En La mano oculta, mi recopilación de teorías conspirativas de Oriente Próximo en 1996, escribí que
Israel y Turquía se desmarcan por ser los dos únicos países de Oriente Medio en los que los líderes están obligados a tener en cuenta a los electores, en los que Occidente es considerado más aliado que enemigo y en los que las teorías conspirativas han jugado un papel relativamente secundario en la vida pública… Pocos políticos, intelectuales o líderes religiosos de referencia [en Turquía] participan del pensamiento conspirativo, que se da principalmente en los márgenes de la sociedad educada.
Lo tristes que se han vuelto las cosas en los años transcurridos. He aquí un ejemplo cualquiera, no más escandaloso que otros pero más espectacular que la mayoría:
El contexto: El 30 de enero, cazas israelíes castigaban objetivos en Siria. Una semana más tarde, los detalles precisos seguían siendo confusos, pero se referían a la transferencia de armamento avanzado al grupo terrorista libanés Hezbolá por parte del régimen sirio. Pensaría que las autoridades turcas aplaudirían esta actuación, tanto porque perjudica al régimen que Ankara quiere derrocar como porque esas armas avanzadas podrían utilizarse potencialmente contra intereses turcos. Pero no, gobierno y oposición comunista en la misma medida difunden elaboradas e intrincadas teorías conspirativas a tenor de la incursión de Israel.
- Gobierno: El Ministro de Exteriores Ajmet Davutoğlu criticaba al ejecutivo sirio por no responder al ataque israelí y hablaba de un acuerdo encubierto. "¿Por qué no responde el ejército sirio, que lleva 22 meses atacando a los suyos con tanques y cazas, a esta operación israelí? ¿Por qué no reacciona [Bashar al-Assad] a la presencia de cazas israelíes mientras sobrevuelan su palacio e insultan el honor de su país? ¿Por qué no hace algo contra Israel, mientras bombardea a los inocentes de su país? ¿Hay un acuerdo secreto entre Israel y Assad?" Insinuaba que las incursiones israelíes satisfacen a los intereses del gobierno sirio, aduciendo que Assad "está explotando" el ataque israelí para elevar su popularidad entre los musulmanes.
- Oposición: La SANA, la agencia siria de prensa, cita al vicesecretario del Partido Laborista turco (EMEP) Bülent Esinoğlu afirmando que el gobierno turco del AKP "ha cooperado con Israel en su agresión" a Siria. Prosigue para afirmar que Davutoğlu se hizo el sueco a estos acontecimientos y que "el gobierno turco fue conocedor de la agresión con antelación".
En resumen, el gobierno sitúa a Assad conchabado con Israel y los comunistas al Primer Ministro Erdoğán cooperando con Israel.
Comentarios: (1) Esta clase de razonamiento da sensación de mezquindad. (2) Con el ir y venir de insensatas teorías conspirativas, la población se confunde, la vida pública se degrada y los malos augurios de Turquía se cumplen. (4 de febrero de 2013)
26 de junio de 2013: Como recopilación de teorías conspirativas turcas post-parque Gezi, consulte a Piotr Zalewski en "Los protocolos de los especuladores de los tipos de interés". Extractos:
Las teorías conspirativas son en Turquía a la política lo que los kebabs y el baklava a los almuerzos. Es el mismo caso de detractores y partidarios de Erdogán por igual, a menudo con el mismo objetivo en mente. De las docenas de concentrados en Gezi con los que hablé durante las últimas semanas, muchos afirmaban al principio que Estados Unidos había trasladado al poder a Erdogán y su formación en 2002, que la administración Obama tenía a un religioso turco afincado en Pennsylvania, Fetula Gulen, para consolidar sus objetivos en Oriente Próximo, y que con ello y con el presente apoyo a los militantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán o PKK por parte de la Unión Europea se pretende dividir a Turquía.
Zalewski proporciona a continuación un calendario que discrepa del mío (yo considero que las teorías conspirativas sólo despegan después de llegar al poder el AKP en 2002):
La tendencia a hablar de "conspiración" es tan antigua como la propia república turca, comprensible en una región del mundo en la que los ejércitos y las agencias de Inteligencia occidentales se cruzan de forma cotidiana — sobre todo en un país que tras la Primera Guerra Mundial se enfrentó a la posibilidad tangible de la partición Aliada. Bien entrada la década de los 90, rara fue la crisis nacional que los políticos y los Generales del ejército turco no achacaron a Grecia, a Estados Unidos, a la Unión Europea, a la diáspora armenia o a la propia minoría kurda de Turquía.
