Hasta la fecha, no ha surgido ninguna formación en el mundo árabe que pueda competir con el Partido Social Nacionalista sirio en la calidad de su propaganda, que apela a la razón y la emoción en la misma medida, ni en la fortaleza de su organización, eficaz tanto clandestina como abiertamente . En virtud de su organización, esta formación logró alumbrar una corriente política e intelectual muy poderosa en Siria y el Líbano.
- Abú Jaldún Sati' al-Husri
En la medida en que le prestan atención, los iniciados de la política de Oriente Próximo tienden a restar importancia al Partido Social Nacionalista sirio, o SSNP, como curiosidad de la historia. Durante una horquilla de cuatro décadas, por ejemplo, el Economist lo ha llamado de muchas formas. En 1947 era "un movimiento activista de extrema derecha de un pelaje ligeramente absurdo"; en 1962 era "una formación enajenada marginal", "ridícula" y "demente"; y en 1985 era "una minúscula organización rara"'. Michael C. Hudson, erudito de la política libanesa, tildaba la política del Partido Social Nacionalista sirio de "barroca" y su ideología de "alambicado idealismo frustrado convertido en doctrina de evasión sin concesiones".
Este trato insultante tiene motivos. Desde su fundación en 1932 hasta la actualidad, la formación ha fracasado en prácticamente todo lo que ha intentado. Quijotescas conspiraciones, fallidos golpes e iniciativas ideológicas impopulares granjearon una reputación de absurda falta de pragmatismo, y de no ser seria. Siempre fue numéricamente muy reducida y nunca llegó a acercarse al poder. En la historia del SSNP, la frustración supera con creces el logro.
Pero los fracasos del Partido Social Nacionalista sirio no deberían de eclipsar el hecho de que la formación ha tenido profunda relevancia política en la historia del Líbano y Siria del siglo XX, los dos países en los que se ha mostrado más activa. Brindó a las minorías, a los cristianos griegos ortodoxos sobre todo, un vehículo de acción política. Como primera formación en suscribir integralmente los ideales radicales del periodo entreguerras, el Partido Social Nacionalista sirio abrigó a todos los grupos radicales de esos dos países prácticamente; tuvo, en concreto, gran impacto sobre el Partido Baaz. Por último - y vendría a ser el apogeo de su poder - el gobierno de Hafez al-Asad se ha aliado con el SSNP e incorpora parte de sus ideas a la legislación pública siria.
Por tres razones, el Partido Social Nacionalista sirio merece ser conocido y estudiado mejor. Si bien el relato que sigue a continuación no es más que un esbozo del impacto de la formación, espero que esta valoración de su importancia pueda inspirar más trabajos acerca del SSNP. La investigación no debería ser difícil, dado que el Partido Social Nacionalista sirio es una formación de intelectuales, y la organización y su cúpula han elaborado tomos voluminosos.
Formación e ideología
Al Partido Social Nacionalista sirio (al-Hizb al-Suri al-Qawmi al-Ijtima'i) o SSNP se le ha conocido por temporadas como Partido Nacionalista Sirio o Partido Social Nacionalista, abreviados ambos como SNP; los errores de traducción al francés de su nombre también se utilizan en inglés - Parti Populaire Syrien o Parti Populaire Social, PPS abreviado.
Antún Sa'ada (1904-1949), fundador del Partido Social Nacionalista sirio. |
El Partido Social Nacionalista sirio descansa sobre tres pilares principales: reforma radical de la sociedad siguiendo directrices seculares, una ideología de corte fascista, y la Gran Siria. Aunque es conocido sobre todo por su ideología pan-siria, una porción considerable del atractivo de la formación y de su influencia estaban relacionadas con sus elementos seculares y fascistas. De hecho, es difícil decir qué rasgo tuvo más importancia a la hora de atraer afiliados.
El programa de reformas se resume en cinco principios: separación de la iglesia y el estado, prohibición taxativa de la interferencia política por parte del clero, eliminación de las barreras entre cultos, abolición del feudalismo y creación de un ejército fuerte. Los tres primeros principios son secularizadores - instan a la eliminación de la religión (léase el islam) de la vida pública - al tiempo que los dos últimos exhiben una orientación modernizadora. Habría que tener presente que aunque estos puntos de vista son comunes, hasta banales, en Occidente, sorprendieron por novedosos a los libaneses y los sirios de la década de los años 30. Juntos, los principios de reforma constituyen una transformación social que justifica la primera "S" del nombre de la formación.
Una advertencia: dado que Sa'ada plasmó el pensamiento fascista de los años 30, los términos "social" y "nacional" son unidos a veces para formar la combinación "nacionalsocialista", cuño de Hitler y base de la palabra Nazi. Se trata de un error, sin embargo, dado que Sa'ada utilizaba la palabra "social" (ijtima'i) en árabe, no "socialista" (ishtiraki); el apelativo de su ideología en inglés no es Nacionalsocialismo sino Social Nacionalismo.
Bandera del Partido Social Nacionalista sirio. |
Simpatizantes fascistas y nazis acudían en tropel al Partido Social Nacionalista sirio como única formación del levante en sintonía con su punto de vista, y parecen haber constituido una porción significativa del núcleo duro de la formación. Algunos miembros se vieron arrastrados por la feroz oposición al Comunismo. Otros buscaban un líder fuerte, algo que ofrecía Sa'ada al estilo fascista de los años 30. La exaltación de Sa'ada era tan extrema, que el eslogan del Partido Social Nacionalista sirio durante su historia fue "¡Larga vida a Siria! ¡Larga vida a Sa'ada!" También había indicadores claros de que se trataba del profeta de una nueva religión. Las juventudes del Partido Social Nacionalista sirio ingresaban en la formación en una ceremonia conocida como "bautismo", en la que renunciaban formalmente a mantener otras lealtades.
La tercera característica clave del Partido Social Nacionalista sirio es el nacionalismo pan-sirio, el objetivo de levantar un estado en la Gran Siria. Esto precisa de explicación. La definición precisa de Gran Siria ha variado a lo largo de las diferentes etapas de la historia de la formación, pero siempre abarcó los cuatro estados modernos de Siria, Líbano, Israel y Jordania, así como regiones de Turquía. (Al final de su vida, Sa'ada amplió Siria hasta incluir la Península del Sinaí, la totalidad de Irak e incluso Chipre. La plataforma del Partido Social Nacionalista sirio convierte la unidad de este territorio en un pilar central. "[La Gran] Siria es para los sirios, y los sirios son una nación entera". En contraste con la nacionalidad siria crucial, las identidades árabe, musulmana, cristiana, libanesa y palestina son consideradas ilógicas. Este punto de vista enfrenta al SSNP con los panarabistas y los musulmanes religiosos, así como con los separatistas libaneses y palestinos.
Una representación, que pone de relieve las ambiciones maximalistas del Partido Social Nacionalista sirio, abarca Irak, Chipre y el Sinaí. |
Alumbrar un país que represente la identidad siria se traduce en erradicar las entidades trazadas por franceses y británicos durante los años posteriores a la Primera Guerra Mundial - la república siria, el Líbano, Israel y Jordania. Considerando estos estados existentes artificiales e insignificantes, el Partido Social Nacionalista sirio no les muestra ninguna fidelidad. Con respecto al Líbano, por ejemplo, Sa'ada decía: "Por encima de todo, somos nacionalistas pan-sirios; nuestra causa es la [Gran] Siria, no la del separatismo libanés". Aducía que "El Líbano debería volver a unirse a la Siria natural" y afirmaba explícitamente que su objetivo era "hacerse con el poder en Beirut para alcanzar este objetivo".
A la hora de valorar el peso de las opiniones de Sa'ada acerca de la Gran Siria, hay que entender que el pan-sirismo cobra dos formas, la pura y la pragmática. Pragmáticos y puristas difieren en su opinión de la gran ideología del Oriente Próximo central, el nacionalismo panárabe. El primer grupo lo acepta, el segundo lo rechaza.
