¿A quién hay que culpar de la destrucción de museos, bibliotecas y archivos Iraquíes, convirtiéndose en lo que The New York Times llama "uno de los desastres culturales más grandes de la historia reciente de Oriente Medio"?.
A la administración Bush, dicen especialistas académicos en Oriente Medio. Proceden a comparar a líderes Americanos con algunos de los peores asesinos de masas de la historia.
- Hamid Dabashi de la Universidad de Columbia: los líderes políticos de los Estados Unidos son "destructores de la civilización" como Atila el Huno, Genghis Khan o Tamerlane.
- Michael Sells del Haverford College: Son "bárbaros" cuya "negligencia criminal" les hace comparables a Nerón.
- Said Arjomand de la State University of New York (Stony Brook): El "crimen de guerra" del gobierno de los Estados Unidos relaciona a sus componentes con los Mongoles que saquearon Bagdad en el 1258.
Estos académicos pasan por alto un detalle minúsculo, al menos: Eran los Iraquíes los que saquearon y quemaron, y lo hicieron en contra de los deseos de la coalición. Culpar a Americanos por crímenes Iraquíes es profundamente condescendiente, comparando a los Iraquíes con niños no responsables de sus actos.
Los académicos también pasan por alto otro hecho: la rareza extrema de tal autodestrucción cultural.
Los Franceses no saquearon el Louvre en 1944. Los Japoneses no incendiaron su biblioteca nacional un año después. Los Panameños no destruyeron sus archivos en 1990. Los Kuwaitíes no destruyeron sus Coranes históricos en 1991. Sí, el saqueo tuvo lugar en todos estos casos, pero nada parecido a lo que The Associated Press llama "el desenfrenado frenesí del hurto cultural" de Iraq.
Y fue un frenesí. En el Museo Nacional de Iraq, quizá el almacén más grande de antigüedades en Oriente Medio, "las 28 galerías del museo y las cámaras acorazadas con enormes puertas de acero guardando compartimientos de almacenaje que descienden piso tras piso en la oscuridad han sido totalmente saqueadas", informó un testigo presencial.
La devastación en la biblioteca y los archivos nacionales de Iraq fue peor, dado que ambas instituciones fueron incineradas a propósito. Gran parte de la cultura y archivos del país fueron destruidos; "no quedó nada en el ala principal de la biblioteca nacional excepto sus paredes socarradas y los suelos y montones de ceniza". El esqueleto ardiente contenía los restos socarrados de libros históricos "y la herencia intelectual de una nación reducida a humo". La biblioteca Islámica principal de Iraq, con su colección de "primeros materiales literarios y legales raros, Coranes incalculables, caligrafía e iluminación" también fue quemada.
Este descenso al barbarismo es tan inusual, que tiene solamente un único precedente - las acciones Iraquíes en 1990 - 1991.
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En Kuwait: Cuando Kuwait era una provincia Iraquí, las tropas Iraquíes practicaron el pillaje en el museo nacional, prendieron fuego al planetario, saqueando bibliotecas y lisiando de otras formas la infraestructura cultural.
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En Iraq: Durante la inestabilidad que siguió a la pérdida de Iraq, elementos anti-gubernamentales se alistaron en un alboroto de saqueo, pillaje en museos regionales y otras instituciones culturales, robando unos 4.000 artículos. Los arqueólogos publicaron un catálogo, "Herencia Perdida: Antigüedades Robadas de los Museos Regionales de Iraq", para evitar el comercio con estos artefactos.
¿Cómo explicar esta inclinación Iraquí posiblemente única hacia el auto-odio cultural?. La cualidad intrínsecamente violenta de la sociedad Iraquí moderna es una causa.
Escribiendo en 1968, el erudito Israelí Uriel Dann explicó que un clima de violencia es "parte de la escena política en Iraq... Es una corriente subyacente que impregna las vastas capas inferiores del pueblo fuera de la esfera del poder político. Centenares de miles de almas pueden ser fácilmente movilizadas con el pretexto más débil. Constituyen un elemento permanentemente intranquilo, listo para estallar en disturbios".
El erudito Kuwaití Shafiq N. Ghabra amplió este tema en el 2001 en el Middle East Quarterly. Observando la mezcla inquieta de Árabes y Kurdos, Sunníes y Shiitas, urbanitas y miembros tribales de Iraq, mas otras divisiones, notó lo poco manejable que los gobiernos encontraron esta diversidad, que les condujo a crear "un estado desprovisto de compromiso político". Los líderes "liquidaron a los que sostenían opiniones opuestas, confiscaron la propiedad sin aviso, incitaron acusaciones contra sus enemigos y lucharon batallas contra enemigos nacionales imaginarios".
