Oriente Próximo ofrece algunas muestras de esperanza, como el inspirador ejemplo de Israel, metafórico "oasis en el desierto"; la alentadora visión de islamistas condenados; o la aparición de un independiente Kurdistán.
Pero son la excepción. En general, la región alberga en estos días nuevas tan inmutables, pesimistas y repetitivas que este analista apenas sigue las noticias y no tiene mucho que decir de ello. Considere las principales cuestiones del momento:
- Discrepancias en torno a los términos mismos del Plan Conjunto de Acción con Teherán.
- Una conferencia de paz inútil que pretende zanjar la guerra civil siria.
- Esfuerzos diplomáticos palestino israelíes inútiles.
- Actores regionales alarmados o apaciguando a Teherán -- o las dos cosas.
- Grotescas atrocidades nuevas en la guerra civil siria.
- Brutalidades cotidianas en Libia, Egipto, Yemen, Irán y Afganistán.
- Maniobras políticas en Egipto y Túnez.
- Un primer ministro turco cada vez más dictatorial.
- Crisis hídricas gestándose en Egipto, Yemen, Siria e Irak.
Como el gato de los dibujos animados de Tom y Jerry, Oriente Próximo da vueltas sin alcanzar el objetivo. |
¿Cuántas veces pueden dejarse en evidencia los esfuerzos diplomáticos, rechazar la violencia o sonar las alarmas? ¿Qué política exterior creativa puede proponerse frente a una región tan tóxica, aparte de la autodefensa sencilla? La intervención frenética y el escaso movimiento reducen a la reiteración gran parte del análisis. Siendo las tendencias negativas tan dominantes, difícilmente se sabe si desear la continuidad o el cambio en Oriente Próximo.
Desalentado y aburrido, me he apartado algo de la política cotidiana y me dedico más a cuestiones más profundas, más generales e históricas. Mis columnas recientes cubren el pasado afroamericano musulmán, el futuro musulmán ruso y hacen compendio de los fracasos de Oriente Próximo.
Dos columnas abordarán las amplias implicaciones no religiosas de adoptar el islam y la posibilidad de un islamismo "de rostro humano". Futuros análisis discutirán la devastación del medio ambiente de Oriente Medio, la tentación de ignorar los móviles yihadistas y el uso inconsistente de la palabra terrorismo.
Este decepcionante momento quizá ofrezca la oportunidad de escribir artículos más largos e incluso volver a proyectos literarios interrumpidos por el 11 de Septiembre. (26 de enero de 2014)