Los pragmáticos razonan que la Gran Siria forma parte de la nación árabe y que su creación es una piedra angular de cara a una entidad panárabe. Para ellos, la unificación de Siria no es un fin, sino un medio hacia la construcción de una unidad mucho mayor. El monarca jordano Abdalá fue quizá el más destacado y elocuente de los pragmáticos. Los puristas aspiran a algo muy distinto: un país entero en sí mismo en la Gran Siria sin referencia a una unión mayor. Para ellos, Siria no tiene ninguna relación con un estado árabe. El pan-sirista puro no puede aceptar la fusión de Siria en una entidad árabe mayor. Si los sirios son nación, entonces los árabes no; Sa'ada afirmaba que "el mundo árabe son muchos países, no uno solo". Se burlaba de los esfuerzos de unificación de los muchos países de los árabes por ser contraproductivos e imposibles de llevar a la práctica.
El panarabista puede aceptar el objetivo del pragmático, pero tiene por fuerza que negar el del purista. La Gran Siria es aceptable mientras ello ayude a levantar la nación árabe; como fin en sí misma, es anatema. El panarabista rechaza la opinión pan-sirista pura de que la Gran Siria revista importancia política en sí misma; en palabras de Edmond Rabbat, "No hay nación siria. Hay una nación árabe". Los pan-siristas puros discrepan de los panarabistas en un amplio abanico de cuestiones también. Los pan-siristas, por ejemplo, consideran el conflicto con Israel un asunto sirio interno en el que los árabes no pintan nada. Según Sa'ada, "no hay ninguna necesidad de que Egipto o los árabes participen en la defensa de Palestina". En contraste, los panarabistas anticipan un papel directo contra Israel en cada país de Marruecos a Omán.
El Partido Social Nacionalista sirio es prácticamente el único exponente del pansirismo puro. Lo es con conocimiento de que esta postura niega la validez del panarabismo, pilar político ampliamente valorado. Sa'ada adoptaba conscientemente una postura muy polémica, que distinguía al SSNP no sólo de las corrientes intelectuales generales, sino hasta del grueso de los nacionalistas pan-sirios. El daño a la reputación del pan-sirismo contribuye en gran medida a explicar la razón de que el Partido Social Nacionalista sirio sea despreciado por excéntrico; sume el secularismo y el fascismo, y su frecuente persecución pasa a ser comprensible.
Un movimiento minoritario
¿Por qué adoptó estos principios impopulares el Partido Social Nacionalista sirio? En parte a causa de los orígenes de su fundador y primer secretario, Antún Jalil Sa'ada. Nacido en el seno de una familia griega ortodoxa libanesa en 1904, Sa'ada pasó los años críticos de su juventud fuera del Líbano. Su padre, Jalil Sa'ada, vivió en Egipto varios años antes de la Primera Guerra Mundial y Antún se unió a su padre en Sao Paulo, Brasil, en 1920. Siendo galeno, el Sa'ada padre publicaba una revista, al-Majala, que promovía la independencia de Siria, el secularismo y el aconfesionalidad.
También fundó el Partido Democrático Nacional en Buenos Aires y presidió el primer Congreso Nacional Sirio tras la Primera Guerra Mundial. Estas influencias afectaron claramente a las teorías de Antún Sa'ada, que volvió al Líbano en 1929 y en noviembre de 1932 fundó el Partido Social Nacionalista sirio. Los años de la familia en el extranjero, y los de Egipto sobre todo, explican en gran medida los elementos característicos del pensamiento de Sa'ada: su profunda fe en la identidad siria, su rechazo a la identidad árabe y su secularismo.
Los sirios constituyen una minoría reducida pero muy influyente en Egipto a partir del siglo XVIII. Aun jugando un importante papel en la vida comercial, industrial e intelectual del país, nunca perdieron su identidad independiente ni olvidaron su origen. Muy al contrario, los sirios se enorgullecían de los muchos matices diferenciales entre la población oriunda y ellos. A medida que se extendía el nacionalismo egipcio a finales del siglo XIX, la noción de diferencialidad de los sirios se volvió más acusada. Thomas Philipp escribe que "Los sirios llegados durante las dos últimas décadas del siglo XIX tuvieron que darse cuenta de que seguirían siendo elementos marginales y apenas tolerados de la política nacional egipcia. Como inmigrantes en un clima extranjero, se les concienciaba realmente de su 'sirianidad'".
La mentalidad de los sirios en Egipto trasladaba las ideas de Jalil Sa'ada y Antún Sa'ada después de varias maneras. En primer lugar, los egipcios percibían como sirios a todos los procedentes de la zona del levante; si los residentes de Jaffa y Aleppo no pensaban tener nada en común antes de llegar a Egipto, desarrollaban cierto sentido de la solidaridad tras vivir un tiempo allí. En segundo, en contraste con los sirios de la Gran Siria, que de forma casual equiparaban ser sirio con ser árabe, los sirios de Egipto hacían una clara distinción entre las dos nociones. Destacando que los egipcios también hablan árabe, tendían a considerarse sirios, no árabes. Las opiniones de Sa'ada se originaron probablemente a partir de esta percepción. En tercer lugar, fueran musulmanes, cristianos o judíos, los sirios de Egipto sentían una especie de camaradería mutua (en estricto contraste con los que nunca abandonaron Siria) y se organizaban sin contemplar confesiones. Los esfuerzos de Sa'ada por ignorar la confesión como fuerza política podrían desprenderse muy bien de este enfoque.
Otros motivos de las impopulares opiniones del partido tienen que ver con el tirón del Partido Social Nacionalista sirio entre las minorías no sunitas. El secularismo les ofrecía un terreno de juego nivelado, borrando de un plumazo sus desventajas históricas. Los cristianos soportaban las indignidades inherentes a su posición dhimmi; los chiítas sufrían siglos de persecuciones a manos sunitas.
Por su parte, el pansirismo puro sustentaba un ideal de unidad geográfica en el que los no sunitas constituyen alrededor de la mitad de la población; en contraste, dentro de unidades árabes mayores, casi desaparecen. Al superar la brecha histórica entre cristianos y musulmanes, el pansirismo prometía la regularización y la igualdad de los segundos; al glorificar la antigüedad pre-islámica - la civilización que conquistó el islam - celebraba el pasado común; y ofrecía un país que incluía dentro de sus fronteras a casi todos los cristianos ortodoxos. (Al repartirse dispersamente por una región mayor, los ortodoxos no podían retirarse a su propio territorio, a diferencia de los maronitas; pero era una forma de unificar a la comunidad entera).
Elegir apelar a las minorías tenía una importante desventaja, por supuesto; hacía imposible el apoyo árabe sunita masivo. La mayoría de los sunitas rechazaban el secularismo y el nacionalismo pan-sirio, las dos dimensiones del programa del Partido Social Nacionalista sirio. El secularismo cuestiona algunos de los preceptos básicos del islam; los pocos pensadores musulmanes que han desposado públicamente la retirada de la religión de la política han sido ignorados en el mejor de los casos y procesados y ejecutados en el peor. De igual manera, el pan-sirismo puro vulnera el espíritu del islam. Se salta distinciones confesionales, equipara con los musulmanes a los no musulmanes, glorifica la antigüedad pagana y pone un acento desproporcionado en la cultura, la historia y el linaje de un territorio. El apego extremo a un trozo de tierra es antiislámico - no va contra la ley religiosa precisamente, sino contra su espíritu. (Por la parte positiva, el plan-sirismo sí tiene tirón entre los contados árabes sunitas que rechazan las costumbres islámicas y quieren ir más allá de la brecha religiosa).
La oposición intensa de la mayoría de los sunitas al nacionalismo pan-sirista puro sentenció las posibilidades del Partido Social Nacionalista sirio de hacer realidad sus ambiciones. Los griegos ortodoxos (por sí solo o en combinación con otras minorías) no podían dominar un estado de la Gran Siria; incluso de hacerlo, la experiencia de los maronitas - que intentaron imponer una ideología minoritaria en el Líbano y fracasaron - sugiere que no duraría mucho.
