Me parece incomprensible que "socialismo tercermundista" sea algo adoptado por personas que a título personal son profundamente a-socialistas. Claro, se puede ser cínico, pero ¿por qué formulan cosas que contradicen las vidas que llevan?
Un autobús de El Cairo con la sobrecarga habitual. |
Ya que muchos egipcios carecen de conocimientos o dinero, una enorme reserva de mano de obra excedente presta servicios a muy poco. No tienen ninguna oportunidad en absoluto de prosperar al carecer de las herramientas básicas para ocupar puestos de trabajo cualificados - como saber escribir. Es muy divertido para los que pueden sacar provecho de su existencia.
Egipto tiene básicamente tres clases diferentes. Los muy ricos y los bastante ricos, que se sienten occidentales desplazados y flotan en un mar de servicios. Los medianamente ricos, que luchan por hacerlo todo bien, llevar el Masri, bregar con lenguas extranjeras, y se sienten superiores a las vastas masas de pobres. Finalmente vienen las grandes masas de los pobres, la parte predominante de la población que constituye sólo son una parte muy pequeña de su conciencia. Embutidos en la parte trasera de los autobuses y ocupando viviendas miserables, se arrastran por unas piastras.
Las clases primera y segunda gobiernan el país, sobre todo la primera. Pero los hay que pontifican del socialismo, y viven (mucho más que sus homólogos occidentales no socialistas) disfrutando del placer del privilegiado.
Para completar la ironía, yo (archicapitalista) me siento socialista cuando veo a estas personas. Me disgusta su arrogancia, su barniz de privilegios, su meticulosidad. Despiertan un claro antagonismo; me encantaría quitarles los anillos, vestirlos con galabiyas, y mandarlos al distrito de Husayniya en El Cairo a ganarse la vida un tiempo.
Sí, Egipto necesita socialismo, y aquellos que lo piden son quienes merecen ser sus víctimas.