muriendo, y no están siendo reemplazados.
La Universidad de Chicago, fundada en 1890. |
The University We Need es un libro magistral que busca engrandecer y continuar la tradición de velar por la educación superior estadounidense. Pero, ¿encontrará audiencia? Más específicamente, ¿responderán los multimillonarios conservadores al llamado de atención de Treadgold?
Daniel Pipes (DanielPipes.org, @DanielPipes) es el presidente del Middle East Forum. © 2019 por Daniel Pipes. Todos los derechos reservados.
Ilustración del Washington Times. |