Hoy se cumple el oscuro cuadragésimo aniversario de la jornada en que efectivos regulares turcos se impusieron a la minúscula isla de Chipre casi sin defensas en un brutal ejercicio de fuerza militar cuya inmoralidad no hace sino intensificarse con el paso de las décadas. Unas ideas sueltas en honor a la fecha:
La invasión no se produjo bajo gobierno islamista: Aunque hubo un islamista (Necmettín Erbakán) en el puesto de primer ministro en funciones de una coalición de gobierno durante la práctica totalidad de 1974, no era el legislador clave en Turquía. El Primer Ministro Bülent Ecevit, izquierdista, disfrutaba más bien de ese privilegio.
La cooperación Ecevit-Erbakán simboliza en 1974 el apoyo entre los turcos de toda orientación política a la invasión de Chipre que todavía se prolonga. Esta práctica unanimidad es un hecho básico de la realidad política turca.
Ese consenso seguirá en vigor presumiblemente hasta que la ocupación turca empiece a pasar factura – económica, diplomática o incluso militar – a la República de Turquía. Después de 40 años, todavía no ha empezado a suceder, haciendo dudar de que suceda alguna vez.
La República de Turquía recuerda quién manda en la región norte de Chipre a través de banderas y una cita de Atatürk.
Pero dos sucesos recientes pueden alterar potencialmente la dinámica, volviendo a los turcochipriotas contra el estatus quo: (1) Su frustración por quedar excluidos del incipiente pelotazo del gas y el crudo en la isla y (2) su creciente resentimiento hacia los supervisores islamistas de Ankara, cada vez más autocráticos. Dado que la ocupación va presumiblemente en su beneficio, si los turcochipriotas quieren que acabe, podrían hacerlo realidad.
También a reseñar: la República de Chipre (región oficial sur de la isla), como señalo en tribunas recientes, abandona la escena mundial e ingresa a la vez en Oriente Próximo. Albergó la presidencia de la Unión Europea, protagonizó una crisis económica que tuvo al mundo en vilo, se convierte en un exportador energético importante y tiene relaciones nuevamente cordiales con Israel, potencia militar de su región. El "Problema de Chipre" pesa hoy más para el mundo exterior, lo que podría resultar constructivo.
La ocupación que comenzó el 20 de julio de 1974 sigue provocando enorme sufrimiento en lo que podría ser una idílica isla mediterránea. Tendría que ser un recuerdo para el quincuagésimo aniversario. (20 de julio de 2014)