Pero los sunitas no fueron los únicos contrarios al Partido Social Nacionalista sirio. Sus facetas fascista, secular, violenta e histórica garantizan las relaciones hostiles con casi todos. Las autoridades francesas persiguieron a la formación durante el Mandato porque agitaba con la independencia. El egipcio Gamal Abdel Nasser persiguió al Partido Social Nacionalista sirio porque se oponía a la unión 1958-1961 con Egipto (un estado no sirio). Israel combatió la formación a causa de su antisionismo extremo. Los baazistas rechazaron su ideología pan-siria pura. Socialistas y comunistas se oponían a su fascismo. Los líderes del Líbano independiente censuraron al Partido Social Nacionalista sirio porque negaba la legitimidad del estado. Los gobernantes sirios buscaban acallar a un problemático demostrado.
El monarca jordano (1921-51) Abdalá, otro gran exponente destacado de la Gran Siria, combatió al SSNP. |
Para humillación del SSNP, sus múltiples enemigos vertían con frecuencia la acusación de que la formación colaboraba con potencias extranjeras y hacía su trabajo sucio. Las autoridades galas la acusaron de colaboración con las potencias del Eje durante los años 40; irónicamente, el gobierno de Vichy siguió vertiendo esta acusación. Los rumores de subvenciones norteamericanas - que más tarde demostraron ser precisos - desacreditaron a los candidatos del Partido Social Nacionalista sirio en los comicios sirios de 1953. Nasser acusaba más tarde al Partido Social Nacionalista sirio de aceptar dinero estadounidense. Se sospechó de la mano británica tras el intento de golpe en el Líbano de 1961. Los rumores de los últimos años se han centrado (con motivos) en la ayuda soviética y rumana.
Con tantos enemigos, no es sorprendente ver al SSNP perseguido durante la mayor parte de su existencia. Sa'ada en persona fue encarcelado en dos ocasiones por los franceses, en noviembre de 1935 y en agosto de 1936, y fue ejecutado finalmente por la policía libanesa tras un apresurado proceso. En el Líbano, la formación osciló a menudo entre la legalidad y la clandestinidad. Fue ilegalizada por primera vez en marzo de 1936 y vuelta a legalizar en mayo de 1937; ilegalizada en octubre de 1939 y regularizada por Camille Chamoun en mayo de 1944; ilegalizada en julio de 1949 y legalizada de nuevo por Chamoun en septiembre de 1958; ilegalizada en enero de 1962 y legalizada por Kamal Jumblat en 1970. (Desde 1970 sigue siendo legal). En Siria, la formación fue legal hasta 1955 (y por eso la sede de la formación estuvo en Damasco de 1949 a 1955) pero desde entonces está prohibida. En Jordania, los asesinatos cometidos por afiliados al SSNP hicieron que fuera reprimida durante 1951-1952; y los servicios jordanos de seguridad intentaron erradicar a la formación en 1966.
A pesar de la desfavorable opinión oficial, el Partido Social Nacionalista sirio obtuvo representación puntual en los parlamentos sirio y libanés. En los comicios de 1957 en el Líbano obtuvo un escaño. Mejor parada salió en Siria, haciéndose con nueve escaños en 1949, uno en 1953 y dos en 1954. Aun lejos de sacar adelante una legislación, estos diputados brindaron al partido un trampolín con el que dar a conocer ampliamente sus opiniones.
Ocultar el mensaje
Pero el Partido Social Nacionalista sirio no siempre quiso conocidas sus verdaderas opiniones. Para protegerse de las persecuciones, recurrió a menudo a estratagemas para eclipsar el mensaje de nacionalismo pan-sirio puro. Utilizando el lenguaje del islam, la formación empleó en la práctica la taqiyya (el disimulo para proteger la fe) de una naturaleza ideológica. Adoptó un amplio abanico de pelajes, incluyendo el pan-sirismo puro, el patriotismo local, la retórica de la extrema izquierda y hasta el panarabismo.
Sa'ada hacía intervenciones pan-sirias pragmáticas según la ocasión, maquillando sus planes de una Gran Siria con tintes de panarabismo. Retrataba la puesta en práctica de la Gran Siria como un paso hacia la liberación árabe. "El renacimiento social nacionalista de Siria primero, la política de cooperación por el bien del mundo árabe después. El ascenso de la nación siria arrebata el poder sirio a las autoridades extranjeras y lo dedica a a los demás países árabes, ayudándoles a progresar". Sa'ada iría más allá, colocando a Siria en un marco árabe: el hecho de que "la nación siria [umma] forme parte de la nación árabe [umma] no contraviene su identidad de país completo con derecho absoluto de soberanía".
Sa'ada también desarrolló un concepto peculiar, "el arabismo del social nacionalismo sirio", que intentaba cuadrar el círculo postulando la referencia siria entre los árabes". Llegó a afirmar: "si existe un arabismo genuino y real en el mundo árabe, es el arabismo del SSNP", y se valió de esto para justificar su argumento de que "la nación siria es la nación idónea para reanimar al mundo árabe".
Durante el periodo 1956-1967, cuando el panarabismo alcanzó el apogeo de su popularidad, la formación silenció sus objetivos pan-sirios. Un folleto electoral del SSNP anunciaba dos eslóganes opuestos en una página: "Nacionalismo sirio frente a nacionalismo árabe", y "El SSNP apoya el Creciente Fértil, una realidad histórica y geográfica, como única forma válida de unión de Oriente Próximo - sin excluir la posibilidad de un frente árabe". Este doble mensaje dificulta creer que el SSNP experimentara un cambio sincero; las referencias a las ideas pan-sirias puras de siempre llevan a este observador a concluir que la visión de Sa'ada siguió ocupando el corazón de la ideología del SSNP.
Pero las muestras de patriotismo local pueden encontrarse ya en mayo de 1944, cuando la lealtad al Líbano hizo las veces de tapadera útil y el partido anunció su objetivo de ser "la independencia del Líbano". Diez años más tarde, para proteger el estatus quo de los programas panarabistas radicales defendidos por Nasser y el Baaz entre otros, los líderes del SSNP adoptaron un enfoque pro-occidental y cerraron filas con los conservadores. Esta táctica culminó en 1958, durante la guerra civil del Líbano, cuando el SSNP se unió al gobierno libanés para censurar a los rebeldes; teniendo en cuenta las opiniones de la formación en relación a lo ilegítimo de la existencia misma del Líbano, se trató de una postura curiosa. Esto tampoco representó un cambio de objetivos a largo plazo sino una valoración del Líbano como refugio; los líderes del SSNP temían con razón que la victoria de los detractores del gobierno les cerrara las puertas del país.
Pero la verdadera necesidad de disimular llegó en 1962. Como resultado de la catástrofe de diciembre de 1961, cuando fracasó en un intento de derrocar al gobierno libanés, el SSNP acabó prohibido en el Líbano (así como en Siria). Para volver a ser legal en uno u otro de estos países, adoptó tres estrategias. En primer lugar, como en 1944, sus miembros fingieron patriotismo local. Los que residían en Siria prometían lealtad al régimen de Damasco; de igual forma, los que residían en el Líbano se presentaban igualmente dedicados a la conservación de la independencia del Líbano.
Esta táctica fue ensayada ante el tribunal militar creado para castigar a los participantes del golpe frustrado, pero tuvo escaso éxito, dado que ni fiscalía ni magistrado fueron persuadidos. El primero alegó ante el juez:
El objeto de los conspiradores del SSNP ha de serle evidente a usted y al mundo entero - no es sino la implantación de los principios elementales del Partido [hacerse con el poder en el Líbano]. El Líbano era consciente de este hecho desde el principio mismo. Pero cuando los conspiradores fracasaron, intentaron inventar motivos de su conspiración, fabulando inquietudes por la reforma del régimen libanés y el desarrollo social.
El juez convenía: "Siendo su objetivo contrario a la ley, el SSNP actuó igual que una sociedad secreta y no reveló su verdadera doctrina a las autoridades. En lugar de eso… la formación simuló trabajar para conservar la entidad libanesa". Lo implausible de esta táctica parece haber conducido a su abandono.
