El Presidente George W. Bush se refiere al enemigo en la guerra contra el terror como "radicalismo islámico". La política oficial estadounidense considera al país en guerra con esos musulmanes que apoyan una forma extremista, yihadista, misógina, anticristiana, antisemita, y totalitaria del Islam.
Sin embargo, al margen de lo que diga el presidente al más alto nivel de la formulación política, el pasaje post-11 de Septiembre se encuentra en Estados Unidos algo muy distinto: cierta insistencia en que todos son igualmente sospechosos. Las directrices del Departamento de Transportes, por ejemplo, prohíben que el personal de seguridad responda a "estereotipos o posturas o creencias generalizadas acerca de la tendencia de los miembros de cualquier colectivo o racial, étnico, religioso o nacional a tomar parte en actividades ilegales".
Afortunadamente, ha echado raíces cierta tendencia a alejarse de este enfoque rígido. A finales de 2003, la Agencia de Seguridad en el Transporte presentaba un sistema de fichado del pasaje conocido como Screening of Passengers by Observation Techniques. Ahora funciona en 12 aeropuertos estadounidenses y utiliza el reconocimiento de patrones de lenguaje corporal para detectar niveles extremadamente altos de tensión, miedo o disimulo.
Esto marca un paso en la dirección correcta, pero los terroristas bien entrenados no evidencian ni miedo ni tensión, lo que implica la necesidad de una investigación más profunda. Con este fin, algunos analistas, como Michael A. Smerconish en su libro de 2004, Flying Blind: How Political Correctness Continues to Compromise Airline Safety Post 9/11, proponen que el antiterrorismo hincapié en la raza y la etnia, y concretamente en los "jóvenes varones extremistas árabes".
Centrarse en las pistas observables como los nombres árabes o la apariencia de Oriente Medio es algo que se hace fácilmente. Pero al igual que el nerviosismo, son criterios rudimentarios que no llegan al fondo del problema. De igual forma, prestar atención exclusivamente a los varones árabes jóvenes invitará inevitablemente a los terroristas a depender de agentes femeninos mayores que no se han árabes.
En lugar de eso, las fuerzas del orden deben centrarse en los móviles detrás de los actos violentos. El islam radical inspira al terrorismo islamista. Todos los terroristas yihadistas son musulmanes, utilizar la Inteligencia para hacer hincapié en el 1% de la población estadounidense que es musulmana es tan lógico como inevitable.
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Añadido 15 de noviembre de 2006: Costco está llevando a cabo un estudio de esta cuestión y mi parte pierde prodigiosamente:
¿Debe incluir el fichado étnico y religioso la seguridad aeroportuaria? |
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Sí |
279 Votos |
10,0% |
No |
2520 Votos |
90,0% |
Votos totales |
2799 Votos |