Esta entrada del weblog parte de mi tribuna de 1999 " El camino a Damasco: lo que casi cede Netanyahu", sumando nuevas informaciones de la cuestión de la ronda Lauder-Nader de negociaciones entre Israel y Siria de agosto-septiembre de 1998 a medida que éstas vean la luz.
Como aperitivo, el periódico israelí Yedioth Aharonoth publica hoy una fotografía del borrador íntegro "Tratado de Paz entre Siria e Israel" trasladado por Ronald Lauder de Netanyahu a Assad fechado el 29 de agosto de 1998; El IMRA lo tiene colgado en la red. El Artículo 2 reza que en cumplimiento de las Resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad, "Israel se retirará del territorio sirio tomado en 1967"; y que será trazada "una frontera mutuamente acordada fundamentada en la frontera internacional de 1923". El documento también alberga una nota a mano: "entregado al Presidente Clinton 17.11.98." (13 de abril de 2001)
24 de junio de 2004: El Ha'aretz cita hoy a Lauder explicando en abril de 2001 que el borrador manifestaba exclusivamente sus opiniones personales, y que el acuerdo fue rechazado por Netanyahu, que quería que la frontera diera más territorio a Israel que la frontera de 1923 o las del 4 de junio de 1967.
27 de junio de 2004: Esta materia aparentemente olvidada ha revivido de pronto, gracias a la autobiografía de Bill Clinton publicada el 22 de junio Mi vida. En ella, el expresidente viene a refrendar mi artículo de investigación de julio de 1999, en el que escribo que Binyamin Netanyahu "accedió a que Israel volviera… a las fronteras de separación entre ambos países de 1967. Esto dice Clinton, en el contexto del debate de las conversaciones entre Siria e Israel de enero de 2000 en Shepherdstown, Virginia:
Antes de perder la vida, Yitzhak Rabin me había presentado un compromiso de retirarse del Golán a las fronteras del 4 de junio de 1967, que serían fronteras mientras las inquietudes de Israel quedaran satisfechas. El compromiso fue presentado a condición de que quedara "en mi bolsillo" hasta que pudiera ser oficialmente presentado a Siria en el contexto de una solución integral.
A la muerte de Yitzhak, Shimón Peres reafirmó el compromiso del bolsillo, y sobre esta base auspiciamos conversaciones entre los sirios y los israelíes en 1996 en Wye. Peres quería que firmara un tratado de seguridad con Israel si abandonaba el Golán, idea que me fue sugerida más tarde por Netanyahu y que volvería a ser propuesta por [Ehud] Barak. Yo les había dicho que estaba dispuesto a hacerlo.
Esta vaga intervención ("abandonaba el Golán" puede significar muchas cosas) ha suscitado diversas reacciones en Israel.
Netanyahu en persona refutó la afirmación de Clinton. "Yo nunca accedí a retirarme de los Altos del Golán bajo ninguna situación ni conversación", dijo durante una entrevista radiofónica. "Las negociaciones fueron infructuosas porque yo insistí en que la frontera internacional definitiva estuviera ubicada a unos kilómetros al este de la frontera actual". Durante otra entrevista radiofónica, reiteró esto con mayor detalle: "Bajo ninguna situación llegué a acceder a salir del Golán. Éso es lo que provocó la ruptura de las negociaciones… solamente accedí a hacer concesiones en el Golán - concesiones definidas como fijar la frontera 'a kilómetros' del Kinneret (Mar de Galilea) - o siendo exactos, 'a millas'. Eso es lo que dejamos escrito allí".
Ehud Barak, sucesor de Netanyahu, también refuta la versión de Clinton: "Netanyahu no habló de volver a la frontera internacional, más bien a una frontera de dos kilómetros de ancho de diferencia".
Uri Saguy, responsable de Barak en las negociaciones con Siria, en contraste, confirma que Netanyahu accedió a retirarse a las fronteras del 4 de junio de 1967, es decir, a las orillas del Mar de Galilea. Saguy dice que cuando asumió la labor de coordinar las negociaciones con Siria, dio lectura a las negociaciones anteriores de cuatro gobiernos – las de Rabin, Peres, Netanyahu y Barak.
Cualquiera con ojos en la cara, y no digamos los sirios, habría comprendido que todos los líderes israelíes estaban dispuestos a abandonar la totalidad de los Altos del Golán si quedaban satisfechas las cuestiones de la seguridad, el abastecimiento de agua, la normalización de las relaciones y también lo referente a un acuerdo con el Líbano".
Al leer estos documentos, supe que si yo fuera sirio, entendería a partir de la propuesta planteada por [el negociador israelí, Ronald] Lauder que si Israel queda satisfecho en cada una de las cuestiones mencionadas arriba, está dispuesto a retirarse a las fronteras del 4 de junio de 1967.
Comentarios: Yo esbocé las dos posturas de este conflicto en mi artículo de julio de 1999 y al parecer, siguen estando igual de enrocadas.
4 de julio de 2004: Ronald Lauder ha difundido una declaración, citada en su totalidad en el Yedi'ot Aharonot de hoy, en la que afirma que "el Primer Ministro Netanyahu nunca aprobó una retirada a las fronteras de 1967", añadiendo que "Ninguno de los documentos redactados durante estas conversaciones era oficial, y ningún documento tuvo el visto bueno del Primer Ministro Netanyahu".