En segundo lugar, la formación prescindió de las doctrinas fascistas y adoptó la retórica más aceptable de la extrema izquierda. Esta transformación se completó hacia 1970, y poco después permitió que el SSNP cerrara filas con los grupos que pretendían dar al traste con el estatus quo. Se desarrollaron relaciones estrechas con diversas formaciones, el Partido Socialista Progresista de Jumblat y la OLP en especial. El movimiento a la izquierda desde la derecha parece ser duradero; hacia 1984, el secretario del SSNP asistía a los fastos del aniversario del Partido Comunista Libanés. Los que no están familiarizados con la ideología de la formación llegaron a considerarla marxista. Lo que empezó siendo una maniobra de distracción, con el tiempo, pudo haberse convertido en realidad; la orientación del SSNP parece alinearse permanentemente hoy con la extrema izquierda.
En tercero y más importante, los afiliados al SSNP se ocuparon de presentar la Gran Siria como el primer paso hacia un frente árabe unido o (cada vez más el caso en años posteriores) una única nación árabe. En otras palabras, adoptaron el maquillaje protector del nacionalismo pan-sirio pragmático. Uno de los acusados ante el tribunal del SSNP en 1962 afirmó que "la declaración de fe en la Gran Siria, en la nación siria [umma]... es lo mismo que la fe en la nación árabe". Siria constituye una nación; el frente árabe consta de muchos países, incluyendo, de manera destacada, el de Siria. (Desafiados por los panarabistas a abandonar todo vestigio de la Gran Siria, el SSNP por supuesto se negaba; lo hacía excusándose en que la creación de una Gran Siria representa una etapa intermedia práctica hacia la creación de una única nación árabe).
Aunque el maridaje de las temáticas panárabe y pan-siria se volvió más consistente tras 1962, llevaba tiempo siendo la taqiyya de la formación. Ya en 1951, Isam al-Mahayiri, diputado del SSNP en el parlamento sirio, aducía que "nuestra labor de unidad de la Siria Natural [léase Gran Siria] constituye la piedra angular de cualquier edificación panárabe sólida". Treinta y cuatro años más tarde, siendo Mahayiri secretario del partido, seguía manteniendo el mismo disimulo, contando a un periodista que Damasco y el SSNP "convienen en tener un objetivo panárabe claro". En 1988 seguía presente la contradicción: a pesar de mantener posturas conocidas y firmemente asentadas, el SSNP enarbola un lema de "Compromiso con la política del partido de panarabismo y lucha".
Incubación de la política radical
El grueso de la importancia del SSNP yace en su influencia sobre un amplio abanico de elementos radicales del Líbano y Siria.
Desde su creación, cuando Sa'ada pasaba el tiempo despachándose contra los estudiantes de la Universidad Americana de Beirut, la creación atrajo principalmente a la élite formada del Líbano y Siria. Era la primera formación de la región que elaboraba una postura radical y secular sin equivocaciones ni prejuicios étnicos. Para muchas de las mentes jóvenes más brillantes y ambiciosas, esta faceta la hizo destacar durante los alrededor de veinte años transcurridos desde su fundación en 1932. Si bien fue siempre numéricamente minúscula (los cálculos oscilan entre 120 y menos de 1.000 afiliados en 1966) la imponente lista de antiguos afiliados incluía figuras relevantes de las vidas libanesa y Siria. Ghassan Tuwayni se convirtió en un poderoso editor y político libanés.
El poeta Adonis (Alí Ajmed Sa'id) se identificó con el SSNP durante su juventud. |
Como formación bien organizada y muy disciplinada de doctrina clara y líder carismático, el SSNP mostraba rasgos que otros pretendían copiar. Un buen número de antiguos afiliados cogieron lo aprendido de organización política e iniciaron sus propias andaduras. Éstas incluirían:
(1) Jumblat, líder libanés druso, fundó en 1949 el Partido Socialista Progresista después de que las negociaciones de cooperación con el SSNP fracasaran.
(2) Shishakli creó el Movimiento de Liberación Árabe (fundado en agosto de 1952) a imagen del SSNP.
(3) Akram al-Hawrani, destacada figura de la política siria durante muchos años, fue uno de los primeros afiliados al SSNP. Durante su asociación pública con la formación, en 1936-1938, ayudó a fundar el Partido de las Juventudes Nacionales, y más tarde se convirtió en su secretario en 1939. No sólo Hawrani siguió siendo afiliado del SSNP en secreto, sino que también se afilió al Partido de las Juventudes Nacionales. Hawrani rompió eventualmente con el SSNP y suspendió los vínculos entre el Partido de las Juventudes Nacionales y el SSNP. Como en el caso de Jumblat, las negociaciones de cooperación con el SSNP fracasaron, así que Hawrani convirtió el Partido de las Juventudes Nacionales en el Partido Socialista Árabe) en enero de 1950. Esta última formación permaneció independiente durante tres años solamente, siendo fusionada eventualmente con el Partido Baaz en febrero de 1953.
(4) El SSNP encontró mucho seguimiento entre los palestinos de principios de los 50, un buen número de los cuales ocuparían más tarde altos cargos en al-Fataj, la organización palestina. El cuñado de Sa'ada, Fu'ad Shimali, jugó un papel clave en el Septiembre Negro. Bashir 'Ubayd trabajó estrechamente con el Frente Popular para la Liberación de Palestina. Ajmed Jibril encabezaba su propia organización, el Frente Popular para la Liberación de Palestina-Mando General. Georges Ibrahim Abdalá abandonó el SSNP en 1965 para unirse al Frente Popular para la Liberación de Palestina de George Habash.
(5) En 1979 ó 1980, Abdalá acabó encontrando su propia organización, la libanesa Facción Revolucionaria Armada (conocida por su acrónimo en francés, FARL), la mayor parte de cuyos afiliados salieron del SSNP. La FARL trabajaba con la Inteligencia siria y se le adjudicó la autoría de una oleada de atentados terroristas registrados en Francia durante los 80. Aun sin relación personal directa, el SSNP demostraba ser a menudo un referente para otros partidos políticos. Phalanges Libanaises, la principal organización maronita fundada en 1936, adoptó mucho del SSNP; también al-Najjada, la organización sunita fundada un año más tarde. Antes de crear el Partido Baaz, Michel 'Aflaq y Salaj al-Din al-Bitar mantuvieron al parecer largas conversaciones con Sa'ada.
El teórico panárabe Abú Jaldún Sati' al-Husri, que no es amigo del SSNP, explicaba los motivos de esta influencia a principios de los 50: Hasta la fecha, no ha surgido ninguna formación en el mundo árabe que pueda competir con el Partido Social Nacionalista sirio en la calidad de su propaganda, que apela a la razón y la emoción en la misma medida, ni en la fortaleza de su organización, eficaz tanto clandestina como abiertamente. En virtud de su organización, esta formación logró alumbrar una corriente política e intelectual muy poderosa en Siria y el Líbano. Antes del SSNP, las formaciones políticas de Siria y gran parte de Oriente Próximo representaban intereses personales, aun simulando buscar causas; el SSNP fue la primera formación de naturaleza ideológica verdaderamente oriunda. Un cronista de las formaciones políticas de Siria está, por tanto, en lo cierto al concluir que el SSNP se fundó sobre "una base totalmente diferente de las formaciones que lo precedieron o lo sucedieron".
