¿Quién es el europeo vivo más relevante en la actualidad? Yo propongo al político neerlandés Geert Wilders. Lo hago porque es la mejor situada para hacer frente al reto islámico enfrenta el continente. Él tiene el potencial para emerger como una figura histórica mundial.
Ese desafío islámico consta de dos componentes: por un lado, la fe cristiana marchita de la población oriunda, una natalidad insuficiente y la desconfianza cultural, y por el otro lado la afluencia masiva de musulmanes inmigrantes devotos de numerosa descendencia y culturalmente asertivos. Esta situación en franco deterioro plantea importantísimos interrogantes sobre Europa: ¿va a conservar su civilización histórica o a convertirse en un continente de mayoría de musulmana que vive bajo la ley islámica (la Shari'a)?
Geert Wilders, rodeado como siempre de sus guardaespaldas. |
El PVV es libertario y de tendencia conservadora, sin raíces en el neofascismo, el nativismo, el conspiracionismo, el antisemitismo o cualquier otra forma de extremismo. (En público Wilders emula a Ronald Reagan.)Indicativo de esta moderación es la atención que Wilders dedica a Israel, que incluye dos años de residencia en el Estado judío, docenas de visitas, y su iniciativa de transferir la embajada neerlandesa a Jerusalén.
Además, Wilders es un líder carismático e inteligente, con principios y directo, que se ha convertido rápidamente en la fuerza política más dinámica de los Países Bajos. Mientras que opina sobre toda una gama de temas, el Islam y los musulmanes constituyen el asunto insignia. Superando la costumbre de los políticos holandeses de ir a lo seguro, llama a Mahoma un demonio y exige que los musulmanes "arranquen la mitad del Corán, si desean permanecer en los Países Bajos".En términos más generales, ve al Islam como parte del problema, no sólo una versión virulenta de él llamada islamismo.
Por último, el PVV se beneficia del hecho de que, únicos en Europa, los neerlandeses son receptivos a un rechazo no-nativista de la Shari'a. Esto se hizo evidente hace una década, cuando Pim Fortuyn, un profesor de izquierdas excomunista y homosexual, empezó a defender la idea de que sus valores y estilo de vida estaban irremediablemente amenazado por la Shari'a. Fortuyn precedió a Wilders en la fundación de su propio partido político y al invitar a poner fin a la inmigración musulmana libre a los Países Bajos. Tras el asesinato en 2002 de Fortuyn a manos de un miembro de la extrema izquierda, Wilders hereda en la practica su legado y su electorado.
El PVV ha progresado electoralmente, ganando un 6 por ciento de los escaños en las elecciones parlamentarias nacionales de noviembre de 2006 y el 16 por ciento de los escaños neerlandeses en las elecciones al Parlamento Europeo de junio de 2009. Las encuestas ahora muestran en general que el PVV obtiene un amplio surtido de votos y se está convirtiendo en el mayor partido político del país. Si Wilders llegara a convertirse en primer ministro, podría asumir un papel de liderazgo en toda Europa.
Pero se enfrenta a enormes desafíos.
Sentados, Daniel Pipes y Geert Wilders en 2006. |
Wilders también debe vencer las tácticas sucias de sus detractores. En particular, tras 2 años y medio de escaramuzas preliminares, han logrado llevarle ante la justicia bajo acusaciones de incitación al odio racial y discurso de incitación. La acusación de la fiscalía contra Wilders se presenta en Ámsterdam el 20 de enero; si es declarado culpable, Wilders se enfrenta a una multa de hasta 14.000 dólares estadounidenses, o una pena de hasta 16 meses de cárcel.
Recuerde que es el político más importante de su país. Además, debido a las amenazas contra su vida, él siempre viaja con guardaespaldas y sin dejar de cambiar de domicilio.¿Quién es exactamente, cabe preguntarse, la víctima de incitación?
A pesar de que discrepo con Wilders en la cuestión del Islam (yo respeto la religión, pero me opongo a los islamistas), en la cuestión de la demanda vemos las cosas igual. Rechazo la criminalización de las diferencias políticas, en particular los intentos de frustrar un movimiento político a través de los tribunales. En consecuencia, el Proyecto Jurídico del Middle East Forum ha trabajado en la defensa de Wilders, recaudando fondos para su proceso y ayudando en otros sentidos. Lo hacemos convencidos de la importancia de hablar libremente en público en tiempo de guerra acerca de la naturaleza del enemigo.
Irónicamente, si Wilders fuera multado o encarcelado, es probable que ello aumentara sus posibilidades de convertirse en primer ministro. Pero el principio se impone aquí a la táctica política. Él representa a todos los occidentales que aprecian su civilización. El resultado de su juicio y su libertad de expresión tiene implicaciones para todos nosotros.