9 de julio de 2004: Acaba de llegarme un ejemplar de las memorias de Dennis Ross, La paz ausente: crónica privilegiada de la lucha por la paz en Oriente Próximo (Farrar Straus Giroux), y en la página 527-28 él confirma que Netanyahu había prometido volver a las fronteras del 4 de junio de 1967. En concreto, habla de que en septiembre de 1999, Bill Clinton recibió de Ronald Lauder "un documento de ocho puntos que decía incluía los puntos definitivos acordados por ambas partes en 1998" y ello indicaba por parte de Netanyahu un acuerdo "de retirada a una frontera mutuamente convenida basada en las fronteras del 4 de junio de 1967". Ross destaca con ironía que "esto significaba que la postura de Barak en la paz con Siria era más alejada que la de Netanyahu".
6 de agosto de 2004: Elaboro hoy un análisis más profundo de La paz ausente en "[Dennis Ross de] Los extraños giros de la diplomacia sirio-israelí."
24 de abril de 2008: Con el gobierno Olmert dispuesto presuntamente a entregar a Siria los Altos del Golán, lo que hizo Binyamin Netanyahu, hoy secretario de la oposición, en 1998 ha reaparecido como cuestión política. El Jerusalem Post informa hoy que el Mayor General Ze'ev Livne (en la reserva), agregado militar de Netanyahu, declaró a la radio militar israelí que Netanyahu "estuvo dispuesto a hacer concesiones prodigiosas con tal de cerrar un acuerdo de paz, pero fue infructuoso y no llegó a alcanzarse". Livne añade sus esperanzas en que un acuerdo así "se haga realidad en el futuro".
27 de abril de 2008: Netanyahu y Olmert intercambiaron ataques en torno a la incipiente actividad diplomática. En respuesta a las crónicas que dicen que Olmert habría indicado a Bashar al-Assad que retiraría el control israelí de los Altos del Golán, Netanyahu dijo que "El Golán ha de permanecer en nuestras manos, porque si nos retiramos, tendremos a Irán en nuestra frontera norte… Me sorprende mucho que el primer ministro esté dispuesto a renunciar a la totalidad de los Altos del Golán, antes incluso de haber comenzado las negociaciones, de una forma tan imprudente y chapucera… Así no se construye la paz".
El gabinete de Olmert respondió: "Para refrescar la memoria de Don Netanyahu, él fue uno [de los que] despacharon a ver al entonces Presidente sirio Hafez Assad a un empresario estadounidense [Ronald Lauder] con el fin de renunciar a los Altos del Golán en nombre de Israel, antes de haber comenzado ninguna negociación".
A lo que el gabinete de Netanyahu respondió que "a pesar de los intentos de engañar a la opinión pública por parte de Olmert, Netanyahu insistió en conservar los Altos del Golán, y ése es el motivo de que se detuvieran las conversaciones".
22 de mayo de 2008: Mientras el debate en torno a los Altos del Golán se caldea en Israel, las crónicas citan al secretario de la facción del Partido Likud Gideon Sa'ar hablando de que si Netanyahu se hace con los próximos comicios, no estará vinculado por ninguno de los acuerdos alcanzados con Damasco por Ehud Olmert. A esto Netanyahu responde de otra forma, diciendo que respetará un acuerdo así. Al mismo tiempo, su gabinete difundió una circular prediciendo que si Olmert llega a firmar un acuerdo con Damasco, la opinión pública y la Knesset lo rechazarán de forma aplastante.
Netanyahu expresaba su propia oposición a un acuerdo así, diciendo que Siria es "parte inseparable del eje del mal". Renunciar al Golán, sostenía, permitiría a Irán amenazar la totalidad de Israel. "Si usted cree al Ministro de Exteriores sirio Walid Mualem cuando dice que Olmert ya ha prometido renunciar al Golán hasta las orillas de la Galilea antes de haber comenzado las negociaciones, constituye una renuncia sin precedentes en materia diplomática y de seguridad". Durante una entrevista, Netanyahu añade que no descarta negociar con Damasco, pero que descarta retirarse de los Altos del Golán.
A la luz de las negociaciones de Netanyahu con Damasco en 1998, también interesantes fueron sus comentarios a tenor de la tesitura política de Olmert.
Existe un amplio acuerdo de la derecha a la izquierda en que el proceso diplomático no puede ser utilizado para proteger a los políticos en la forma floja. La mayoría de la opinión pública sabe que el primer ministro precipitó las conversaciones con Siria y marcó los tiempos de salida a la luz pública para desviar la atención de la investigación en su contra. Olmert, que está metido hasta el cuello en las investigaciones, carece de peso público o moral para llevar a cabo negociaciones decisivas relativas al futuro de Israel.
22 de febrero de 2009: En un artículo relativo a las actuales políticas de Netanyahu hacia Siria, Uzi Majnaimi le cita diciendo durante una entrevista de 2007: "Negocié realmente con los sirios. Le dije a Assad que necesitaba el monte Hermon porque necesito un radar hacia Irán, y Assad renunció a la montaña. Yo estaba gratamente sorprendido".