El gobierno Sharón ha alentado varias veces el terrorismo de formas que me parecen indignas de un aliado (como poner en libertad a 429 terroristas a cambio de un rehén y tres cadáveres; o recompensar la violencia con un acto sin precedentes de auto-limpieza étnica en Gaza), y lo vuelve a hacer.
En lo que el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas dice "sería la primera donación del Gobierno de Israel a una agencia de la ONU a cuenta de un proyecto de desarrollo económico en los territorios palestinos", el programa anunció hoy que el gobierno israelí ha aportado 25 millones de dólares a un proyecto de promoción en Gaza. ¿Y qué podría ser? "El saneamiento y rehabilitación de los enclaves ocupados en tiempos por los asentamientos israelíes evacuados de la Franja de Gaza". Dejaré que la instancia explique los detalles:
El Programa de la ONU fue invitado a acometer el proyecto de rehabilitación del Gobierno de Israel, la Autoridad Palestina y la Oficina del Enviado Especial del Cuarteto, James Wolfensohn. Con más de 1,2 millones de toneladas de escombros y cascotes a sanear y reciclar, el proyecto costará 24,7 millones de dólares, que serán aportados por el Gobierno de Israel. Harán falta alrededor de 18 meses para acabar, y se dará empleo a varios cientos de trabajadores palestinos… Los escombros de metal y cemento retirados del lugar serán triturados y reciclados para su uso como material de construcción o pavimentación.
Traducido de la jerga burocrática, esto dice que el contribuyente israelí va a pagar a "varios cientos de trabajadores palestinos" para finalizar el desmantelamiento de las sinagogas y los invernaderos entre otras estructuras de Gaza quizá que los saqueadores palestinos destruyeron en septiembre.
Comentarios: Este extraordinario acto de auto-degradación podría provocar más actos de violencia contra Israel y sus aliados. (22 de diciembre de 2005)
Más noticias: Aaron Klein, de WorldNetDaily.com, informa que los palestinos ahora solicitan que los granjeros desahuciados aconsejen cómo cultivar verduras sin insectos. Lo hacen a través de la Agencia de Desarrollo Internacional de los Estados Unidos, solicitando dinero para la contratación como consultores de los antiguos propietarios judíos de los invernaderos de Gaza. Preguntada si se prestaría como consultora, una residente desahuciada de Gaza, Anita Tucker, respondía "Probablemente no". Otro, Eitán Hederi, indicaba que había sido requerido para realizar labores de consulta con U.S. AID y decía "Todavía me lo estoy pensando. Es una decisión muy difícil".