El colapso soviético hizo esta obra posible y nuevamente relevante a la vez. Posible en el sentido de que el final del hermetismo totalitario condujo a la apertura de los Archivos Centrales de la marina rusa en San Petersburgo. Nuevamente relevante en el sentido de que las Potencias, como hace un siglo, se disputan la importancia geopolítica y la ventaja comercial en el Golfo Pérsico, e igual que los rusos desafiaron por entonces el dominio británico, desafían hoy el norteamericano.
A comienzos de 1899, el zar Nicolás aprobó el envío de una cañonera ligera, el Gilyak, al Golfo Pérsico. En palabras de un asistente, la intención era "exhibir el pabellón ruso en el Golfo Pérsico, indicar a los británicos y las autoridades locales por igual que consideramos el Golfo abierto a las naves de todos los países… el objetivo será dejar huella sin intencionalidad agresiva ni planes de agresión territorial".
Los documentos que ha recabado Rezvan de la mayor parte de las naves rusas en el Golfo demuestran lo fructífera que fue esta iniciativa. Las autoridades locales, y el jeque Mubarak de Kuwáit en especial, recibieron a los rusos como "aliado natural de la coalición anti-británica". Pero entonces las naves rusas desaparecieron de manera tan repentina como aparecieron, a medida que los acontecimientos de Asia Oriental obligaban a desviar la atención a la marina nipona.