El radicalismo del SSNP afectó profundamente a la naturaleza del nacionalismo panárabe. En todas las demás partes del mundo árabe - Arabia, Egipto y el Magreb - el panarabismo se desarrolló primero como doctrina modesta que defendía las relaciones políticas armoniosas y la cooperación en las finanzas, la cultura y las demás esferas (lo que se conoce como panarabismo moderado). Pero en la Gran Siria, el panarabismo significaba algo mucho más ambicioso y alterador: la eliminación de las fronteras y la fusión de las poblaciones (o panarabismo radical). Parece que esta última idea puede remontarse al SSNP, cuyos planes para desmantelar las fronteras que dividían la Gran Siria se trasladaron posteriormente a la nación árabe. El Baaz adoptó a finales de los 40 principios de corte SSNP que diseminaría después por Egipto y los países arabeparlantes. El panarabismo radical floreció de 1958 más o menos hasta 1967, y durante ese período tuvo una enorme relevancia política en Oriente Próximo. Aunque desde entonces ha sido sucedida por el panarabismo moderado, la ideología sigue viva para algunos líderes, como el libio Muamar Gadafi.
Además de su ideología y de su organización, las dedicadas fuerzas paramilitares del SSNP le dotaron de una milicia preparada que interpretó un papel significativo en ambas guerras civiles libanesas. En 1958, respaldaron al gobierno de Chamoun frente a los rebeldes. Para cuando comenzaron las hostilidades en 1975, el SSNP había cambiado de bando y ocupaba un papel pequeño pero importante en la coalición anti-gobierno.
El SSNP ha inspirado muchas iniciativas encaminadas a unificar países. Sólo en 1949, tuvo relación con los tres dictadores militares sirios que buscaban celebrar negociaciones de unidad con Irak, aunque cambiaron de opinión o fueron derrocados antes de poder alcanzarse algún acuerdo. La disposición del SSNP al uso de la violencia y la destrucción total del rival le granjeó poderosos aliados. En al menos tres ocasiones recibió apoyo externo para llevar a cabo revoluciones programadas. Siria ayudó en un intento de derrocar al gobierno libanés en 1949; Abd al-Ilaj, tío del rey de Irak, apoyó al SSNP en una infructuosa empresa para derrocar al gobierno de Siria en 1956; y los oficiales militares libaneses se unieron al golpe a su propio gobierno de diciembre de 1961. (El gobierno británico también podría haber jugado un papel en esta última empresa). Como casi todo lo demás que hizo el SSNP, estos incidentes terminaron en agua de borrajas.
Aun acabando en fracaso, tuvieron importantes consecuencias por separado. Véase el episodio de 1949: En junio de aquel año, el dictador de Siria Husni al-Za'im ofreció a Antún Sa'ada una cálida bienvenida y promesas de armamento contra las autoridades libanesas.
Cobertura en el New York Times de la caída y ejecución de Husni Za'im en 1949. |
El intento del SSNP por derrocar al gobierno sirio en abril de 1955 fracasó (por supuesto), pero jugó un papel clave en el posterior giro de Damasco hacia la Unión Soviética. La formación tuvo un papel destacado en los acontecimientos que condujeron al estallido de la guerra civil libanesa de 1975.
Desde finales de los años 40 en adelante, el partido Baaz era el rival más próximo al SSNP en Siria. Ofrecían un conjunto de cebos parecido a lo que venía a ser el mismo electorado. La historia de estas dos formaciones es, como poco, intrincada. Lo más curioso quizá es que, tras participar de una rivalidad que terminó en enfrentamiento abierto durante los últimos años 50, veinte años más tarde eran aliados leales.
El Partido Baaz fue fundado en los años 40 por dos profesores sirios oriundos de Damasco, Michel Aflaq y Salaj ad-Din al-Bitar. La formación promovía una ideología panarabista radical que instaba a la eliminación de los estados árabes vigentes y a su relevo por una única nación árabe. El Baaz emergió como importante fuerza en Siria en 1957, y sus afiliados llevan gobernando Siria desde 1963 (e Irak desde 1968).
En sus primeros años, SSNP y Baaz compartieron un electorado y unos medios de afiliación parecidos. Competían por afiliados sobre todo entre las minorías no sunitas de mentalidad radical y educación superior. Los afiliados tendían a ser estudiantes de clase media-baja de padres ex campesinos recién llegados a un núcleo urbano. Dicho esto, el Baaz parece haber tenido una composición más urbana y sunita.
Ambas formaciones tenían muchos afiliados en los distritos escolares públicos (que eran instituciones elitistas en aquella época), sobre todo en la región mayoritariamente alauita de Latakia y la región drusa de Jabal. Puntualmente, como en Latakia durante los 40, las dos formaciones patrocinaban centros rivales. Ambas confiaban en los docentes para difundir sus ideas. El Baaz llegó a tener las tres cuartas partes de los estudiantes de instituto de Aleppo, y sus células estaban activas en todas las regiones del país para finales de los 40. Entre ellas, cubrían la totalidad de los institutos de Siria.
Según Michael H. van Dusen, "a principios de los 50, no había un sólo graduado que no hubiera sido expuesto en alguna medida a las ideas del Partido Baaz o el SSNP estando en el instituto".
Ambas formaciones defendían un programa que instaba al secularismo y al control público de la economía. El secularismo reviste un atractivo evidente para las poblaciones perseguidas durante mucho tiempo a cuenta de sus creencias religiosas. El control público de la economía (fuera según la versión fascista del SSNP o la versión socialista del Baaz) ofrecía la promesa de la oportunidad económica.
Los dos tenían muchas otras cosas en común, incluyendo: afiliación elitista (en 1963 nada menos, el Baaz contaría con apenas 400 afiliados); dependencia de los métodos conspirativos; visión de unir a los trabajadores del campo con la clase media a través de la industrialización; y esperanza en sembrar la revolución movilizando y liberando a los alienados. Y muy importante para el futuro de Siria, ambos siguieron influenciando a los oficiales militares que siendo estudiantes de instituto habían formado parte del partido; mientras las capas bajas apoyaban en su mayoría al SSNP, los oficiales se decantaban por el Baaz.
Los miembros de las minorías religiosas más pobres y débiles del Líbano y Siria consideraban atractivos estos dos partidos y se unieron a ellos en cifras desproporcionadamente elevadas. De hecho, no era infrecuente que los parientes de la misma familia se repartieran entre el SSNP y el Baaz. Los Jadid, una familia alauita, formaban un ejemplo destacado. Dos hermanos, Ghassan y Fu'ad, participaron en el asesinato a cargo del SSNP del funcionario del Baaz Adnán al-Maliki en abril de 1955, dando lugar a la muerte de Ghassan y el encarcelamiento de Fu'ad; un tercer hermano, Salaj, habría sido al parecer miembro del SSNP antes de ingresar en el Partido Baaz y progresar hasta convertirse en el gobernante de Siria a finales de los 60.
Inicialmente el SSNP tenía más éxito que el Baaz, porque aunque ambos tenían el respaldo alauí, el SSNP atraía también a los cristianos ortodoxos. Ambas formaciones ampliaron afiliación e influencia a principios de los 50. El Baaz alcanzó al SSNP por esta época y unos años después lo superaba. En adelante la disparidad crecería, llegando a convertirse eventualmente el Baaz en la formación en el poder en dos estados, mientras en SSNP seguía siendo un movimiento minúsculo y despreciado de forma generalizada. En perspectiva, se diría que el Partido Baaz acabaría por derrotar al SSNP. Factores temperamentales, intelectuales, organizativos y tácticos ayudan a explicar su gran éxito.
A nivel temperamental, las dos formaciones difieren en su disposición a dar cabida a una opinión pública más amplia, los sunitas en especial. Mientras Sa'ada llevaba su propia lógica hasta su conclusión, Aflaq y Bitar amoldaban su ideología a las corrientes imperantes. Los líderes del Baaz hicieron algún esfuerzo por atraer a los musulmanes sunitas; los que el SSNP no atraía. Por esta razón, la mayoría sunita no podía tolerar al SSNP. Ingresar en el SSNP siempre fue un acto más radical que afiliarse al Baaz, porque el SSNP rechazaba por completo la tradición en aras de un nuevo orden. Este contraste puede percibirse con respecto al panarabismo, el islam y el papel de la religión en la política.
