Mi colega del Foro de Medio Oriente, Nave Dromi, no está de acuerdo con la opinión negativa que expresé sobre la anexión de Israel de algunas partes de Cisjordania.
El argumento que hago en seis partes, como explico aquí, se reduce a descartar la anexión como un simbolismo demasiado costoso. No trae recompensas, pero crea problemas por donde mires. Por lo tanto, concluyo, la anexión obstruye el objetivo de Nave y el mío de de una Victoria de Israel y una derrota palestina.
El argumento que expresa Nave en seis partes, como presenta aquí, sostiene que la anexión avanza hacia ese mismo objetivo: Ejerce presión territorial sobre los palestinos. Garantiza seguridad para todos. Le da a Israel la iniciativa. Aprovecha el momento. Cuenta con el respaldo confiable del presidente Trump. Goza de un amplio apoyo dentro de Israel.
Acepto la mayoría de estos puntos, excepto dos: los de garantizar la seguridad (nada cambia en el terreno) y sobre Trump (sus volátiles puntos de vista no se pueden predecir). Pero, en aras de la discusión, incluso concederé una sobre Trump.
Aun así, los beneficios de la anexión siguen siendo simbólicos, mientras que el impacto potencial es completamente negativo. Cisjordania y sus poblados judíos se vuelven aún más polémicos. Los palestinos pueden explotar. La indignación internacional, desde el partido demócrata de los Estados Unidos hasta los izquierdistas israelíes y los gobiernos árabes, le cuesta a Israel. Israel gana ciudadanos musulmanes adicionales que rechazan su propia existencia. En total, aumenta la causa de los palestinos contra Israel... a cambio de casi nada.
Nave compara este momento con el de David Ben-Gurión liderando la campaña para declarar la independencia de Israel en 1948. No es así: declarar la independencia no fue un gesto legalista como este, sino un evento de época, uno que, por cierto, contó con el respaldo de las Naciones Unidas y el respaldo de los gobiernos soviético y estadounidense. La comparación no se sostiene.
Pero dándole la vuelta: Ben-Gurión era un operador político experimentado y astuto que, a pesar de serias reservas, tomó medidas prácticas como aceptar el plan de partición de la ONU de 1947. ¿Qué pasaría si ahora fuera el primer ministro de Israel? Rechazaría pagar un precio probablemente masivo por el simbolismo autocomplaciente. Él diría "No" a anexar cualquier parte de Cisjordania.
El Sr. Pipes (DanielPipes.org, @DanielPipes) es presidente del Foro del Medio Oriente. © 2020 por Daniel Pipes. Todos los derechos reservados.