El terrorismo a gran escala – la esperanza de asesinar a muchos miles de un sólo golpe – goza de buena salud. Sí, sigue frustrándose (consulte la larga lista de atentados frustrados en Israel a mediados de 2002 elaborada por la ADL), pero el mundo civilizado ha de estar preparado para el día que tenga éxito, con implicaciones impredecibles para todos los aludidos. He aquí algunos ejemplos, en orden cronológico inverso.
Una red árabe conspiraba para volar por los aires la presa de Tramonti en Friuli, Italia. |
Italia, marzo de 2009: El gobierno italiano expulsaba a dos árabes, Mojamed Essadeck y Miri Sghaier, por poner en peligro la seguridad nacional después de que los servicios de seguridad interceptaran llamadas entre los dos y otras personas en el norte de África planeando volar por los aires la presa de Tramonti en Friuli. De haber perpetrado la operación, la policía calcula que unas 2.000 personas habrían perdido la vida a causa de la inundación de los municipios de Meduno, Sequals y Spilimbergo. Comentarios: La noticia más notable quizá es que Essadeck y Sghaier fueron expulsados simplemente, y no encarcelados.
Reino Unido, agosto de 2006. En la trama del aeropuerto de Heathrow, los yihadistas pretendían destruir la friolera de 10 aparatos comerciales sobre el Atlántico norte con explosivo líquido. De haber funcionado la trama, más de tres mil personas habrían sido asesinadas. (10 de agosto de 2006)
Italia, noviembre de 2005: Las llamadas interceptadas entre los tres caballeros argelinos recién detenidos en Brescia y Nápoles les sitúan a mediados de 2005 hablando de un atentado terrorista a gran escala contra "un barco del tamaño del Titanic, lleno de explosivos" con el móvil de asesinar "a 10.000 personas por lo menos". Los tres, Yamine Boujrama, Mojamed Larbi y Jalid Serai, son sospechosos de formar parte de un grupo argelino vinculado a al-Qaeda, el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC). Durante las conversaciones mantenidas entre ellos, describen los atentados contra el transporte público de Londres del 7 de julio y el atentado contra el hotel de Sharm El-Sheij el 23 de julio como "fiestas" y planeaban "una fiesta mayor". (18 de noviembre de 2005)
Turquía, agosto de 2005: Un sirio relacionado con Al-Qaeda, Lu'ai Sakra, fue sorprendido con 750 kilos de explosivos y acusado de planear colocarlos en lanchas rápidas que alcanzarían a múltiples cruceros israelíes en aguas internacionales. "No tengo remordimientos, iba a atacar naves israelíes, Alá ajbar", gritaba Sakra a la prensa, añadiendo con voz apenas audible que "Tenía preparada una tonelada de explosivos" hablando en turco con acento árabe. Más tarde añadía: "Planeaba un atentado en mar abierto. Alá ajbar, Alá ajbar".
Jordania, abril de 2004: "El atentado podría haber costado la vida a 80.000 personas" – es la siniestra información de una crónica del Jordan Times firmada por Majmoud Al Abed. Los sospechosos confesaron bajo testimonio emitido en televisión planear un ataque químico en Ammán, la capital jordana. Sus objetivos incluían el Departamento General de Inteligencia, la sede del Primer Ministro y la embajada norteamericana. El programa citaba a expertos diciendo que la operación podría haber matado a 80.000 personas y provocado heridas a 160.000 más. Los sospechosos, hay que destacar, dijeron estar movidos por sus creencias religiosas. "Accedí a a participar en esta operación", decía uno de ellos, "porque creí que serviría al islam". El rey Abdalá presentaba la trama como "Una operación importantísima. Habría decapitado al ejecutivo". (27 de abril de 2004)
27 de noviembre de 2005: El juicio de los 13 sospechosos de esta causa (9 presentes, 4 in absentia) vuelve a retomarse, tras un largo aplazamiento. De reseñar son las palabras pronunciadas por un acusado, Hassán al-Smeik, ante el juez: "El terrorismo es un distintivo en nuestro pecho hasta el Día del Juicio. En nombre de Dios, seguiremos el camino de la yihad hasta expulsaros, exterminar vuestro país hasta que el reinado [de Abdalá II] desaparezca".
Israel, marzo de 2004: Un doble atentado suicida en el puerto de Ashdod el 14 de marzo mataba a diez personas pero parece haber sido un intento de algo mucho mayor, teniendo en cuenta la cercanía en el puerto de los tanques de bromo y otras instalaciones de almacenaje de productos químicos nocivos. Si los terroristas se hubieran inmolado cerca de los tanques de bromo, el efecto, afirman los responsables de la seguridad, "podría haber sido devastador, difundiéndose gases venenosos en un radio de entre uno y cinco kilómetros y matando a miles de personas en minutos". (18 de marzo de 2004)
Las Torres Azrieli, Tel-Aviv |
Israel, mayo de 2002: Los depósitos de gas y crudo de Pi Glilot casi vuelan por los aires. Israel Radio informaba que un terrorista colocó un artefacto exclusivo bajo un camión aparcado durante la noche delante de la residencia del camionero al sur de Tel Aviv, cosa que los responsables de seguridad pasaron por alto cuando el camión accedió a los depósitos. La deflagración en Pi Glilot fue accionada por control remoto. Afortunadamente, el camión se encontraba en aquel momento en la gasolinera de los depósitos, de manera que los bomberos pudieron apagar las llamas antes de que pudieran extenderse a los tanques suspendidos con 3.000 toneladas de gas. A pesar de muchas advertencias de una situación así, los depósitos se encuentran cerca de Tel Aviv, la zona más densamente poblada de Israel. "Se ha evitado un enorme desastre", decía el comisario de policía de Tel Aviv Yossi Sedbon. "Fue un milagro". Israel TV mostraba un mapa que indicaba que la explosión podría haberse tragado una zona de varios kilómetros. Los cálculos sitúan el número de muertos potenciales en 20.000. (24 de mayo de 2002)
Israel, mayo de 2002: Tres ciudadanos árabes de Israel intentaban detonar una tonelada de explosivos cerca del complejo de oficinas más alto de Tel Aviv, las Torres Azrieli, tres edificios de oficinas de acero y cristal y un centro comercial de alcurnia. Dubián Natzirat, de 27 años de edad; Amir Zivati, de 20; y Mugajad Dukán, de 19; oriundos todos de Taibe, a 30 minutos en coche de las Torres Azrieli. Los tres admitían su culpabilidad y eran condenados dentro de un acuerdo con la fiscalía. (9 de octubre de 2005)