El rechazo taxativo del nacionalismo panarabista por parte del SSNP redujo enormemente su tirón. El panarabismo parece genético entre los sunitas. Gran parte de su atractivo se encuentra en el compromiso que el panarabismo ofrece entre las viejas aspiraciones a la solidaridad islámica y el impulso de independencia moderno. El nacionalismo panárabe no indigna tanto a los musulmanes como otras formas de nacionalismo (incluyendo la variante pan-siria) porque corresponde a muchas opiniones sostenidas de forma común entre los musulmanes y se puede apoyar en sensibilidades islámicas. Alimentado por el carisma de Nasser, el panarabismo alcanzó enorme popularidad en los 50 y el Baaz avanzó en consecuencia.
El trato al islam de las dos formaciones ofrece un contraste todavía más llamativo de postura hacia la participación sunita. El SSNP convirtió el islam en algo irreconocible para un musulmán. Según Sa'ada, el islam tiene dos manifestaciones, la cristiandad y el mahometanismo; no son religiones diferentes, sino dos versiones de la misma religión. Sa'ada relevó las doctrinas usuales del islam utilizando nuevas basadas en los principios del Social Nacionalismo útil, la religión resultante no compartía casi nada con el islam de referencia. Esta barroca opinión es detallada en la obra de Sa'ada El islam en sus dos mensajes: Cristiandad y Mahometanismo, que intentaba unir a musulmanes y cristianos al tiempo que denigraba el contenido de sus confesiones.
En comparación, la visión del islam que tiene el Baaz era casi convencional. Aflaq no vio a Mahoma el Profeta como un líder religioso, sino como una figura nacional árabe destacada, y enfatizó el papel integral del islam en la formación de la cultura árabe. Esta interpretación, que reduce el islam a una tradición no espiritual, ofendía a los musulmanes religiosos; pero integraba fabulosamente el islam con el panarabismo. Además, obligaba a los árabes no musulmanes a hacer donaciones a la cultura islámica, y unir los dos de esta forma. El Baaz manifestó cierto respeto al islam y se alineó con las sensibilidades musulmanas. El programa resultante no era tan ofensivo al sentir sunita como el del SSNP.
Las doctrinas secularistas del Baaz y el SSNP también repelían a la mayoría árabe sunita, dado que el secularismo va contra la interpretación tradicional del islam; pero de nuevo el Baaz estuvo más en armonía con el sentir de los musulmanes sunitas. El SSNP nunca prescindió de su estridente secularismo radical y antirreligioso; en contraste, Aflaq reconocía el espíritu islámico y trató de darle cabida. Todas estas razones contribuyeron a que el SSNP siguiera siendo una formación de minorías mientras el Baaz atraía a un buen número de sunitas.
El pansirismo puro sufría de pobreza intelectual. El panarabismo (sea moderado o radical) atrajo a muchos pensadores que desarrollaron argumentos contundentes y matizados en favor de la nación árabe; en contraste, el pansirismo puro sólo fue promovido por Antún Sa'ada y su grupo de seguidores idiosincráticos, pero con talento. Esta falta de elocuencia explica en gran medida el fracaso del pan-sirismo como ideología asentada de reputación y seguimiento.
Se puede llegar a decir que la postura anti-SSNP estaba más elaborada que la postura del SSNP. Observe, por ejemplo, el caso de Abú Jaldún Sati' al-Husri. Husri, líder teórico y exponente del panarabismo quizá, se interesó por el SSNP un tiempo; se reunió con Sa'ada y llegó a escribir un libro acerca de la ideología del SSNP. Discrepaba del pan-sirismo puro, claro está, pero se tomaba en serio al SSNP y argumentaba con respeto. Pero el SSNP, acusando las consecuencias de su fallido golpe en Siria en 1955, provocó a Husri y éste respondió en 1956 con una virulenta refutación del SSNP, asestándole un golpe importante. Bassam Tibi explica la importancia de este suceso: "El ataque a gran escala de un escritor político influyente como al-Husri al SSNP, que todavía no contaba con un electorado fuerte, afectó gravemente a su desarrollo. La crítica de Husri fue utilizada por todos los rivales de la formación".
El SSNP nunca logró atraer a muchos seguidores fuera del Líbano y Siria; en contraste, el Baaz logró tener un importante seguimiento en Irak y Jordania, entre otros países, todos los cuales se sumaban a su fuerza.
A nivel táctico, el Baaz demostró tener flexibilidad y arte, aliándose o abandonando a otros (al-Hawrani, Nasser) según el momento. En contraste, el SSNP formó escasas alianzas, siguió aislado entre enemigos y sufría persecuciones constantes.
Un miembro del SSNP abatió en 1955 al teniente coronel Adnán al-Maliki, destacado baazista y uno de los oficiales más poderosos del ejército sirio, lo que condujo al permanente eclipse en Siria del SSNP. |
Estas medidas tuvieron un éxito casi total; el SSNP fue expulsado de la vida política siria y el equilibrio entre las dos formaciones se vería alterado permanentemente.
Una herramienta de Damasco
Aun siendo rivales ideológicos veteranos, SSNP y Baaz sólo pasaron a ser enemigos enconados tras el asunto Maliki. Parecía garantizado que la hostilidad entre el SSNP y el Baaz se prolongaría indefinidamente, o al menos hasta que el primero fuera aplastado. Durante la guerra civil libanesa de 1958, por ejemplo, el Baaz fue a por el SSNP con especial virulencia. Pero su enemistad no se prolongó; en lugar de eso, las dos formaciones se sometieron a transformaciones políticas e ideológicas. En el ínterin, el SSNP acabó siendo un instrumento del Baaz, mientras el Baaz se hacía con parte de la ideología del SSNP. Este intercambio condujo a que los dos se convirtieran en aliados próximos, aunque a regañadientes.
Los fracasos espectaculares sufridos en la misma medida por el Baaz y el SSNP a finales de 1961 desataron estos cambios. Ya hemos visto que la frustrada iniciativa del SSNP por derrocar al gobierno del Líbano en diciembre condujo a su rechazo (público) del pan-sirismo puro y su refugio bajo el disfraz del panarabismo. Una generación más tarde, ese rechazo sigue presente.
Los Baaz experimentaron una transformación más integral, cambiando interior y exteriormente en la misma medida. En este caso, fue la ruptura de la República Árabe Unida de septiembre de 1961 lo que precipitó los cambios. Constituida en 1958 como fusión total entre los estados sirio y egipcio, la República Árabe se echó a perder rápidamente. Pero transcurrieron tres años y medio antes de que los oficiales sirios liberaran del control de El Cairo a su país. El colapso de la República Árabe Unida desacreditó el viejo sueño del Partido sirio Baaz de panarabismo radical. (Las ramas del Partido Baaz en otros estados, Irak sobre todo, no se vieron afectadas de la misma forma). Las tribulaciones de la unión con Egipto escarmentaron a todos los que daban por sentado que la formación de una unión panárabe iba a ser fácil; además, eliminar las fronteras entre los estados árabes dejó de parecer atractivo. La catástrofe de la República Árabe también reforzó la noción de ser sirios y el apego a esta entidad. Tras el experimento de la República Árabe Unida, muchos ciudadanos sirios que antes se habían burlado de su entidad política por insignificante terminaron por apreciarla.
De hecho, en el seno del Partido Baaz surgió una nueva rama de pensamiento - el regionalismo. Los regionalistas hacían de Siria (y no de la nación árabe) su principal campo de atención. Con tanta intensidad se concentraban en Siria que Sati al-Husri, guardián del fuego panarabista, escribía con desaprobación de "la extraña cuestión de los baazistas que llevan el sirismo. Michel 'Aflaq, ideólogo del Baaz, llegó a acusar a los regionalistas de seguir un nacionalismo parroquiano (iqlimiyya) que recordaba al del SSNP. A medida que el panarabismo radical iba desapareciendo del programa del Baaz en Siria, cediendo terreno al pragmático pan-sirismo, la formación adoptó una carta de presentación totalmente nueva. Por esta razón, los eruditos han bautizado a la formación post-1961 el neo-Baaz. Los cambios adicionales de gobierno sólo confirmaron la evolución con respecto al panarabismo. Bitar observaba, con razón, que el golpe de 1966 "marcó el final de la política baazista en Siria". Michel 'Aflaq expuso la misma idea de manera más afectada: "¡He dejado de reconocer a mi partido!"
