La manifestación "Contra el Derramamiento de Sangre en Gaza" convocada en el centro de Miami el 20 de julio estuvo protagonizada por agresivos cánticos islamistas característicos de las convocatorias antiisraelíes. En inglés, los manifestantes berrearon "¡Somos Hamás!" y "¡Somos la Yihad!" (como puede verse y escucharse aquí). En hebreo, un convencido de la causa de Hamás grita "Hijo de puta" y "¡Vete al infierno!" y hace un gesto obsceno con el brazo a un partidario de Israel. En árabe, la multitud coreó la infame fórmula "Jaybar, Jaybar, ay judío, el ejército de Mahoma volverá" (referencia a la masacre de judíos a instancias del profeta del islam en el 629 d.C.).
Como digo, una manifestación anti-Israel cualquiera, lejos de ser la peor. Típica – de no ser porque parte de sus impulsores buscan respetabilidad desesperadamente.
En una crónica de la manifestación fechada el 23 julio, la investigadora Danielle Avel cuelga una copia de un brillante folleto de promoción de la concentración, enumerando a sus siete convocantes:
Asociación de Musulmanes Americanos de Norteamérica (AMANA), Consejo de Relaciones Islámico-Norteamericanas de Florida (CAIR), Círculo Islámico de Norteamérica (ICNA), Estudiantes por la Justicia en Palestina (SJP), Consejo Sirio Estadounidense del Sur de Florida (SAC), American Muslims for Emergency & Relief (AMER) y la Fundación de los Musulmanes Americanos.
El perfil en Facebook de la convocatoria enumera una coalición de ocho organizaciones, algunas de las cuales coinciden con las del folleto:
¡Únete y difunde la noticia! En coordinación con nuestra coalición: Coalición Al-Awda, Estudiantes por la Justicia en Palestina Florida (SJP), POWIR, Broward Green Party, CAIR, Círculo Nacional de Abogados (Sur de Florida), Estudiantes por la Justicia en Palestina (SJP) - Universidad Atlántica de Florida y Estudiantes con la Justicia en Palestina (SJP) - Universidad Internacional de Florida.
Dos colectivos en concreto, el Consejo de Relaciones Islámico-Norteamericanas y el Círculo Islámico de Norteamérica, llamaron la atención de Avel porque ambicionan recibir invitaciones a la Casa Blanca y a intervenir en las cadenas de televisión y en universidades de referencia, entre otras muestras de aceptación pública. Lo que tuvo lugar en Miami, destaca ella con acierto, saca a la luz su verdadera naturaleza extremista.
Seis días después, el 29 de julio, la delegación en Florida del Consejo de Relaciones Islámico-Norteamericanas replicaba con un desmentido:
La Delegación en Florida del Consejo de Relaciones Islámico-Norteamericanas no fue parte, no planificó, no patrocinó, no participó y no tuvo absolutamente nada que ver con la concentración celebrada el 20 de julio. De existir algún documento que enumere a la delegación en Florida del Consejo de Relaciones Islámico-Norteamericanas como impulsor de la concentración, dicha mención se incluiría sin la autorización de la delegación en Florida del Consejo de Relaciones Islámico-Norteamericanas.
Pongo en tela de juicio la veracidad de este desmentido por varios motivos.
- El hábito de mentir del Consejo de Relaciones Islámico-Norteamericanas es tan generalizado que dispongo de una bibliografía entera de mis tribunas evidenciando las razones para no confiar en el colectivo.
- El folleto, del que tengo un ejemplar, afirma dos veces que Sofian Zakkout organiza la concentración. Zakkout es tan íntimo de CAIR, que en la práctica es voluntario del colectivo en la comunidad: coordina con la organización, es citado por el colectivo, solicita ayuda al grupo y es incluido como contacto por la asociación. (Para informarse de Zakkout, consulte denuncia documental de Avel). Un año antes, él incluyó a la delegación en Florida del Consejo de Relaciones en el folleto de otra convocatoria. Que incluya al Consejo en la lista sin su permiso desafía a la imaginación.
- El perfil en Facebook sigue incluyendo al Consejo de Relaciones Islámico-Norteamericanas como patrocinador, dos semanas después del desmentido del Consejo.
- Quizá el Consejo pretenda ocultar la verdad en la semántica. Tanto la organización nacional (que aparece en el perfil de Facebook) como la delegación en Florida (en el folleto) se mencionan como patrocinadores. La circular del 29 de julio solamente desmiente el permiso para aparecer la segunda lista, no en la primera. Es más verosímil que la organización nacional del Consejo diera su permiso para aparecer en la lista como patrocinador, mientras que la delegación en Florida del Consejo no lo daría.
Teniendo en cuenta estos hechos, me es imposible dar cualquier credibilidad al desmentido de Consejo de Relaciones.
Estoy convencido de que patrocinó la vil convocatoria de Miami; de que su desmentido de ese patrocinio es fraudulento; y de que las despreciables palabras de la concentración de Miami sacan a la luz el verdadero rostro del Consejo de Relaciones.
El Consejo de Relaciones Islámico-Norteamericanas no ha de ser avalado por invitaciones y comparecencias. Debería de recibir el trato de colectivo marginal y condenado al ostracismo como el Ku Klux Klan o la secta Nation of Islam.