Aquellos de nosotros que vigilamos los Estudios de Oriente Medio en la Universidad de Columbia diferimos en cuanto a qué profesor de ese campo es el más ofensivo. ¿Joseph Massad, con sus calumniosas teorías y fundamentalismo inclemente?. ¿Rashid Khalidi, con sus orígenes como artillero de la OLP, su puesto de financiación cuestionable, sus ideas extrañas y su falso peso?. No, mi favorito es Hamid Dabashi, ese parangón de la prosa florida, la histeria masculina, y – conocemos hoy – su problema a la hora de contar la verdad en su propia biografía.
Estas noticias llegan de la página web "Columbians for Academic Freedom", donde un estudiante llamado Aharon publicó una entrada titulada "La prensa mola". En ella, observa que Dabashi declaró a un comentarista radiofónico el 6 de marzo del 2005 que "dejó de hablar públicamente a causa de la avalancha de llamadas telefónicas amenazadoras que iban más allá del debate académico". Entonces Dabashi reprodujo una de esas presuntas llamadas amenazadoras:
Sr. Dabashi, leí sobre usted en el New York Post de hoy. Apestoso cerdo terrorista musulmán. Espero que la CIA le esté investigando para poder echarle de este país de vuelta a algún asqueroso país árabe al que pertenezca, bastardo terrorista.
Pero Dabashi también escribió un artículo para el Times Higher Education Supplement el 18 de octubre del 2002, en el que cuenta de nuevo lo ocurrido en junio del 2002, (después de que firmara como coautor un artículo que le mencionaba) – es decir, alguien dejándole un mensaje idéntico:
Hey, Sr. Dabashi, leí sobre usted en el New York Post de hoy. Apestoso cerdo terrorista musulmán. Espero que la CIA le esté investigando para poder echarle de este país de vuelta a algún asqueroso país árabe al que pertenezca. Bastardo terrorista.
Este doble uso de la misma llamada, con años de diferencia, estimula varios pensamientos: (1) Confirma mis dudas acerca del impacto de las llamadas amenazadoras que recibió presuntamente debido a mi crítica. La llamada que recibió de hecho es vil e imperdonable, pero no es una amenaza. (Lo que significa que las fuerzas del orden no la encontrarían motivo de acción).
(2) El reciclado de esta llamada con años de diferencia confirma las pocas llamadas que recibió – ¿o por qué otro motivo continuaría Dabashi recurriendo a la misma antigua?.
(3) Dabashi presentó falsamente una llamada del 2002 como ocurrida en el 2005.
(4) Su afirmación del 6 de marzo del 2005, en la entrevista de radio, de que él "ha dejado de hablar públicamente" a causa de llamadas telefónicas amenazadoras es falsa. (Antes, a propósito, expuso la misma idea con menos fuerza, declarando al New York Times en enero del 2005 que "he cancelado varias apariciones" solamente). Como Aharon escribe, ese mensaje telefónico del 2002 "ciertamente, no le llevó a terminar su discurso público - yo mismo le he oído desde el verano 2002". Un poco de investigación descubre un montón de casos de discurso público. He aquí cuatro ejemplos, justo de principios del 2003 y sólo de New York City:
- 24 de enero del 2003 – Dabashi organiza y da el discurso de apertura del Festival de Cine Palestino.
- 15 de febrero del 2003 – Dabashi habló para la "Campus Anti-war Network Benefit" en Pier Sixty. Una foto de él en el acto incluye un pie de foto que reza que "echó la casa por la ventana con su condena a la administración Bush" (y también menciona a Campus Watch y a mí mismo).
- El 26 de marzo del 2003 – Dabashi se dirige a "un seminario pacifista" que atrajo a una audiencia de 3.000 personas.
- El 2 de abril del 2003 – Dabashi tomó parte en un panel de la Sociedad de Asia patrocinado por el Instituto de Diplomacia Internacional.
(5) La incapacidad de Dabashi de contar correctamente los hechos de su propia vida emula la de su predecesor, Edward Said, que como es conocido mintió acerca de su infancia, como Justus Weiner descubrió tan destacadamente en un artículo de septiembre de 1999, ""Mi vieja casa hermosa' y otras fabricaciones de Edward Said".
De un modo más, entonces, Hamid Dabashi lleva el descrédito a su departamento, a su universidad, y a su ámbito de estudio.