Es de perogrullo que cuando un político anuncia – normalmente en rueda de prensa, donde será irritado con la misma pregunta acerca de su valoración – que es o no tal cosa, bueno, es esa cosa.
- "No soy un sinvergüenza": Richard Nixon sentó la regla de oro en 1973 con esta intervención, algo que la causa del Watergate demostró que él era con propiedad.
- "No soy un ideólogo": Barack Obama en enero de 2010, negando justamente lo que es.
Los ejemplos recientes de este fenómeno han ido presentándose de forma tozuda:
- "No me parece que seamos idiotas": El Secretario de Estado de los Estados Unidos John Kerry, al discutir el idiota Plan Conjunto de Acción con Irán del grupo P5+1 en noviembre de 2013, y aludiendo a la administración Obama en conjunto.
- "No soy un matón": El gobernador de Nueva Jersey Chris Christie, en respuesta a la revelación el 9 de enero de que su gabinete había utilizado tácticas de matón consumado.
- "Je suis social-démocrate" ("Soy socialdemócrata"): El Presidente François Hollande el 14 de enero, precisamente al anunciar una serie de rebajas del gasto público y desgravaciones antisocialistas.
El presidente galo François Hollande en su rueda de prensa anual. |
(16 de enero de 2014)