Dos de las voces más radicales en el terreno de los estudios de Oriente Próximo, John Esposito y Joel Beinin, acaban de publicar artículos atacándonos a Martin Kramer y a mí. Son dignos de atención por sus rasgos comunes.
John Esposito, de la Universidad de Georgetown, cuenta a un periodista de la edición en inglés del egipcio Al-Ahram que "examinando la trayectoria de Kramer y Pipes y similares, ¿llegan a criticar alguna vez al gobierno Sharón? Yo diría que no están defendiendo lo que revierte en interés de América. Defienden más bien lo que revierte en interés de Israel". Joel Beinin, de la Universidad de Stanford, firma un artículo en el portal del Le Monde Diplomatique con el titular "La influencia de Tel Aviv en las instituciones norteamericanas" acusándonos a los dos (además de a Steven Emerson) de pretender "imponer una ortodoxia anti-árabe y anti-musulmana a los estadounidenses".
Estas acusaciones suscitan varias ideas.
. Esta clase de difamación es típica de la extrema izquierda; falta de argumentos, vierte ataques ad hominem. En contraste, fíjese en la manera en que Campus Watch escribe de Esposito y cómo escribe Kramer de Beinin - no hay insultos ni faltas.
. ¿Hay que criticar al gobierno Sharón para poner de manifiesto las credenciales patrióticas de uno? La lógica aquí es esquiva. Por extensión, ¿también es imprescindible criticar a la República Islámica de Irán o a la Autoridad Palestina para demostrar ser un americano leal?
. La acusación de "doble lealtad" encaja en el ethos imperante del antisemitismo en los campus, tan arraigado que hasta judíos como Beinin se convencen.
. Estos ataques son propios del apologista inexperto (Esposito se queja de que "siempre que citan mis escritos, me sacan de contexto") y errores de bulto (Campus Watch, escribe Beinin, "ya ha sido retirado de la web") que los iniciados en los estudios de Oriente Próximo han acabado por dar por descontados entre sus practicantes. (Para consultar más problemas de Esposito con los datos reales, visite la crónica actualizada de las citas fraudulentas por su parte atribuidas a Bernard Lewis, recogidas por History News Network).
. Que estas declaraciones intra-muros aparezcan exclusivamente en publicaciones no estadounidenses sugiere que las sandeces que predican Esposito y Beinin no tienen mucho mercado en Estados Unidos.
. La insidiosa fórmula "la influencia de Tel Aviv" está sacada directamente de la propaganda árabe. Observe: no es "la influencia de Israel" (eso reconocería a Israel), ni "la influencia de Jerusalén" (eso reconocería a Jerusalén como capital). Se trata más bien de "la influencia de Tel Aviv". Por lo menos no es "la influencia de la entidad sionista".
(17 de julio de 2003)
11 de agosto de 2003: Pobre Beinin. Alertado eventualmente del hecho de que Campus Watch sigue activo (véase el punto 4 arriba), cambió de forma encubierta el texto de la página del Le Monde Diplomatique para reflejar este hecho. Felizmente, Campus Watch conserva su texto original y lo ha colgado en su portal.
10 de febrero de 2004: En realidad (en referencia al punto 2), yo sí crítico al gobierno Sharón, con bastante frecuencia últimamente, de hecho. He aquí tres ejemplos recientes: "Leyendo la mente de Sharón" el 23 de diciembre, "La victoria de Hezbolá, el declive de Israel" el 3 de febrero, y "Sharón pierde el norte en los 'asentamientos israelíes'" hoy. Pero, viendo que pido cuentas a Sharón por ser demasiado débil con los enemigos de Israel, sospecho que estos análisis no van a complacer a Esposito y Beinin. Lo lamento mucho. Y si Sharón sigue adelante con la retirada unilateral de Gaza, doy por descontadas muchas más críticas a sus políticas.
15 de agosto de 2005: Él lo hizo y yo lo hice. Mis escritos en esta materia están recogidos en "Bibliografía – mis escritos acerca de la retirada de Gaza".
17 de octubre de 2007: Tampoco me he cortado a la hora de criticar la política de la administración Bush hacia Israel (así como hacia Irak, Turquía, Arabia Saudí, la democratización, la guerra contra el terror y muchas más cosas). Para consultar mi repertorio en esta materia, visite "Bibliografía – mis escritos acerca de George W. Bush y el conflicto árabe-israelí". ¿Me pedirán cuentas Esposito y Beinin por atreverme a discrepar de mi propio gobierno?, me pregunto. Eso es algo que, por supuesto, ellos nunca harían.
28 de julio de 2008: Primero los izquierdistas estadounidenses me critican por no criticar lo suficiente al gobierno israelí; ¡y ahora un académico israelí me informa que como estadounidense, yo no tengo derecho a criticar a su gobierno! Para consultar los detalles, visite "¿Puede opinar de Israel un estadounidense?"
Comentarios: Pocos temas están tan marcados por las emociones como las relaciones entre Israel y Estados Unidos.