En un artículo de investigación publicado en el New Republic en julio de 1999, brindo la crónica privilegiada de las negociaciones clandestinas – y las amplias concesiones – de Binyamin Netanyahu al gobierno sirio en agosto-septiembre de 1998. El relato interpreta sus esfuerzos como una iniciativa encaminada a mejorar su suerte en la reelección y poner de relieve que Ariel Sharón, ministro de exteriores en aquella época, habría obstaculizado el acuerdo.
Hoy Sharón es primer ministro y Netanyahu ministro de economía, y el segundo tiene un punto de vista nuevo – en mi opinión muy superior - y mucho más robusto. Es citado en el Jerusalem Post de hoy hablando de Siria:
Aquí tenemos a esta pequeña tiranía olvidada de la mano de Dios que se encuentra entre todos esos países árabes temblando por ser el próximo. Siria necesita la paz con nosotros igual que un soplo de aire fresco. Lo necesita más que nosotros. Deberíamos de aprovechar nuestra ventaja y hacer exigencias propias. Es hora de borrar la vieja fórmula. Israel no debe de ser el único que hace concesiones en aras de un acuerdo de paz. Que ellos hagan alguna concesión, para variar.
Con esta clase de posturas, algo bueno podría salir por fin de la diplomacia sirio-israelí. (8 de enero de 2004)
1 de enero de 2011: En el año 2004, Netanyahu era ministro de economía, desde principios de 2009 vuelve a ser primer ministro. Según un despacho de WikiLeaks recogido por el rotativo kuwaití Ar-Ra'i, podría haber vuelto a sus viejas costumbres de 1990. Herb Keinon informa en el Jerusalem Post:
los Estados Unidos han sido contactados por el Ministro sirio de Exteriores Walid Moallem con el mensaje de que Damasco estaría dispuesto a renovar el diálogo con los israelíes y llegar a un acuerdo de paz. Un despacho remitido por la embajada norteamericana en Tel Aviv con fecha 18 de junio de 2009 indica que si bien los funcionarios del Ministerio de Exteriores estarían convencidos de que Siria solamente estaría interesada en un proceso diplomático porque ello le daría legitimidad internacional, funcionarios del Ministerio israelí de Defensa considerarían la alianza sirio-iraní "un matrimonio de conveniencia", y estarían convencidos de que Siria puede hablar en serio en lo de apartarse de Irán y retirar el apoyo a Hezbolá a cambio de la reconciliación con Occidente, Estados Unidos en especial, y la devolución de los Altos del Golán.
En el despacho, Amos Gilad, responsable del gabinete de seguridad y diplomacia del Ministerio de Defensa, aparece citado afirmando que la paz con Siria sería "crítica a la hora de alcanzar la paz palestino-israelí, debido a la capacidad siria de apoyo al descontento". Según las fuentes citadas en el periódico kuwaití el sábado, la administración Obama estaría convencida de que la paz entre Israel y Siria constituiría un avance que ayudaría a relanzar las enrocadas conversaciones de paz palestino-israelíes.
El periódico cita a un importante consejero del Presidente de los Estados Unidos Barack Obama, Dennis Ross, diciendo que los sirios estarían dispuestos a distanciarse de Irán, de Hezbolá y de Hamás, y a cooperar con Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo.
Estos acontecimientos recientes, según el periódico, serían responsables de la decisión de Obama el miércoles de saltarse al Senado y nombrar a Robert Ford primer embajador estadounidense en Damasco desde el año 2005.