Bediuzzaman Said Nursi (1877-1960), quizá la figura islámica más influyente de la Turquía moderna, es el tema de un libro nuevo, editado por Ian Markham e Ibrahim Ozdemir, Globalización, ética e islam: El caso de Bediuzzaman Said Nursi (Aldershot, Inglaterra: Ashgate, 2005). El título me desconcertó, pero Nursi es alguien del que sé poco, escogí el ejemplar con interés y exploré.
No llegué muy lejos. La introducción (que Ashgate hace accesible online) versa sobre mí en gran medida: "Este libro está pensado como correctivo a la interpretación de Pipes del mundo". ¿Oh? Ofrezco una revisión rápida del argumento del editor y una respuesta a él.
Markham y Ozdemir comienzan afirmando que "si usted desea comprender el islam, entonces busque un musulmán que esté dispuesto a explicarle la religión", explicando después que esta práctica aparentemente obvia no es seguida de manera rutinaria excepto en el mundo académico. "El mejor ejemplo de esto es el trabajo de Daniel Pipes. Los libros de Pipes acerca del islam se han convertido en bestsellers. Su El islam militante llega a América es típico" porque es corrosivo, distorsionador, desvirtuador y deficiente.
Los dos editores defienden después su abuso verbal citando un pasaje en el que, dicen, escribo "en términos apocalípticos acerca de la aspiración islámica de convertir a América". Pero en lugar de demostrar que estoy equivocado, argumentan que convertir al mundo a la opinión de uno es "un deseo humano natural" y extendido, así que ¿por qué preocuparse? Los autores también se quejan de otros puntos específicos (presto muy poca atención a la obligación coránica de respetar cristianos y judíos; y formulo erróneamente las respuestas islámicas a la modernidad).
En lo que me parece una contradicción, Markham y Ozdemir presentan simultáneamente Globalización, ética e islam como "un correctivo" a mi interpretación del mundo, reconociendo después que el libro "está deacuerdo conmigo en parte" en dos aspectos: que Turquía puede proporcionar un modelo para las relaciones con Occidente, y que "existe un problema con el islam militante". ¿Cómo puede ser esto si mi trabajo es corrosivo, distorsionador, desvirtuador y deficiente? Menos epítetos y más detalles específicos mejorarían el debate.
También inconsistente es su lamento de mi creencia en que el mundo musulmán necesita más secularismo, advirtiendo entonces que "si nos permitimos infectarnos por la interpretación de Pipes, entonces quizá estemos dentro de una batalla larga y desesperada entre el islam y Occidente". ¿Los estados musulmanes seculares se implicarían en una jihad contra Occidente? Intente discernir eso.
Los redactores se muestran o confundidos o negligentes en diversos pasajes. He aquí uno: me describen exactamente viendo el secularismo como la respuesta a muchos de los problemas del islam. Pero también me adscriben a una visión absolutamente distinta y errónea: "Para Pipes, el único musulmán bueno es el musulmán secular". Aquí incurren en el error elemental de combinar el estado secular (es decir, donde la religión es mantenida a un lado) con una persona secular (es decir, alguien no religioso). Un estado secular puede estar lleno de ciudadanos devotos – como Estados Unidos ha demostrado a lo largo de su historia.
Markham y Ozdemir tampoco parecen estar al tanto de mi trabajo, que versa acerca de la historia y la política actual de los musulmanes, no de la religión del islam. "Si usted desea saber acerca de la historia y política musulmanas, entonces encuentre un musulmán que esté dispuesto a explicárselas", no tiene mucho sentido.
El trabajo académico debería hablar por sí mismo y no enumerarse como "correctivo" a las opiniones de nadie.
Hay lugares más apropiados para que Markham y Ozdemir debatan conmigo que la introducción a un estudio editado acerca de un turco del que nunca he escrito una palabra.
Finalmente, Fethullah Gülen, el líder de una organización con millones de adherentes en Turquía, es el mayor discípulo vivo de Nursi. Tengo excelentes relaciones con su movimiento. Obsérvese, por ejemplo, este párrafo de la página web personal de Gülen, escrito por Mustafá Akyol:
Otros eruditos también han destacado las discrepancias entre el jihadismo y el islam tradicional. Daniel Pipes, uno de los principales expertos en la materia, dice: "El islam tradicional busca enseñar a los seres humanos cómo vivir según la voluntad de Alá; el islam militante aspira a crear un nuevo orden".
Uno encontraría irónico que Markham y Ozdemir hubieran intentado reclutar a Nursi contra mí.