Novedosamente, el hábito conspirativo cedió en apariencia durante la primera década de Erdoğán en el poder. La economía prosperaba, el Partido Justicia y Desarrollo del primer ministro (AKP) gobernaba sin rival, la confianza registraba máximos y las relaciones con los vecinos estaban mejor que nunca. Aun cuando la sensación palpable de conspiración nacional aparecía cada poco, el AKP no dio uso a las conspiraciones globales, con contadas excepciones.
Esa era finalizaba este mes con las protestas del parque Gezi. Con el gobierno todavía popular pero cada vez más a la defensiva, y con Erdoğán calentando el ambiente a cada intervención, las teorías conspirativas han vuelto a aflorar una vez más. El primer ministro y sus aliados del ejecutivo y los medios convencionales han empezado a achacar el descontento popular a una cábala de actores internacionales, en lugar de reconocer la profundidad del resentimiento generado por algunas de sus políticas y por el alcance de la represión policial.
Documenta algunas de estas teorías, concluyendo después:
Por desgracia, los discursos de índole conspirativa han progresado más allá del gancho verbal: están justificando actuaciones. Sólo durante las últimas 10 jornadas, el ministerio del Interior ha anunciado que empezará a elaborar una ley que permitirá investigar y procesar a los que publiquen comentarios "falsos y provocadores" en internet; la agencia nacional de Inteligencia ha abierto una investigación de "los vínculos extranjeros" de las protestas de Gezi; y el edil de Ankara ha recurrido a Twitter para iniciar un hashtag contra un periodista de la BBC, Selin Girit, al que acusa de ser un agente del gobierno británico apoyándose en una cita que ni siquiera era suya. Por último, la Comisión Reguladora del Mercado turco ha abierto un expediente a las carteras de compras realizadas en el apogeo de las concentraciones — para denunciar supuestamente, de una vez por todas, tanto las identidades como las maquinaciones de "los especuladores de los tipos".
8 de julio de 2013: Mucho más en esta línea en "La gran conspiración turca", de Robert Ellis, en el Gatestone Institute.
10 de julio de 2013: Coloristas detalles en el artículo del periodista de Bloomberg Marc Champion "¿Podrán matarle con su mente los enemigos de Erdogán?".
22 de julio de 2013: "Turquía entre los tipos de interés y las teorías conspirativas", firmado por Sami Nader, pone el acento en la dimensión económica de las teorías conspirativas turcas.
20 de diciembre de 2013: La revelación de un vasto escándalo de corrupción en fases del AKP el 17 de diciembre ha sacudido la imagen hasta la fecha pulcra en apariencia del ejecutivo turco, y lo ha hecho en un momento particularmente sensible, en puertas de los comicios municipales y presidenciales de 2014. Semij Idiz explica en Al-Monitor que
Tener implicados en un escándalo de corrupción con decenas de millones de dólares a cuatro ministros, a un oscuro empresario iraní, al gobernador de un banco público, a un edil del oficialista Partido Justicia y Desarrollo (AKP) y a cuatro promotores inmobiliarios famosos que trabajan estrechamente con el Estado constituye un tsunami político para el Primer Ministro Recep Tayyip Erdoğán. Erdoğán es muy consciente de que tiene pocas opciones que protejan su imagen, de tener alguna, a medida que se desarrolla este escándalo. El despido de muchos comisarios de la policía por parte de su gobierno al conocerse la investigación de la corruptela y el nombramiento de fiscales "adicionales" encargados del caso ya le dejan mal.
Según el consenso, esta novedad es producto del creciente desencuentro entre el AKP y el movimiento Gülen. Pero Erdoğán, la formación y sus medios convencionales afines responden recurriendo a teorías conspirativas a gritos, al igual que en el caso del parque Gezi documentado arriba. Idiz escribe que "ver una mano israelí o judía en toda crisis turca se ha convertido en la reacción refleja, hasta en crisis que son flagrantemente nacionales".
