Una encuesta a gran escala, ampliamente difundida, "La Conversión de los Valores Europeos a los Valores de la Derecha", sugiere que Europa occidental se está volviendo conservadora. Pero una mirada más de cerca a los datos muestra que este no estaría siendo el caso.
La Foundation pour l'innovation politique (o la fundación Fondapol), que se reconoce a sí misma como una usina de pensamiento progresiva y liberal, encuestó a 7.603 participantes en Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia, entre el 20 de enero y el 10 de febrero de 2021. En un claro contraste con las tendencias históricas, encontró que los jóvenes son más conservadores que los viejos, planteando así el viraje hacia el conservadurismo señalado por el título.
Para ser precisos, el 41 por ciento de los jóvenes (definidos como aquellos entre 18 y 34 años) se asocian con la derecha, como así también el 38 por ciento de los ancianos (con 50 años o mayores). Por otro lado, el 24 por ciento de los jóvenes y el 30 por ciento de los ancianos están con la izquierda. Vale mencionar que los encuestadores no definen estos términos, dejando que sean los propios encuestados quienes lo hagan. Aunque las diferencias estadísticas no son grandes, los jóvenes generalmente se vuelven más conservadores con los años. Asumiendo que estos cuatro países sean representativos de Europa occidental en su conjunto, estos datos sugieren que la derecha continuará acrecentando su ventaja sobre la izquierda en el continente.
El autor de la encuesta de Fondapol, Victor Delage, entiende este giro hacia la derecha como una respuesta a tres temas candentes en el debate europeo: "hostilidad hacia la inmigración, desconfianza del islam, y una preferencia por el liberalismo económico".
Ahora bien, los datos de Fondapol sobre los dos primeros asuntos muestran una contradicción flagrante con la explicación de Delage. Primero, los jóvenes aceptan a los inmigrantes mucho más que sus mayores: solo el 46% del grupo etario entre 18 y 24 coincide en que "hay demasiados inmigrantes" en su país, mientras que el 60 por ciento de los ancianos promedio asiente. En segundo lugar, Fondapol descubre que el 44 por ciento de los jóvenes en Francia (pues no preguntó esta pregunta en otro país) acuerda que "el islam representa una amenaza para el país", algo con lo que el 72 por ciento de los mayores coincide. Tamaña diferencia.
Dando por asumido que los números de Francia apliquen para los otros tres países, estas cifras parecen señalar una contradicción: mientras que una pluralidad de jóvenes se identifica con la derecha, los mismos también se preocupan menos por la inmigración y el islam; actitudes que, precisamente, son asociadas con la derecha. ¿Cómo es posible que estén más a la derecha que sus mayores, y sin embargo sentirse menos ansiosos acerca de los asuntos prioritarios de inmigración e islam?
Cuatro primeros ministros conservadores falsificados en un bote en junio de 2014. Desde la izquierda, el primer ministro británico David Cameron, la canciller alemana Angela Merkel, el sueco Fredrik Reinfeldt, y el holandés Mark Rutte. |
Tenemos que mirar a los partidos y a los líderes asociados con la derecha en Europa occidental para resolver la contradicción. Liderada por Angela Merkel de Alemania, la voz dominante de la derecha respetable no tiene ningún problema con el número actual de inmigrantes o con la compatibilidad del islam con los valores autóctonos. Lo mismo ocurre con sus epígonos en el Reino Unido (por ejemplo David Cameron), Holanda (Mark Rutte), Francia (Nicolas Sarkozy), España (Mariano Rajoy), Suecia (Fredrik Reinfeldt) y en otros sitios.
Para centrarnos en Merkel, la canciller promovió la idea de Willkommenskultur, o una "cultura de bienvenida" hacia los migrantes, implicando entonces que los extranjeros —sin importar de donde vengan o cual sea su estatus legal— tienen legítimamente sitio en Alemania. Respondiendo a su ministro de interior, Host Seehoffer, quien dijo que "el islam no pertenece a Alemania", Merkel insistió con que "el islam pertenece a Alemania". Otras figuras conservadoras han hecho observaciones similares.
En otras palabras, los "valores de la derecha" mencionados por la encuesta de Fondapol representan una versión atenuada de lo que un verdadero conservador entiende por esa frase. La encuesta se centra en asuntos económicos, específicamente en el rol del Estado. Apenas se detiene en valores tradicionales, la educación, la responsabilidad individual, la independencia nacional, el libre mercado, la igualdad ante la ley, la familia nuclear, el castigo del crimen, y la libertad de religión y expresión. Mucho menos, la encuesta no incluye temas de la guerra cultural, como el racismo, la discriminación positiva (affirmative action), inequidad de ingreso, cambio climático, la cultura de la cancelación (cancel culture), aborto, matrimonio homosexual, o transexualismo.
Horst Seehoffer, el ministro de Interior de Alemania. |
Desde una perspectiva más amplia, los europeos occidentales no se están acercando a los "valores de la derecha", pero más bien todo lo contrario. Se están alejando cada vez más de ellos. Fondapol lo tiene al revés: con la excepción de los temas económicos, los valores de la izquierda crecen y son preponderantes. Tal y como nos parece a nosotros que lo miramos desde fuera.
Daniel Pipes (DanielPipes.org, @DanielPipes) es el presidente del Middle East Forum y un Miembro Visitante senior en el Mathias Corvinus Collegium en Budapest. © 2021 por Daniel Pipes. Todos los derechos reservados.