Cuatro observaciones sobre el Sexto Congreso General de Fatah, realizado en Belén entre los días 4 y 9 de agosto:
El liderazgo de Fatah se encuentra abiertamente volcado a las calles palestinas, haciendo caso omiso a Washington y a Jerusalén: Ejemplos indicativos de la pretendida audiencia:
-
En la ceremonia de apertura, reportes de Palestinian Media Watch, confirmaban que "los dirigentes de Fatah respondieron con estruendosos aplausos cuando el ex Primer Ministro Abu Alaa se refirió a dos terroristas, que cometieron el peor ataque terrorista en la historia de Israel, como "heroicos mártires de la Autoridad Palestina"
-
Ahmed Tibi, un miembro del parlamento israelí, denominó a los israelíes que viven dentro de las líneas de armisticio de 1949 de "colonos" y declaró que "quienquiera que llegó último debería ser el primero en marcharse. "
-
Jibril Rajoub anunció que "la resistencia [DP: léase terrorismo] era y es una opción táctica y estratégica de lucha."
-
Zakaria Zubeidi pregonó a los palestinos a prevenirse de la posibilidad de que "es la guerra lo que Israel quiere, y no la paz."
Como Khaled Abu Toameh lo resumió, "Fatah está enviando un mensaje, tanto a los palestinos como al mundo, de que aún no está listo para ningún tipo de compromisos o reformas." Presumiblemente Mahmoud Abbas y sus colegas consideren que tienen a Washington en su bolsillo y que Jerusalén debe rendirse a las demandas de Obama.
Algunos partidarios de Fatah de larga data desisten de la diplomacia de Oslo: Por ejemplo, David Schenker del "Washington Institute for Near East Policy" recuerda declaraciones moderadas de personas como Rafik Natsheh que en el pasado "apoyó negociaciones de paz y buscó la reconciliación con Israel." Pero con antelación al congreso, el propio Natsheh declaró que "no reconoce el derecho de Israel a existir." Schenker llegó a la conclusión de que "dieciséis años después de los Acuerdos de Oslo -y tras las repetidas alegaciones de la muerte de Oslo- los comentarios de Natsheh confirman el final de aquel proceso de paz".
Nada menos que de la derrota será lo que cambiará a las instituciones palestinas: la Autoridad Palestina, la OLP y Fatah, efectúan promesa tras promesa, algunas de ellas muy específicas, pero estas organizaciones permanecen dedicadas a la eliminación de Israel como un Estado Judío. Eso es lo que el cuerpo político palestino – más bien los líderes árabes o los mismos palestinos- demanda. Sólo después de que los palestinos experimenten el crisol amargo de la derrota, desistirán de ese objetivo
Las principales coberturas de la media logran empeorar el asunto: se ha llegado al punto en que lo expuesto por los medios de comunicación, simplemente, no dicen la verdad sobre algunos temas. Fatah, que se supone que es moderada, entonces es así el modo que es relatado. Véase sino a David Bedein criticar a JTA o a CAMERA en 'Associated Press', y a Noah Pollak en 'The New York Times'. Para cobertura confiable, se debe recurrir en cambio a organizaciones como MEMRI, GLORIA e INSS.