El esqueleto vacío de la biblioteca nacional atestigua en silencio los excesos de un país singularmente propenso a la violencia contra sí mismo.
La culpa del saqueo en Iraq, por lo tanto, no descansa en las fuerzas de la coalición sino en los propios Iraquíes. Sí, la coalición debería haberse preparado mejor, pero los Iraquíes en solitario llevan la responsabilidad moral de los restos culturales.
Esta conclusión tiene dos implicaciones. Los especialistas en Oriente Medio han confirmado de nuevo su torpeza política. Y los Iraquíes han señalado que actuarán de modo altamente incómodo para la coalición.
ACTUALIZACIONES
19 de Mayo del 2003: Aunque los primeros informes, citados arriba, del saqueo del museo nacional resultaron ser exagerados, el pillaje Iraquí de su propio patrimonio continuó rápidamente durante un mes más. Un informe del 19 de Mayo del 2003 de la Universidad de Basra relata cómo "una biblioteca que los profesores dicen contuvo dos millones de volúmenes que databan del 1015 es un desastre de estantes torcidos de metal sobre las cenizas de libros prendidos por los saqueadores. La bóveda azul que los profesores dicen albergó el más antiguo departamento de astronomía en Oriente Medio sigue allí, pero el interior no es nada sino escombros. La escuela de leyes, el departamento de economía, la escuela de arte, el ala de estudios Árabes - todo arruinado. El daño va más allá de lo sería causado por un mero robo, pasando a ser destrucción insensible". Es duro ver cómo las fuerzas de ocupación podrían estar en todas partes para prevenir esta inclinación Iraquí hacia la autodestrucción.
7 de Junio del 2003: Resultó que las historias, citadas arriba, de vastas pérdidas de antigüedades en el Museo Nacional Iraquí eran sumamente exageradas. Associated Press informó el 7 de Junio que "de los 170.000 [artefactos] que se pensó faltaban inicialmente, 3.000 siguen desaparecidos. Éstos no son en su mayoría dignos de exposición del museo e incluyen artículos tales como cascos pequeños de cerámica. El funcionario dijo que faltan 47 artículos clave de exposición. Un total de 64 partes de esa colección habían sido saqueadas, decía el anuncio de la coalición".
Vale la pena notar que los informes de saqueo en instituciones (bibliotecas, archivos, universidades, etc.) con excepción del Museo Nacional Iraquí continúan indisputables, lo que significa que el quid de mi artículo arriba, sobre la pendiente Iraquí hacia la autodestrucción cultural, sigue siendo válido. Por otra parte, las reacciones de los profesores citadas aquí son aún más culpables de lo que lo eran en Abril.
12 de Junio del 2003: Un reporte del 12 de Junio, "El Peor Saqueo Puede Estar en las Zonas Alejadas de Iraq" en el Washington Post, confirma aún más estos dos puntos, que el saqueo es nacional y que las fuerzas de la coalición probablemente no podrían detenerlo: "Mientras que se ha centrado considerable atención sobre el saqueo y el daño a las antigüedades en Bagdad, la escala del daño puede ser bastante mayor en el resto de Iraq… Decenas de miles de artefactos Iraquíes fueron saqueados tras la guerra desde áreas alejadas en Iraq, y muchos lugares continúan siendo saqueados, según dijo un grupo de expertos Americanos ayer.... Quizá más perjudicial que la pérdida de antigüedades del museo es la pérdida de artefactos de sitios remotos no catalogados o estudiados aún".
Además, en la discusión adicional del daño al Museo Nacional Iraquí, este mismo artículo cita a McGuire Gibson de la Universidad de Chicago, que dice que el daño fue bastante superior a los 33 objetos de los que se informó recientemente. Esa cifra contaba solamente objetos sustraídos de las galerías principales, dice; los almacenes también fueron atacados y funcionarios del museo han encontrado ya más de 1.000 artículos en falta.
Actualización del 10 de Septiembre del 2003: En el recuento más completo hasta ahora, el Coronel Matthew Bogdanos indicó hoy que "En total, el número de artefactos de los que ahora se sabe que no están en el museo supera levemente los 10.000". El informe de Bodanos de la investigación de la pérdida de antigüedades del museo de Bagdad es digno de leer completo por su riqueza en detalles e información interesante ("en el ámbito administrativo, todas las oficinas fueron atacadas. Todo el equipo fue robado o destruido. Todas las cajas fuertes fueron vaciadas o destruidas. Los incendios fueron prendidos por todo el museo. Vimos el mismo nivel de destrucción en las oficinas administrativas que en palacios presidenciales y edificios identificados con el anterior régimen por todo Iraq").