A principios del siglo XVI, mientras los imperios Otomano y Safávida luchaban por el control de Oriente Próximo, Selim el Severo desde Estambul se entregó a su faceta artística componiendo notables poesías en persa, el idioma de la cultura ilustrada en el Oriente Medio de entonces. Simultáneamente, Ismail I desde Isfahán escribió poesías en turco, el idioma de sus ancestros.
Selim el Severo (r. 1512-20) escribía poesía bajo el seudónimo de Mahlás Selimi, su archirrival Ismail I (r. 1501-24) escribía poesía bajo el de Jata'i. |
Turquía e Irán son países de mayoría musulmana grandes, influyentes y relativamente avanzados, capitales históricamente, estratégicamente emplazados y seguidos como referencia de forma generalizada; mientras sus caminos se cruzan, en 1994, predije que sus destinos, precipitándose en direcciones contrarias, no sólo afectarán al futuro de Oriente Próximo sino al mundo musulmán entero potencialmente.
Eso está sucediendo ahora. Examinemos la evolución de cada país por separado:
Turquía: Atatürk expulsó al islam de la vida pública casi por completo durante el período 1923-38. A lo largo de las décadas, no obstante, los islamistas se defendieron y hacia la década de los 70 formaban parte de la coalición de gobierno; en 1996-97 hasta encabezaron una administración. Los islamistas asumieron el poder tras las infrecuentes elecciones de 2002, cuando alzarse con la tercera parte de los votos les garantizó las dos terceras partes de los escaños parlamentarios. Gobernando con cautela y competencia, recibieron casi la mitad de los votos en 2007, extremo en el cual se pusieron serios y comenzó la intimidación, desde la multa excesiva a todas luces impuesta a los medios críticos pasando por casquivanas teorías conspirativas contra las fuerzas armadas. Los islamistas obtuvieron el 58% de los votos en el referendo de septiembre y parecen destinados a ganar los próximos comicios parlamentarios, previstos para junio de 2011.
Atatürk excluyó al islam de la vida pública de Turquía y Jomeini lo hizo capital en la de Irán. |
Irán: Jomeini hizo lo contrario a Atatürk, haciendo al islam políticamente predominante durante su reinado, 1979-89, pero poco después empezó a vacilar, surgiendo facciones disonantes, flaqueando la economía y distanciándose la población del gobierno extremista del régimen. Hacia la década de los 90 los observadores extranjeros esperaban que el régimen se viniera abajo en poco tiempo. A pesar del creciente desencanto de su población, la mayor influencia del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica y la llegada al poder de veteranos curtidos en la guerra Irán-Irak, simbolizados por Mahmoud Ahmadinejad, lo imbuyó de nuevas energías.
Esta reafirmación de los objetivos islamistas también aumentó la alienación de la población con respecto al régimen, incluyendo el alejamiento de las prácticas islámicas en favor del secularismo. Las patologías cada vez más acusadas del país, incluyendo el consumo rampante de estupefacientes, de pornografía y la prostitución ilustran lo profundo de sus problemas. La alienación provocó manifestaciones contrarias al régimen tras las elecciones fraudulentas de junio de 2009. La represión que siguió provocó aún más indignación contra las autoridades.
Hay en marcha un concurso. Solo que no se trata ni de rivalidad, teniendo en cuenta que los islamistas gobiernan actualmente en ambas capitales, Ankara y Teherán.
Erdoğán y Ahmadinejad, en sinfonía por fin. |
Por contra, mientras la administración turca representa contados peligros inmediatos, la implantación más sutil por su parte de los repugnantes principios del islamismo hacen que parezca inminente como futura amenaza. Mucho tiempo después de que Jomeini y Osama bin Laden sean olvidados, aventuro, Recep Tayyip Erdoğán y sus colegas serán recordados como los artífices de una forma de islamismo más insidiosa y longeva.
De ahí que el país de Oriente Medio que reclama una solución más inmediata se pueda convertir en el líder de la cordura y la creatividad mañana al tiempo que el aliado musulmán más incondicional de Occidente en cinco décadas se podría transformar en la fuente más grave de acciones hostiles y reaccionarias. La extrapolación es una actividad vana, el tiempo pasa y la historia depara sorpresas.