Curiosamente, los acontecimientos de finales de 1961 convirtieron al SSNP y al Baaz en imágenes especulares. El SSNP conservó sus verdaderas doctrinas pero adoptó el panarabismo a modo de disfraz; el Partido Baaz de Siria adoptó una postura emparentada con el SSNP, pero simulaba conservar su ideología original. El SSNP hablaba igual que el Baaz, y el Baaz actuaba como el SSNP. Este comportamiento, sin embargo, tenía consistencia; ambas formaciones lo consideraban ventajoso a la hora de perseguir sus objetivos pan-sirios bajo el disfraz de la retórica panarabista. Los fracasos de 1961 surtieron el curioso efecto de obligar a cada formación a adoptar elementos de la ideología del otro. David Roberts, antiguo embajador británico en Siria y el Líbano, observa que "el Baaz ha abandonado la compañía del SSNP y de hecho lo ilegalizó; pero de forma discreta ha absorbido su mensaje". El intercambio culminó cuando cifras importantes de afiliados del SSNP se afiliaron al Baaz. Con esto, el neo-Baaz se volvió casi idéntico al SSNP.
La aceptación del pan-sirismo por parte del gobierno sirio alteró entonces las relaciones entre el SSNP y el Neo-Baaz más allá de cualquier parecido. Su acercamiento al pan-sirismo comenzó en 1961 y culminó en 1974, cuatro años después de llegar al poder Hafez al-Asad. Aun siendo pragmático y no un pan-sirista puro (y panarabista en potencia todavía por esa razón), Asad conviene con el SSNP en muchas cuestiones esenciales de la política exterior. Pretendía fusionar los cuatro países que constituyen la Gran Siria bajo gobierno de Damasco; de hecho, a medida que las ambiciones previas para con Egipto y otras regiones distantes se marchitaban, esto pasó a ser el objetivo central de la política exterior siria. Según Laurent y Annie Chabry, el gobierno Asad "utiliza el acicate del panarabismo para seguir una política pan-siria de las promovidas en tiempos por el SSNP".
El interés mutuo convirtió al SSNP en un satélite del estado sirio y tras décadas de competencia, las dos partes se aliaron estrechamente en el Líbano en 1976. Además de una creciente compatibilidad ideológica, esto podría tener algo que ver con las relaciones personales, dado que los Majluf, la familia de Anisa, mujer de Asad, tiene antecedentes de implicación en el SSNP. Uno de los parientes de Anisa, Imad Mohammed Jayr Bey, fue un alto funcionario del SSNP hasta su asesinato en 1980. La rumorología en Siria sostiene que Anisa simpatizaba con la formación e influenció a Asad no sólo para cooperar con el SSNP, sino también para ver favorablemente la Gran Siria.
No todos los elementos del SSNP aceptaron la referencia siria, y esto condujo a una serie de roces que dividieron a la formación en varias facciones: La maoísta, la derechista (encabezada por George 'Abd al-Masij) y la pro-Siria. In'am Ra'd encabezó la última formación durante algunos años; bajo presiones de Damasco, fue sucedido en julio de 1984 por Isam al-Mahayiri, el primer secretario musulmán y oriundo de Siria en la formación. Ra'd fue lo bastante dócil para exponerse a la admiración de los extranjeros de visita (como el Reverendo Jesse Jackson, que visitó Siria en enero de 1984); pero Mahayiri, jurista y descendiente de una notable familia de la vida social de Damasco, demostró ser un agente todavía más dispuesto. Mahayiri subestimó enormemente la situación cuando observó que "nuestras relaciones con el régimen sirio [y] el Partido Baaz… son buenas y se están desarrollando". En la práctica, Mahayiri acudió a Damasco para mantener consultas y probablemente solicitar instrucciones. De hecho, funcionarios israelíes estaban convencidos de que Mahayiri obedecía en realidad las órdenes directas de Asad, y el Ministro israelí de Defensa Yitzhaq Rabin caracterizó públicamente al SSNP como "totalmente a las órdenes de la Inteligencia siria".
Con el dinero y el armamento sirios, la milicia del SSNP se convirtió en un actor minúsculo pero relevante de la guerra civil libanesa. Según el espionaje israelí, las fuerzas sirias daban normalmente libertad de movimientos en el Líbano al SSNP - muestra de la cercanía entre las dos partes. Según Hezbolá, los dos llegaron a realizar maniobras militares conjuntas. Un cálculo sitúa el número de efectivos del SSNP en 1975 en 3.000 individuos, cifra notable en el Líbano; y una jerarquía clara y una disciplina estricta elevaban su eficacia. Un observador sobre el terreno, Harald Vocke, llegó a llamar a la milicia del SSNP "la unidad de combate más fuerte" de las fuerzas anti-gubernamentales y, después de al-Fataj, "el rival más importante" de los cristianos. Esto probablemente sea una exageración, pero las milicias del SSNP sí ganaron notoriedad tras la salida del Líbano de la OLP en 1982. Abrió sedes en territorio bajo control sirio del valle de la Bekaa, y gobernó una porción del territorio libanés al sur de Trípoli.
Asad también permitió al SSNP el uso de los medios sirios para promocionar su mensaje de la Gran Siria. La implicación de Shawqi Jayrala como publicista sirio fue un curioso ejemplo de esto. Jayrala había sido editor de la revista del SSNP en 1945, y concibió el golpe del Líbano en 1961; después se lo tragó la tierra. En 1976, empezó a firmar editoriales para la radio pública y los periódicos sirios sin escatimar términos, promoviendo el concepto de la Gran Siria. En una ocasión instó a la integración del Líbano "en una Unión Levantina [Mashragi], formada actualmente por Siria, Jordania y [Palestina]". Jayrala también aducía que el retorno de los palestinos a su patria tenía que apoyarse en la interpretación de que "Palestina es el sur de Siria".
A cambio de este respaldo, el SSNP prestó un buen número de servicios. Ayudó a la iniciativa siria proporcionando una base receptiva a los efectivos sirios dentro de su territorio sede al este de Beirut. Asad confiaba en sus aliados del SSNP a la hora de emprender operaciones especialmente difíciles en el Líbano. Por ejemplo, desplegó efectivos del SSNP contra el Hezbolá de respaldo iraní en junio de 1986. Para garantizarse un resultado favorable, los efectivos sirios tomaron posiciones próximas e intervenían cuando el SSNP necesitaba ayuda. Las tropas sirias en el Líbano vigilaban los intereses del SSNP; por esta razón, cinco miembros de Hezbolá fueron detenidos ese mismo mes bajo acusación de asesinar a un funcionario del SSNP.
La formación también fue el primer grupo libanés (y a fecha de este escrito, el único) que miró más allá de la presencia israelí en el Líbano e instaba a llevar a cabo ataques dentro de territorio de Israel. Llamando al sionismo "un movimiento racista que pretende destruirnos completamente como nación", el SSNP se declaraba "en un estado de guerra constante con Israel, con independencia de cualquier posible retirada israelí del Líbano o del territorio de Palestina".
Lo más importante, el SSNP participó en destacados actos de terrorismo. A las órdenes de Asad Jardán, "Comisario para la Seguridad" del partido, proliferaron los atentados suicida. Ehud Ya'ari (que llama al SSNP "la organización terrorista más antigua que existe") considera al partido "el instrumento de terror de confianza de Siria, y se emplea en operaciones particularmente sensibles y peligrosas más allá de los grupos del terror palestinos afincados en Damasco".
Así, Habib al-Shartuni, el caballero detenido por asesinar al Presidente electo Bashir Gemayel en septiembre de 1982, era afiliado del SSNP. El grupo que reivindicó haber destruido el cuartel de los Marines estadounidenses en octubre de 1983 anunció su apoyo a la Gran Siria, lo que hace probable que el SSNP jugara algún papel en esta deflagración. Reivindicó la autoría de ocho de los dieciocho atentados suicida cometidos contra Israel en el sur del Líbano entre marzo y noviembre de 1985.
