Durante el casi un siglo que lleva Estados Unidos como gran potencia, ha desarrollado ciertas herramientas de política exterior originales y sofisticadas. Los ejemplos incluyen el Plan Marshall, las fuerzas especiales y la resolución vía satélite. Al mismo tiempo, la ingenuidad del país sigue firmemente asentada. Por ejemplo, impera la noción de que el gabinete público "está particularmente cualificado [para manejar un problema] porque no sabe nada de él". (Para mayor detalle, consulte mi análisis "La diplomacia antiintelectual norteamericana").
El tenaz convencimiento de que formar y equipar a efectivos regulares extranjeros les inculca los valores éticos y políticos estadounidenses, haciéndolos de pronto aliados de los Estados Unidos, ofrece otra muestra de inocencia. Unos ejemplos de esta engañosa política en las últimas décadas:
El Líbano: Al llegar las tropas estadounidenses en 1982, la prioridad era formar a un ejército nacional. Por supuesto, esto fracasó, volviendo la mayor parte de los efectivos a sus milicias minoritarias con instrucción y armamento nuevos que utilizar contra los rivales. A pesar de este fracaso, la empresa se renovaba hace apenas dos semanas.
Afganistán: Instruir a un ejército nacional fue una acción posterior a la invasión de 2001; pero la Policía Local afgana, milicia respaldada por el gobierno, utilizaba sus armas contra sus colegas internacionales con tanta frecuencia – en 34 ocasiones durante los primeros ocho meses de 2012, costando la vida a 45 personas – que detuvieron la instrucción.
Mali: El desastre más reciente, los esfuerzos estadounidenses por formar al lamentable ejército nacional de Mali para enfrentarse a Al-Qaeda, no salió bien precisamente. En palabras del Der Spiegel, "Los especialistas estadounidenses llegaron a formar a cuatro unidades de intervención, 600 efectivos en total, para combatir a los terroristas. Pero salió por la culata. Tres de las unidades de élite han desertado colectivamente para unirse a los Tuareg rebeldes. La mayoría de los mandos, después de todo, son tuareg. El Capitán Amadou Sanogo, formado en Estados Unidos, fue uno de los efectivos que no desertó. Causó todavía más perjuicio cuando en lugar de eso, el pasado marzo, unos cuantos partidarios y él derrocaban al ejecutivo de Bamako y deponían al presidente electo".
Autoridad Palestina: Un desastre todavía en ciernes. La Misión de Dayton ha formado a más de 6.000 agentes de seguridad de la Autoridad Palestina con la esperanza de que se conviertan en socios de paz de Israel. Por contra, vengo prediciendo por escrito que "estos milicianos utilizarán sus armas contra Israel con el tiempo".
¿Cuándo repararán los líderes militares y los políticos estadounidenses en que instruir a soldados extranjeros no les hace aliados? (10 de febrero de 2013)
Libia: Bill Gertz escribe en el Washington Free Beacon que el ejército estadounidense "se prepara para llevar a cabo operaciones militares y extraordinarias de instrucción con el ejército de Libia y las maniobras se exponen a incluir a terroristas islamistas entre los reclutas" según el Almirante William McRaven, responsable militar del Mando de Operaciones Especiales de los Estados Unidos. Intervino durante un coloquio celebrado en el Foro Reagan de Defensa Nacional.
Vamos a tener que correr algunos riesgos. Ahora mismo las autoridades llevan a cabo esa instrucción, y me parece que como país hemos de decir que probablemente revista algún riesgo que algunas personas que se entrenen no tengan el más limpio de los historiales, pero a la hora de hacer cuentas es la mejor solución que podemos encontrar para formarlos con el fin de que se encarguen de sus propios problemas.
(16 de noviembre de 2013)