Dirigiéndose a una multitud en Konya, Anatolia Central, el 17 de diciembre, poco después de las detenciones relacionadas con la investigación abierta, un airado Erdoğán afirmaba que había contra Turquía "una alianza clandestina", diciendo que "Los que tienen el poder del capital y los medios no podrán alterar la orientación de este país". Decía que los que planearon esta operación estaban tanto dentro como fuera de Turquía, añadiendo: "Podéis saber quiénes son. Esto es un proceso que comenzó con el parque Gezi y que ahora ha dado un nuevo paso", afirmaba.
El responsable según Erdoğán de las protestas del parque Gezi de junio que le dieron mala imagen internacional a él y a su gobierno es un extraño "grupo especulador". Postula que este grupo trata de minar los éxitos económicos y políticos de Turquía. Los medios convencionales pro-gobierno se cercioraron de que esto se interpretara como un grupo judío de presión, esencialmente. Habiendo partido de las intervenciones de Erdoğán, esta franja de los medios vuelve a hacer lo mismo utilizando alambicados argumentos para avalar la versión israelí o judía. La cabecera The Star, por ejemplo, afirmaba el 18 de diciembre que los negocios petroleros de Turquía con Irán, para los que se utilizó el Halkbank — la entidad pública implicada en la actual investigación — fueron el motivo de que la Mossad hubiera iniciado la investigación.
Teniendo en cuenta el cambio de la lira turca frente al dólar y que el selectivo registró fuertes oscilaciones a la noticia del escándalo, no será sorprendente que Erdoğán desempolve el argumento del "grupo especulador" o algo parecido en los próximos días. También es evidente que Erdoğán no puede exponerse a la normalización de las relaciones con Israel en un momento en el que los medios convencionales pro-gobierno, a instancias de los círculos gubernamentales, denuncian que Israel está implicado en una conspiración contra su ejecutivo.
Que los medios de Gülen estén poniendo el acento en la corrupción del AKP deja huérfanos a los islamistas turcos.
Con una parte de los medios islamistas denunciando una conspiración internacional y la otra hablando de un sencillo escándalo de corrupción, los incondicionales del AKP están confundidos. Si Israel está detrás del actual escándalo — como hay quien dice en el escalafón pro-gobierno — esto significa que Fetula Gülen, cuyos partidarios entre la judicatura y la policía abrieron presuntamente esta investigación, está conchabado con el país universalmente vilificado por los islamistas. Muchos partidarios del AKP en sintonía con Gülen encuentran esto difícil de aceptar.
Idiz concluye que librar y ganar este conflicto nacional "parece revestir existencial importancia para Erdoğán… De lo contrario, habría exigido la dimisión inmediata de los ministros implicados y habría suscrito el discurso del estado de derecho, en lugar de sacar adelante el de la conspiración internacional". En otras palabras, hay que dar por descontado que explotará el discurso conspirativo a fondo.
21 de diciembre de 2013: Erdoğán implica ya en su conspiracionismo al gobierno estadounidense. La prensa turca informa que el embajador Francis Ricciardone recordó el 17 de diciembre a los embajadores de la Unión Europea los esfuerzos estadounidenses referentes a las actividades iraníes del Halkbank, un banco público turco parte de la corruptela del escándalo, a causa de sus sospechosas transferencias y su contrabando de oro: "Solicitamos el final de las relaciones financieras del Halkbank con Irán. Pero no escucharon. Contemplamos el derrumbe de un imperio".
Erdoğán respondía ayer tachando las acusaciones de corrupción de producto de una conspiración internacional encaminada a tumbar al AKP y debilitar a Turquía: "Estas últimas jornadas, qué curioso, los embajadores participan de actos de provocación. Desde aquí les insto a desempeñar su labor, si abandonarais vuestras competencias, se podría ampliar a la jurisdicción de nuestro gobierno. No os necesitamos en nuestro país".
Comentarios: Esta amenaza velada de expulsar al embajador de los Estados Unidos no hace más popular en Washington a Erdoğán, y de nuevo señala la reciente incompetencia de Erdoğán: Siempre que se cae en el atolladero, cae más bajo agravando sus problemas.