Señalando al SSNP como "responsable de perpetrar espectaculares atentados y operaciones suicida", las fuerzas israelíes tomaban represalias en agosto de 1985 destruyendo las oficinas del SSNP en Shtaura. May Ilyas Mansur, miembro del SSNP, detonó un explosivo a bordo de un aparato de la TWA a principios de abril de 1986 que costó la vida a cuatro pasajeros. Al SSNP también se le ha relacionado con el intento de Nizar al-Hindawi, apenas cuatro días más tarde, de colocar una bomba a bordo de un aparato comercial de El Al. Estos atentados no sólo contribuyeron a la decisión israelí de salir del Líbano, sino que tuvieron un importante papel en la política libanesa: al demostrar que el gobierno sirio sabía estar a la altura de la ferocidad de los atentados fundamentalistas chiítas contra Israel, se mejoraba la imagen de Damasco. La importancia que daba Asad a los atentados suicida quedó clara a partir de la atención que les prestaba. Apoyó personalmente los esfuerzos suicidas en una alocución de mayo de 1985.
Me he convencido de la grandeza del martirio y la importancia del autosacrificio desde mi juventud. Mi intuición y convicciones decían que la pesada carga sobre nuestro pueblo y nuestra nación… sólo podía retirarse y extirparse a través del martirio y el autosacrificio… Tales ataques pueden causar grandes pérdidas humanas al enemigo. Garantizan resultados en términos de asestar un golpe directo, contagiar el terror entre las filas enemigas, mejorar la moral de la población y concienciar a la ciudadanía de la importancia del espíritu del martirio. A partir de ahí, se producirán sucesivamente oleadas de martirio popular y el enemigo no podrá soportarlas… Espero que mi vida acabe solamente en el martirio… Mi convicción es que el martirio no es ni temporal ni casual. Los años han asentado esta convicción".
Con tal patrocinio desde la cúpula, el culto a los suicidas del SSNP era tal vez inevitable: Centros escolares, calles, plazas y sedes públicas de todo Siria están bautizados en honor a terroristas suicida, y el cantante más popular del país, Marcel Jalifa, monopolizaba hace poco los primeros puestos de la lista de éxitos con su himno a los suicidas. Cintas con "la voluntad" de los terroristas se facilitan en los quioscos de prensa, y el inventario se agota con rapidez.
Con cada vez mayor frecuencia - en consistencia con la ideología del SSNP - los suicidas llegan desde Siria. Preguntado por el motivo de unirse al movimiento libanés, un terrorista respondía: "¿Hay diferencia entre Siria y el Líbano?" Por contra, una menor libanesa que con 16 años de edad atacó un convoy israelí en abril de 1985 con un coche-bomba, perdiendo su vida y matando a dos soldados israelíes, había hecho previamente una grabación en la que enviaba saludos a "todos los guerreros de mi nación, encabezados por el líder de la liberación y el avance firme, el teniente general Hafiz al-Asad". Ella también consideraba el Líbano parte de Siria.
El SSNP también presta servicio a los aliados de Siria. Un afiliado al partido disparó a un destacado diplomático libio en el Líbano, Abd al-Qadir Ghuka, en junio de 1983. Más tarde dijo a la policía que los servicios secretos sirios le habían contratado para llevar a cabo el atentado a petición de Gadafi, que creía que Ghuka tenía intención de desertar. El dinero libio creció de forma sustancial en 1986; Gadafi esperaba al parecer utilizar a la formación igual que hizo Asad, para protegerse de la incriminación en actividades terroristas. Esta alianza salió a la luz en octubre de 1987, cuando el SSNP anunció que 250 miembros se habían alistado para combatir en la guerra de Gadafi contra el Chad durante un mínimo de seis meses.
En su mayoría, los miembros del SSNP estaban encantados con el giro del régimen sirio al pan-sirismo; tras décadas de tensiones con Damasco, finalmente surgía allí un aliado y un líder comprometido con la ideología pan-siria. La cúpula del SSNP elogiaba "el papel hermano y el fuerte sacrificio de Siria", y concluía que Asad aspiraba de forma genuina a una unión territorial en la Gran Siria. Uno de sus afiliados decía a un periodista: "No podemos olvidarnos de que Hafiz al-Asad - Su Excelencia el Presidente de Siria - ha dicho muchas veces que el Líbano forma parte de Siria, que Palestina forma parte de Siria. Y si creemos eso, y hemos de creerlo - ha dado toda suerte de muestras de hablar en serio - ello significa que su interés en el Líbano es totalmente genuino. Juega la partida muy cauta e inteligentemente".
Conclusión
Su herencia de frustraciones no invalida la importancia del Partido Social Nacionalista sirio, que introdujo en Oriente Próximo un surtido de ideas nuevas. Incluían la formación ideológica, el secularismo político integral, las nociones fascistas del liderazgo y la dedicación a la desaparición de las fronteras entre los estados. El partido tuvo seguimiento e influenció a una generación de líderes del Líbano y Siria. Su reiterado desafío al estado libanés denigró el prestigio y la imagen de las autoridades. Y sus milicias jugaron un papel importante en la guerra civil libanesa. Recopilando medio siglo de hostilidades, David Roberts destaca que "el partido ha tenido una influencia curiosamente relevante a través de las intrigas, los crímenes y de una ideología que se anticipó correctamente a lo que sería eficaz en levante".
En cierto sentido, el SSNP de los 80 se hizo más fuerte que nunca antes. Dejaba tener que ocultarse y planear golpes clandestinos. En su lugar, disfrutaba del mecenazgo de uno de los estados más poderosos de Oriente Medio y gozaba de libertad de maniobra en la anarquía libanesa. La ayuda siria transformó la formación de reliquia moribunda en fuerza dinámica. Ehud Ya'ari escribe que "caballeros que llevaban olvidados desde los 40 o los 50 han vuelto a aparecer hace poco jugando a mentores, momias políticas que vuelven a la vida. Lemas que se borraron o se desprendieron de paredes hace mucho han sido recuperados con pintura fresca, y el aura de acción que rodea al SSNP vuelve a atraer una vez más a los jóvenes al símbolo del huracán rojo". La formación también explotaba nuevas fuentes de afiliados, incluyendo chiítas y drusos.
Pero las implicaciones de la alianza con Siria a largo plazo parecían amenazantes para el SSNP; el apoyo de Asad tenía un precio elevado. Él pretendía poner al partido a las órdenes de Damasco y convertirlo en una pantalla para los agentes sirios y en un instrumento de la política siria. El peligro potencial está claro; al acceder a trabajar tan estrechamente con los gobernantes de Siria, el partido renunciaba a la fortaleza que lo había convertido en una fuerza relevante a lo largo de décadas - su feroz independencia y su política visionaria. El éxito de Asad a la hora de dictar los términos limitó la capacidad de acción autónoma del SSNP. Si el dinero y las armas de Damasco permitían florecer temporalmente al SSNP, la absorción por parte de un estado policial nublaba su futuro. La alianza con Damasco contenía probablemente las semillas de la desaparición del SSNP.
Consciente quizá de esto, el ala anti-Siria del SSNP trató de relevar a Isam al-Mahayiri como secretario de la formación en enero de 1987. En un golpe marcado por los tiroteos entre las facciones del SSNP en la sede del partido, Jubran Juraysh desplazó a Mahayiri y amenazó con juzgarle ante el Alto Comité del SSNP.
La revuelta parece haber sido provocada concretamente a través de una iniciativa siria encaminada a utilizar al SSNP para combatir a sus muchos enemigos en el Líbano - Hezbolá, los drusos, los palestinos y los sunitas. Pero Mahayiri movilizó a sus mecenas sirios y volvió a imponer su posición en septiembre de 1987. A pesar de esta reafirmación limitada de la independencia de la formación, su influencia parece quedar en su mayor parte en el pasado.