Cuando la Oficina Federal de Investigación, la agencia de policía nacional de América, no puede distinguir continuamente quien es amigo y quien es enemigo en la guerra contra el terror, es hora de preocuparse.
El récord de la agencia en honrar a los musulmanes americanos equivocados capta este problema.
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En febrero del 2001, ascendió a Gamal Abdel-Hafiz, un agente especial que rechazó una tarea de contraterrorismo con el argumento "un musulmán no registra a otros musulmanes".
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En mayo del 2002, el Director del FBI Robert Mueller hizo que su portavoz llamara al American Muslim Council "el principal grupo musulmán de los Estados Unidos", a pesar de su historial de ayuda a la recaudación de fondos para el terrorismo. Hoy, el largo tiempo líder del AMC está encarcelado y la organización está virtualmente difunta.
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En septiembre del 2003, el FBI casi concedió su Premio al Servicio Público Excepcional a Imad Hamad, de Detroit, salvado de tal vergüenza por la columnista Debbie Schlussel, que expuso a Hamad en el New York Post como alguien que "apoya el terrorismo y a su vez fue un presunto terrorista".
Hace algunas semanas, la oficina lo hizo de nuevo, concediendo a Marwan Kreidie, un activista de Filadelfia, su Premio al Liderazgo de la Comunidad por ser "de gran ayuda para la oficina del FBI", y específicamente por sus esfuerzos "por identificar, prevenir y abortar actos de terrorismo". Kreidie suscita gran preocupación acerca de la incapacidad continuada del FBI para comprender la guerra que está librando.
Primero, Kreidie ha condenado repetidamente medidas antiterroristas y que yo sepa, nunca ha aprobado ni una.
- Condenó la entrevista de casi 5.000 varones sin ciudadanía que percibían visados temporales desde países que albergan células terroristas activas como indicativo del "descuidado trabajo policial" y "ridículo".
- Estaba "horrorizado" por las medidas que exigen que algunos extranjeros que llegan proporcionen huellas digitales, fotografías, y detalles de sus planes de viaje. "Como ciudadano Americano, para mí es espantoso".
- Comparó furiosamente el Sistema de Prevención e Información del Terrorismo (TIPS), "un sistema nacional para que los empleados recelosos informen de actividades sospechosas", con la tristemente célebre Stasi, la policía secreta de la Alemania del este.
- Se opuso a la USA PATRIOT ACT, diciendo que "levantaba la veda" de árabes y musulmanes.
- Renunció indignado a la oferta del gobierno de recompensar la información "fiable y útil" sobre terroristas con una senda rápida a la ciudadanía Americana: "Es soborno y es repugnante".
- Denigró el enfoque de deportar a los extranjeros ilegales en los Estados Unidos provenientes de países árabes y musulmanes - la fuente de casi todo el terrorismo en los Estados Unidos - como "prejuicio".
- Denunció las entrevistas del FBI con inmigrantes iraquíes, diciendo que tenían "cero" posibilidades de recabar información útil.
En general, Kreidie rechaza los esfuerzos antiterroristas del cumplimiento de la ley como "intrusiones masivas en las libertades civiles" que "enfurecen" a los árabes y musulmanes americanos. Hasta caracterizó las medidas antiterrorismo como "inconstitucionales".
En segundo lugar, Kreidie ataca viciosamente a la administración Bush. Condenó lo que llamó "asaltos contra los derechos humanos montados por el Presidente Bush y su Fiscal General, John Ashcroft". Acusó al Presidente George W. Bush de "una letanía de acciones anti árabes y anti musulmanas". En una ocasión se refirió al fiscal general (quién, entre otras tareas, supervisa el FBI) como "ese lunático de Ashcroft".
Tercero, Kreidie niega que musulmanes americanos hayan tenido algo que ver con el terrorismo. "Nadie en mi comunidad apoya a Osama", ha anunciado, exonerando así por adelantado a los musulmanes de cualquier conexión con Al-Qaeda y haciendo a uno preguntarse cuánta ayuda puede brindar al FBI. Después de que el presidente de Estados Unidos en persona firmase los documentos para cerrar la Fundación Tierra Santa, una "asociación de caridad" Islámica," y el secretario del tesoro la describiera como una organización que "existe para recaudar dinero para promover el terror en los Estados Unidos" Kreidie insistió que la fundación era una organización caritativa legítima. Cuando la funcionaria del tesoro de Pensilvania, Bárbara Hafer, sospechó que los 210.000 dólares defraudados por individuos con nombres árabes podrían estar vinculados al terrorismo, Kreidie saltó sobre su declaración diciendo que estaba infundada y era inflamatoria.
Resumiendo todo su punto de vista, Kreidie dice que para los árabes y musulmanes norteamericanos, trabajar con el FBI es "una pérdida de tiempo".
¿Cómo colaboró entonces esta figura anti-contraterrorismo, anti - Bush, anti -Ashcroft, anti - FBI exactamente a "identificar, prevenir y abortar actos de terrorismo"?. Expuesta con este expediente de observaciones de Kreidie, la oficina del FBI de Filadelfia declinó hacer comentarios.
Cuando una agencia relevante del cumplimiento de la ley como el FBI queda al descubierto recompensando a aquellos que la atacan, ganar la guerra contra el terror parece estar cada vez más lejos. La policía necesita hacer su trabajo y no hacerse la zancadilla honrando a sus adversarios.