Muqtedar Khan, de la Brookings Institution, ha anunciado en un artículo reciente del Daily Times de Lahore el nacimiento el 13 de diciembre del 2004 de otra organización más de musulmanes americanos que afirman ser moderados. No carece de ambiciones: "Hoy, con la creación del grupo musulmán americano de planificación política, los musulmanes moderados de América tienen un nombre y una dirección". Desafortunadamente, en su forma inicial, el AMGPP no parece ser moderado en absoluto.
Más bien se parece al Sindicato Progresista Musulmán (que abrió sus puertas virtuales un mes antes, y el cual he analizado en una extensa entrada del blog). Las dos organizaciones tienen personal solapado, algunos de izquierdas (Ahmed Nassef) y otros islamistas (Salam Al-Marayati). Comparten un sentimiento americano (en contraste con muchas otras organizaciones musulmanas, con su calidad más de inmigrante). Su diferencia principal parece ser que el PMU tiene su sede en Nueva York y el AMGPP en Washington; esto significa que mientras uno tiene un apartado regular acerca de "El sexo y la umma", el otro incluye la frase "planificación política" en su nombre. Uno intenta estar en forma, el otro ser influyente.
La apuesta desnuda del AMGPP por el poder es de mención aparte. Por un lado, ofrece ayuda al gobierno norteamericano:
El AMGPP está dispuesto a desempeñar un papel muy activo en ayudar a mejorar la imagen de Estados Unidos y afrontar la ola de fundamentalismo y antiamericanismo del mundo musulmán. El grupo está deseoso de asumir un papel líder en temas de diplomacia pública y alcance, a favor del Departamento de Estado y actuar como portavoz de las políticas norteamericanas, las preocupaciones y los intereses.
Por otra, busca sacar la máxima tajada:
Sin embargo, para poder desempeñar el papel de corredor honesto, el AMGPP debe estar convencido de que las políticas que está deseando defender y explicar se merecen defensa. Esto sólo puede lograrse mediante la inclusión de los musulmanes americanos en el proceso de planificación política. Los musulmanes americanos no pueden explicar o defender políticas con las que discrepan y en cuya fabricación no han tenido mano.
Es decir, solamente si el gobierno de Estados Unidos nos da autoridad en los temas que nos preocupan, le ayudaremos. La oferta del AMPGG, que suena más a amenaza que como una oportunidad, plantea la pregunta obvia: ¿qué autoridad puede reclamar para supervisar la política?.
Como el PMU y las organizaciones islamistas, el AMGPP persiste en la noción desacreditada de que "el Islam y los musulmanes son demonizados en Estados Unidos, la situación de sus derechos civiles es terrible y los musulmanes son excluidos rutinariamente de las deliberaciones políticas". Khan también continúa con el viejo tropo de "la creciente islamofobia en Estados Unidos". En realidad, los crímenes de odio y los casos demostrables de discriminación contra musulmanes son extremadamente raros - numéricamente, por ejemplo, mucho menores que los incidentes anti-judíos.
De ser el AMGPP verdaderamente moderado, reconocería, junto con Abdel Rahamán al-Rashid, que mientras que no todos los musulmanes son terroristas, "es igualmente cierto, y excepcionalmente doloroso, que casi todos los terroristas son musulmanes". Al-Rashid insiste en que, como musulmanes, "no podemos limpiar nuestro nombre a menos que nos hagamos cargo del hecho vergonzoso de que el terrorismo se ha convertido en una empresa islámica; un monopolio casi exclusivo, implementado por hombres y mujeres musulmanes". Que el AMGPP se hiciera cargo de este problema señalaría moderación. Que lo oculte, sugiere lo contrario.
Además, Khan no critica a las organizaciones islamistas que llevan la voz cantante en Estados Unidos sino que, al afirmar que muchos musulmanes moderados "llevan trabajando como individuos o como parte de organizaciones musulmanas americanas corrientes", las condona. Si hay una reclamación única a hacer a una organización presuntamente moderada, sería la de denunciar, explícita y específicamente, al lobby wahabí que domina la escena musulmana americana.
También preocupantes son los individuos asociados con el AMGPP en su etapa inicial, incluyendo a Yahya Basha (presidente del hoy difunto American Muslim Council), John Esposito (importante académico apologeta del Islam), y Hadia Mubarak (presidente de la Asociación de Estudiantes Musulmanes Wahabíes).
La aparición del AMGPP llega en un momento de creciente confusión acerca de quién es verdaderamente un musulmán moderado. He propuesto algunas preguntas como prueba preliminar para distinguir entre moderados verdaderos y falsos, y ya han tenido un éxito destacado. Pero se necesita mucho más trabajo, dado que separar al amigo del enemigo no se puede hacer fácil o rápidamente. Es la tarea de muchos anti-islamistas durante muchos años.