Dos crónicas del beirutí Al-Ajbar auguran problemas de abastecimiento potencialmente catastróficos a punto de afectar a Siria.
El problema trivial afecta a Aleppo, donde los combates con proyectiles de mortero o bombas barril han reducido su intensidad pero donde los rebeldes islamistas han clausurado la red de abastecimiento de agua potable municipal, obligando a los vecinos de los barrios de Aleppo bajo control del gobierno a depender de pozos y camiones para disponer de un abastecimiento encarecido, contaminado y limitado. Las colas de mujeres y menores "se han vuelto omnipresentes a la puerta de las fuentes de las mezquitas y los puntos de abastecimiento públicos para llenar envases pequeños como ollas, teteras y botellas de plástico, así como pequeñas garrafas". Según un responsable del Creciente Rojo sirio, "La situación augura una catástrofe sanitaria y humanitaria".
El problema principal se refiere al río Éufrates, el segundo canal más largo de Oriente Próximo. Casi todo su caudal nace en la República de Turquía, desde donde fluye hasta entrar en Siria e Irak, desembocando en el Golfo Pérsico. Supone alrededor de la tercera parte del abastecimiento de agua de Siria. Durante las últimas semanas, el gobierno turco ha impedido por completo que las aguas del Éufrates abandonen Turquía e ingresen en Siria, algo que hace posible el enorme embalse de su Presa de Atatürk.
Dos colosales presas construidas a lo largo del río Éufrates han dado lugar a dos enormes embalses, uno tras la Presa turca de Atatürk (superior derecha) y otro tras la Presa de Tabqa en Siria (inferior derecha). |
Esta intervención anuncia crisis de abastecimiento hídrico en Siria y también en Irak. Como indicador: el nivel de las aguas del lago Assad, el mayor embalse de Siria, ha descendido alrededor de seis metros. En cuestión de días, unos 7 millones de sirios podrían quedar sin abastecimiento potable ni electricidad. El Al-Ajbar destaca que "El corte del suministro de agua potable es ya inevitable y [el abastecimiento] no podrá reanudarse a menos que el ejecutivo turco tome la decisión de reanudar el bombeo de aguas del Éufrates". Para hacer aún más preocupantes las cosas, el grupo fanático Estado Islámico de Irak y Siria controla la Presa de Tishrín, una de las tres presas sirias del Éufrates.
Fotografía del Al-Ajbar que muestra los acusados descensos del nivel de las aguas del lago Assad, tras la Presa siria de Tabqa. |
Comentarios:
(1) La guerra civil siria sigue haciéndose progresivamente más atroz, violenta y salvaje – lo que no sorprende teniendo en cuenta que los islamistas, tanto los nacionales como los extranjeros, dominan el combate en ambos frentes.
(2) El río Éufrates alberga algunas de las infraestructuras hídricas más endebles y en peor estado; la Presa de Mosul en Irak, por ejemplo, puede derrumbarse, costando millones de vidas. De nuevo, teniendo en cuenta los tres países implicados (Turquía, Siria e Irak), esto tampoco se antoja una sorpresa.
(3) Si la deshidratación terminal cuesta vidas sirias a gran escala, probablemente se susciten llamamientos a la intervención por parte de la opinión internacional.
(4) El gobierno turco del AKP ya se ha mostrado indiferente a la pérdida de vidas (recuerde el desastre de la mina de carbón de Soma). ¿Pero en serio cometerá lo que viene a ser un genocidio el Primer Ministro Recep Tayyip Erdoğán? (1 de junio de 2014)