¿Ve la diferencia? Multitud recibiendo a Obama en Berlín en 2008. |
Saltando torpemente de una trampa que se tendió sólo (la alocución del "límite inamovible") a una crisis autoinfligida (la necesidad de aprobación legislativa), la administración erosiona la credibilidad del gobierno estadounidense y agrava los peligros a los que se enfrentan los estadounidenses. Los enemigos de los Estados Unidos, de sus aliados y de la propia civilización moderna se apoyarán en esta ignominiosa actuación y prosperarán.
Que Obama parezca decidido a proteger su propio honor y credibilidad, con independencia de la factura, convierte este episodio en algo particularmente problemático. Un gran país acaba rehén del ego de un caballero limitado.
Y multitud de Berlín reunida por Obama en 2013. |